~ 1 ~

589 35 2
                                    

La melodía más dulce que he escuchado, no puedo recordarla. Pero hoy pude escuchar una hermosa tonada, cuando pasaba cerca de un parque de camino a casa.
Al escuchar aquella canción pude sentir como algo dentro de mi me pedía que fuera a aquel lugar, para poder saber quien era la persona que componía aquella tonada tan hermosa, de la cual quedé prendado desde el primer momento en que la melodia cruzó por mis oídos. 

Mientras caminaba al lugar de donde provenía aquella magnifica tonada, mi alfa interior me decía que aquella persona era la indicada para mi, y seria con quien compartiría mi vida; por lo que corrí lo mas rápido que pude para saber quien producía aquel hermoso sonido; y allí estaba, en medio de una hermosa lluvia de pétalos color rosa los cuales lo envolvían al compás de aquella melodía, un pequeño omega de cabello alborotado, tés pálida, que tenia unas pequeñas galaxias en sus rechonchas mejillas que lo hacian ver muy adorable. Por lo que instintivamente comence a acercarme lentamente tratando de que aquel hermoso joven no notace mi precencia; y para cuando me di cuenta me encontraba a escasos metros de él, disfrutando del pequeño concierto que él me ofrecia; por lo que cerre mis ojos para dejarme llevar por las sensaciones que me producia su hermosa música.

Antes de que se detubiera la melodía abrí mis ojos con el fin de grabar la imagen de él en mi mente y fue en ese presiso momento que los vi, aquellos grades y brillantes ojos esmeraldas que lograron robarme un suspiro.

Depronto todo comenzó a volverce difuso a tal punto de solo poder ver como aquel hermoso joven articulaba una serie de palabras que no pude oír, viendo su calida sonrisa por ultima vez antes de que una inminente obscuridad me envolviera; probocando así que abriece mis ojos de par en par, despertando en mi cama sudando y con la respiración ajitada al darme cuenta que solo fue un sueño.

- un sueño...pero se sentia tan...real - penso un semialbino lebantandoce de su futón, en medio de la noche, para recuperarce de aquel puculiar sueño que le recordo a la época cuando apenas habia cumplido los 5 años de edad, pero en esta ocación quel recuerdo se tornba un tanto diferente, ya que en este recuerdo aparecia un joven al que nunca habia visto, pero daba la impresión de que mantenia su misma edad.

Este fue un recuerdo que el semialbino ha a atesorado por años, anelando volver a encontrar a esa persona que le dedicó tan calida sonrisa en medio de los miles de tortuosos recuerdos que vivió con su padre, pero en medio de todos los terribles recuerdos existia uno que siempre lograba sacar una casi inperseptible curbatura en los labios de aquel joven; el recuerdo de quella melodía y la sonrisa de aquel niño con alborotados cabellos que conoció en medio de su tristeza, logró ser como un rayo de luz en medio de una inminente obscuridad. Luego de recordar y analizar aquello se dispuso a seguir durmiendo.

Luego del paso de unas cuantas horas, depronto unos pequeños golpes en la puerta y la voz de una femina se escuchó detras de la puerta de su abiación,
- Shouto, depuerta llegaras tarde a la academia - decia la mujer esperando que su hijo ya se encontrara despierto.

-...enseguida bajo, gracias.- al escuchar esto su madre se alejó de la puerta, para disponerce a servirle el desayuno a sus hijos.
Mientras tanto Shouto se diaponia a levantarve de su cama para prepararce para su primer dia de clases en la prestigiosa academia de música UA, una de las mejores academias de música y arte en el mudo; para Shouto el primer día en una nueva escuela no era gran cosa, pero el no contaba que cierto pecoso asistiría tambien.

Al bajar por las escalera se dirigío a la cosina de su casa, pero al ver la hora decidio  salir e ir a la academia para no llegar tarde.

En orto lugar un joven de reboltoso cabello se encontraba en medio de un desayuno familiar muy animado, hasta que preguntó mla hora a su padre.

- Papá, ¿qué hora es?- preguntó deborando el último trozo de su tostada.

- son las 7:30, hijo - dijo el rubio para continuar degustando de su desayuno.

Al escuchar esto el pequeño chico dio un chillido de sorpresa y se lebató lo mas rapido que pudo de su asiento

- ¡¡Es tarde!! - dijo mentras corria por la sala de estar para tomar su mochila y luego dirigirse nuevamente a la mesa para despedirce de sus padres.

- Ya me voy Mamá - y le dio un beso en la mejilla a su madre, para despues acercarce a su Padre.

- Nos vemos lugo Papá - y le dio un abrazo a su padre a modo de despedida. Para disponerce a salir de su hogar.

- Izuku, no olvides tus supresores - mientras terminaba su desayuno.

- No te preocupes Mamá, los puse en mi maleta ayer por la noche. - Dijo el menor desde la entrada, mintras se acomodaba los zapatos y comenzaba a salir.

Al salir de su casa el peliberde sobió al automovil negro que los esperaba para llevarlo a su primer día de clases en la academia con la que habia soñado desde que descubrió su pación por la música.  

Mientras Izuku se encontraba de camino a la academia, mientras una marca se comenzaba a formar en su muñeca probocandole un ardor y una sensación de anciedad que el no podia explicar.                                                                                                                                                                                                                                                  Continuara...

La Sonata de Nueatro Amor [TodoDeku][Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora