La Sonata de Nueatro Amor [TodoDeku][Omegaverse]

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Después de que Shūzenji Chiyo una beta la cual era la enfermera de la academia UA trataba la hemorragia en ambos jóvenes, que llegaron a la sala de enfermería; comenzó a buscar la placa que debían llevar los estudiantes de nuevo ingreso, cuando las divisó, procedió a buscar sus nombres en el sistema de nómina estudiantil de la academia, para poder contactar a algún familiar y que los viniera a recoger, pero antes de enviarlos a sus hogares debía explicarles su situación.

Pasaron unos cuantos minutos hasta que la enfermera encontró el nombre de uno de los chicos que se encontraban descansando desde hace un rato, para pocos momentos después darse cuenta que los dos jóvenes se encontraban asignados a la misma clase.
- Aquí están - dijo la fémina con una sonrisa en su rostro - Midoriya Izuku y Todoroki Shouto, clase 1-A - decía mientras abría la ficha de inscripción de cada uno.

Una vez puso el cursor de la computadora sobre la ficha de matrícula de Izuku, y en la pantalla de la computadora se mostraba una ventana con los datos personales y de contactos del menor, buscó el nombre del padre o la madre para luego proseguir a llamaros, pero al ver el nombre del padre del menos cayó en cuenta que aquel jovencito de cabellera revoltosa y verde era el hijastro de uno de sus mejores amigos, tomando en cuenta que ella no había visto al pequeño desde que este cumplió los 6 años, y fue por ello que no lo había reconocido de inmediato.

- Has crecido mucho, pequeño Izuku - pensó la fémina mientras se plasmaba en su rostro una pequeña sonrisa llena de nostalgia al ver y recordar al pequeño niño de cabellera verde y encantadora sonrisa que alguna vez conoció.

Mientras la enfermera recordaba cómo había conocido al pequeño Izuku, un joven de cabellera bicolor comenzaba a salir de su ensoñamiento.

- ¿D-Dónde estoy? - pensó el heterocromatico mientras habría lentamente sus ojos para acostumbrarse a la luz de aquella sala; de pronto sintió una fuerte presión en su brazo derecho y un leve dolor de cabeza, que lo hicieron posar su vista a su costado derecho en busca de él objeto que creaba una presión en su extremidad, pero al llegar al punto donde se sentía la presión en su brazo, vio que alguien le había realizado un torniquete a la altura de la muñeca por lo que vino a su mente la voz de aquel joven de rizados cabellos repitiendo la última frase antes de que cayera en la inconsciencia "Estas sangrando..." , de pronto recordó que había sido él quien llevo al pecoso a la enfermería por lo que con un gran esfuerzo decidió sentarse en aquella camilla donde momentos antes se encontraba descansando para buscar al pecoso, pero en el momento en que Shouto logró sentarse en la camilla el dolor en su cabeza que de por sí ya era molesto se convirtió en una fuerte punzada la cual recorría toda su masa encefálica y que pareciera que le iba a explotarle la cabeza en cualquier momento; por lo que llevó sus manos a los costados de esta; mientras él trataba de apaciguar el dolor, llevando sus manos hasta la zona donde parecía acumularse más el dolor, pero de pronto la voz de una mujer llamó su atención sorprendiéndolo.

- Vaya, ya has despertado - Dijo la enfermera al ver que el semialbino se encontraba sentado en la camilla - Será mejor que no te muevas mucho por el momento, o la marca de tu muñeca podría volver a sangrar - mencionó la fémina mientras señalaba con la mirada el brazo vendado del muchacho.

- ¿Qué fue lo que me sucedió? - mencionó el heterocromatico mientras aflojaba el agarre de sus manos soltando su cabeza y bajando lentamente sus brazos hasta sus costados, pero sin dejar de sentir aquel sofocante dolor, mientras dirigía su mirada a donde se encontraba la enfermera.

-Te desmayaste después de haber dejado al joven Midoriya en la camilla... - dio un suspiro y continuó - ...Y todo causado por la por la pérdida de sangre, debido a la marca en tu muñeca - Le explicó la enfermera a medida que se acercaba a la camilla donde se encontraba sentado, pero Shouto estaba desconcertado y analizaba cada una de las palabras que la mujer le decía, hasta se le vino a la mente la imagen de aquel angelical muchacho y fue entonces cuando este recordó al joven que llevó en brazos hasta la enfermería, de pronto un fuerte dolor en su pecho se hizo presente haciendo que su respiración se volviera agitada y pesada, mientras su alfa interno no paraba de estar inquieto, parecía como si buscara a alguien, se sentía inquieto y desconcertado por aquella reacción de su alfa interior, por lo que de inmediato y si por mero reflejo se tratase comenzó a buscar con la mirada a aquel joven de cabellera verdosa.