THIRTY ONE

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El Hatake movía su pie inquieto, mientras esperaba alguna noticia del médico, parecía realmente una eternidad el estar allí

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El Hatake movía su pie inquieto, mientras esperaba alguna noticia del médico, parecía realmente una eternidad el estar allí.

— Rin, perdón por no poder quedarme más tiempo, debo regresar al trabajo o sino tendré graves problemas, llámame si necesitas algo. — mencionó Tenten.

— Está bien, no te preocupes, ten cuidado. — contestó la Nohara. — adiós.

Tenten salió pronto del hospital después de despedirse también de Kakashi.

Rin miró de reojo el otro lado de la sala, donde estaban Kakuzu y los demás, se percató que no estaba el rubio con ellos y disimuladamente lo buscó con la mirada.

— ¿Pasa algo? — preguntó curioso el peligris.

La muchacha negó con la cabeza y se levantó de su asiento.

— Ya vengo, iré al baño. — avisó. — No hagas nada estúpido. — amenazó mirando un poco enojada al Hatake.

No quería preocuparse de más, pero ella sabía perfectamente lo mal que la había pasado el Kamiruzu y peor por los malos tratos de parte del Hatake, nadie sabía de que se trataba realmente todo esto, así que no era justo que lo culparan de esa manera.

Caminaba lentamente por los pasillos del hospital, pensando sobre todas las cosas que acababan de pasar, era demasiado como para asimilarlo en un sólo momento.

A decir verdad, no estaba tan preocupada en el aspecto de su herida, las cosas parecían marchar bien dentro de su habitación.

Era más bien, por todo lo que había estado pasando Obito, él solo.
Sentía como el pasado regresaba a atormentarlo, estaba mal por eso también, pero no tenía ni idea de cómo ayudarlo, regresar a ese agujero del que les costó salir era lo último que quería.

Mientras pasaba por todo el lugar, se detuvo rápidamente al encontrar al Kamiruzu sentando en el piso de una de las tantas esquinas del hospital, se quedó mirándolo por un tiempo.

Por la posición en la que estaba y los sonidos que dejaba salir, indicaba que estaba llorando. La castaña se acercó a él lentamente, no quería ser molesta o algo por el estilo, pero si el chico necesitaba ayuda quizás ella podría dársela.

— Dei, ¿Te encuentras bien? — preguntó acercándose a él.

El ojiazul limpió rápidamente su cara y rió nerviosamente.

— Rin, no te había visto. — habló nervioso evitando que ésta lo mirara a la cara.

— No necesitas pretender que estás bien. — regañó la chica. — sé perfectamente que no la estás pasando bien, y no necesitas negarlo.

El rubio tragó saliva y junto sus rodillas a su mentón.

— Tengo la culpa de todo, hmm. — susurró.

Más que pasión - [T/ObiDei] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora