La Sonata de Nueatro Amor [TodoDeku][Omegaverse]

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Era una calurosa tarde de agosto y unos pequeños dedos rosaron la azabache madera, aquel pequeño niño alzó la tapa del instrumento de cuerdas y pudo sentir una corriente eléctrica que lo atravesaba desde la punta de sus dedos, esta corriente despertó un sentimiento de anhelo y nostalgia en su interior, pero no podía explicar él porqué. A lo lejos una albina que pasaba por el pasillo vio como su pequeño hijo acariciaba amablemente las teclas

- ¿Qué haces Sho? –

- Solo estaba viendo tu piano Mami – respondió el menor

- ¿Te gustaría tocar una canción con mami?

- Si, eso me gustaría mucho

De este modo Rey ayudó a su pequeño hijo a subir al banquillo y una suave canción de cuna los envolvió, "Little Star" fue la elegida por ambos. La melodía era dulce y tranquilizadora, pero mientras ellos tocaban despreocupadamente, la puerta fue azotada bárbaramente.

- ¡¿QUÉ CREES QUE ESTAS HACIENDO?! – cuestionó un pelirrojo, haciendo que madre e hijos se tensaran

- Solo estábamos... -

Pero antes de que pudiera decir una sola palabra más la albina fue brutalmente abofeteada, cayendo bruscamente al suelo. Shoto al ver a su madre caer y golpearse con una de las esquinas del piano, trató de correr hacia ella.

- ¡¡MAMÁ!! - gritó el pequeño mientras se bajaba del banquillo, pero antes de poder llegar al suelo fue levantado del cuello de su camisa

- ¡MAMÁ, POR FAVOR DESPIERTA! ¡¡¡SUELTAME!!! – gritaba mientras trataba de zafarse del agarre de su padre.

- SHOTO!!!, ¡¡¿POR QUÉ NO ESTAS ESTUDIANDO?!! – bufó el pelirrojo – DEBERÍAS ESTAR ESTUDIANDO EN TU HABITACIÓN, EN VEZ DE APRENDER ALGO TAN INÚTIL –

Al decirle esto lo llevó a su habitación entre gritos, llantos y pataleos suyos. Una vez en el cuarto soltó al pequeño y le dijo:

- No quiero que vuelvas a acercarte a ese piano... – exclamó Enji, mientras miraba como su hijo trataba de levantarse del suelo – Y la próxima vez que te encuentre haciendo algo tan inútil... te destrozare los dedos. – advirtió el mayor.

Shoto al escuchar esto, solo se quedó en silencio y ni siquiera se molestó en levantar la cabeza.

Poco después la puerta fue azotada y el sonido del cerrojo se escuchó; con esto, lo habían dejado completamente solo y sin la posibilidad de salir, ya que su ventana se encontraba cubierta por una reja metálica.

Shoto odiaba su casa, odiaba como sus hermanos, su madre y él eran tratados en aquel lugar; aquella casa era como una prisión y sabía que no podía escapar de allí. El castigo por aquel día fue estar encerrado en su habitación por casi una semana solo con la posibilidad de salir a sus clases de kendo, arquería y judo, pero siempre acompañado de tres guardaespaldas como precaución y vigilancia.

La semana pasó y lo primero que Shoto hizo fue buscar a su madre, encontrándola en la cocina junto a sus tres hermanos, ellos se veían muy felices juntos, así que entró corriendo para abrazar a su madre, pero al momento que la tocó ella temerosamente correspondió al gesto del pequeño mientras sus hermanos trataban de evitarlo.

- Mamá, ¿estás bien? – dijo sollozante el menor – por mi culpa te golpeó, lo lamento mucho mamá – le decía mientras no podía sostener más sus lágrimas.

- Si cariño, estoy bien. No fue nada que mamá no pueda soportar – le respondió con una temblorosa sonrisa.

Después de ese incidente Shoto trataba de no acercarse a aquella sala, pero le resultaba casi imposible, ya que siempre podía escuchara a su madre tocar aquel fantástico instrumento.