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Durante el trayecto a la academia Midoriya, comenzó a pensar en cómo sería su nueva academia, tomando en cuenta que el nunca había visitado las instalaciones de esta, ya que su Madre se había encargado de realizar todos los trámites y papeleo necesario para que el pudiera asistir. De pronto una pregunta de su chofer lo sacó de sus pensamientos.

- ¿Listo para su primer día de clases, joven Izuku? - Le dijo el hombre mirándolo por el retrovisor del auto y dedicándole una sonrisa al pecoso.
- Sí, estoy algo nervioso, pero al mismo tiempo me siento muy emocionado - le respondió Izuku a su chofer, y esbozó una gran sonrisa.

Mientras continuaban su viaje tuvieron una afable charla en la que recordaron anécdotas graciosa y cosas sin importancia. De pronto Izuku vio por la ventana del auto y logró visualizar un edificio con una estructura en forma de "H", con paredes de cristal, un estilo un tanto peculiar la cual atraía a miles de turistas y es por esto que se caracterizaba a la Academia UA.

- ¿Llegamos, tan pronto? - mencionó el pecoso sin poder esconder la euforia que sentía por al fin poder asistir a la academia de sus sueños.
Y una vez el auto se detuvo por completo Izuku bajo del vehículo lo más rápido que pudo pero tratando de no verse tan emocionado aunque su rostro revelara todas sus emociones.
- Lo veré en la tarde joven Izuku, estaré a las tres en punto para llevarlo a casa.- Comentó en chofer sacando al pecoso de su asombro.
- Ha, lo siento se me había olvidado, Papá dijo que al término de las clases tengo que ir a la empresa - mencionó el pecoso dándose un leve golpe en la frente.
- No se preocupe, estaré aquí a las tés para recogerlo, joven Izuku - reiteró el hombre dedicándole una sonrisa a menor.
- Te lo agradezco mucho, Alex - le dijo el pecoso y le devolvió la sonrisa mientras se despedía de Alex; cerró la puerta del vehículo y vio como este se alejaba.

Mientras Izuku se despedía de Alex visualizando como este se alejaba con el vehículo, recordó la primera vez que lo conoció; él apenas tenía 5 años cuando su Padre había contratado a Alex para ser el chofer de la familia y sobre todo para que le haga compañía al pequeño.

Ese día Izuku se encontraba en la estancia de su casa dibujando un cuadro de su familia hasta que escuchó el sonido de la puerta principal de su hogar y la voz de su padre

- Ya estoy en casa - dijo el hombre viendo como su pequeño hijo salía de la estancia a toda velocidad para poder llegar hasta donde este se encontraba.

- ¡Bienvenido a casa, Papá! - dijo el pequeño abrazando a su Padre y unos momentos después apareció su esposa desde la cocina, acercándose a su esposo para darle la bienvenida a su hogar.

- Bienvenido, cariño. ¿Cómo estuvo tu día? - le dijo Inko a su esposo plantándole un beso en la mejilla, mientras tanto Izuku había corrido a la estancia para recoger su "obra maestra" como él la denominaba, y luego dirigirse al sitio en donde se encontraban sus padres para mostrársela.

- ¡¡Mira, Papá!! ¡Esta es mi Obra Maestra! - Dijo el pequeño niño antes de percatarse de la presencia de aquel extraño, por lo que corrió a esconderse detrás de su Madre; el hombre al ver la reacción de su hijo le pidió a este que se acercase.

- Izuku, ven quiero que conozcas a alguien - Izuku al escuchar esto de su Padre se acercó a paso lento hasta llegar a un costado de este - Hijo, él es Alex McGarden va a trabajar con nosotros de ahora en adelante - dijo el hombre tratando de que su hijo hablara con el joven de cabellera rubia y hermosos ojos color zafiro; ante esta situación Alex decidió dar el primer paso para poder acercarse a Izuku.

- Es un gusto conocerlo joven Izuku, espero nos llevemos bien - le dijo al pequeño y le dedicó una amplia sonrisa, ante este gesto los ojos de Izuku reflejaron un brillo y una gran sonrisa se dibujó en su rostro.

La Sonata de Nueatro Amor [TodoDeku][Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora