Al ver el apoyo no solo moral sino también emociona que sus padres le ofrecían Izuku se sintió mas tranquilo ante toda la situación que les se le presentó en un solo día, no solo por haber encontrada a su destinado, casi haber muerto desangrado, conocer a sus futuros suegros o quien sabe, quizás no, pero lo que más le daba curiosidad y al mismo tiempo lo aterraba era saber quien fue alguna vez. Poco después la familia tubo que deshacer el abrazo que compartían para disponerse a distraerse de las emociones de aquel día, por lo que el omega menor fue hasta su cuarto para darse una ducha y cambiarse hasta que la sena estuviera servida, y como intuyó poco después la sena fue servida por Maki una omega que formaba parte de los empleadas de la casa y fue la misma quien fue a avisarle para que pasara a sentarse la mesa y se dispusiera a cenar con sus padres; una vez terminaron trataron de relajarse y olvidar los acontecimientos de la mañana y parte de la tarde con una partida de jenga a la cual no solo se limitaba a la familia sino que también participaron los empleados de aquella mención, pasando de esta forma una velada entre risas y uno que otro puchero por parte del pecoso al haber derribado la torre de bloques de madera en mas de una ocación.
Inko al ver la hora en su reloj de pulsera se sorprendió al ver que era casi las once de la noche, eso quería decir que estuvieron jugando por un largo rato, por lo que decidió dar por terminada la noche de juegos en familia ya que los Midoriya no consideraban a sus empleados como tales, sino más bien ellos y sus familias formaban parte de la suya propia.
- Bien chicos, es hora de ir a la cama - dijo a los presentes sacándolos de su concentración en el juego haciendo que la torre se viniera abajo a manos de MisakI la ama de llaves de la casa.
- Solo una más Mamá - soltó el pecosos mientras hacia su carita de perrito bajo la lluvia.
- Hoy no cariño, apenas es lunes y además mañana tienes escuela - argumento la peliverde
- Tu madre tiene razón Izuku, además los demás están cansados por las actividades de hoy y nosotros debemos ir mañana a la empresa temprano - secundó el alfa mayor logrando disuadir a su cachorro de seguir jugando.
- De acuerdo. - mencionó el pequeño omega con una sonrisa en sus rostro.
Por lo que entre todos limpiaron y recogieron el espacio que utilizaron para los juegos, poco después terminaron y todos los presentes se despidieron como cada noche y de esa manera cada uno se retiró a su respectiva habitación, y de esta forma fue que terminaron la noche de juegos familiar.
Una vez los Midoriya llegaron al segundo piso se dieron las buenas noches y el matrimonio se retiró a sus aposentos, a lo que Izuku al ver como sus padres de adentraban en su recamara hizo lo mismo y entro en la suya; una vez dentro solo se dejo caer en su cama y su mirada se concentraba en inmaculado techo de su habitación mientras meditaba en lo mucho que cambiaría su mundo de ahora en adelante, mientra eso cruzaba por su mente sacó el anillo que le fue entregado por sus padres.
- No quiero que esto sea solo por nuestros instintos o por que alguna vez estuvimos enamorados.... - confesó con pesar mientras miraba el anillo, ante esto su omega interno reaccionó y entonces tratar de consolarlo diciéndole que no solo es por instinto lo que siente sino también es algo que no podía expresar con palabras pero que pronto el sabría darle un nombre. - pero aún así quiero conocerte y saber quien eres de verdad... Shoto - mencionó colocando el anillo entre sus labios en un pequeño beso, pero al separarlo de sí y devolver su mirada al anillo vio que de las gemas que poseía la argolla resplandecían de manera intensa y única para poco a poco volver a su estado original secándole una sonrisa al pecoso y un suspiro de anhelo a su omega interno para sentir al mismo tiempo un déjà vu; poco después guardó el anillo en su caja y lo dejó sobre su mesita de noche y acomodarse en su cama para dormir con el pensamiento de que mañana seria un nuevo día.
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La Sonata de Nueatro Amor [TodoDeku][Omegaverse]
FanfictionIzuku Midoriya un jóven de 16 años, el cual es un prodigio en el vioĺín se reencuentra con su alma gemela a la cual encontró cuando tenia apenas 5 años en un parque cercano a su residencia, el cual era un muchacho de cabellos bicolires, y mirada het...