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Louis

Debería haberle dicho a Eleonor que no quería salir con ella. 

Debería haberle contado que estaba enamorado de otra persona. 

Debería haberle gritado al mundo, pedirle salir a él, no tener miedo. Todas estas frases fueron como un resorte al tenerle a tan poca distancia, una amenaza de mi cerebro y de mi corazón, ambos me avisaban de que, si volvía a hacerle daño, iba a ser más miserable de lo que ya era y que para mí ya habría ninguna salvación. Ni popularidad, ni fútbol, ni nada. 

Nada era peor que sentirme el ser más miedica y asqueroso del mundo. Bueno, había algo peor: el hecho de no tenerle entre mis brazos. Eso sí que era peor y doloroso.

También era horrible que nuestro único y corto momento, hace dos años atrás, consistiera en ver sus ojos verdes cristalinos, inundado de lágrimas el día que nos conocimos, el día que me cambio la vida.

Porque aunque no me gusta decir estas cosas, era la primera vez que sentía algo parecido a lo que contaban los libros y las películas.

Solo soy un adolescente de dieciocho años que quiere pasar toda su vida con su adolescente de dieciséis años. 

Porque te quiero y no miento, Harry. 

Harry

Estaba a un paso de mí, físicamente, mentalmente creo que siempre estuvimos a kilómetros. Porque lo que sentí aquel día en el que todo parecía derrumbarse, no lo he vuelto a sentir nunca, porque tengo la sensación de que él y yo estamos hechos para estar juntos.

La tristeza y la frustración siempre se desliza por mi piel blanquecina al no poder ir a sus partidos, o al no verle sentado viéndome bailar. 

Aplaudiéndome, mirándome, mirándome solo a mí. 

O simplemente poder sentirlo conmigo, y no solo físicamente.

Louis

Pronto Harry cortó nuestro juego de miradas y se sentó en el sitio que su compañero Evan había dejado libre, y pude sentarme.

Mi piel todavía se sentía sensible después de haber sentido sus ojos.

E intentaba organizar todos mis pensamientos cuando su presencia estaba cerca de la mía, pero era prácticamente imposible porque mi sistema se volvía loco.

¿Qué has hecho conmigo, Harry Styles? Me repetía constantemente, pero solo dos segundos después mi cabeza realizaba una respuesta inmediata.

"Hacerte sentir querido, Louis" "Que quieras seguir estando aquí" "Que sepas lo que de verdad es querer a alguien", "Que sientas..."

Tantas cosas que no podía contarlas con los dedos de mis manos. 

El señor Clawells pasó por nuestro lado, dejando una hoja llena de instrucciones que teníamos que seguir para hacer el trabajo. 

Iba a ser un desastre, pero uno bonito. Polos opuestos, pero a la vez tan parecidos.

Giré la cabeza para ver que hacía. Sus ojos observaban el paisaje que había fuera de la ventana, su cabeza estaba apoyada en su mano y parecía que quería volar junto a los pájaros blancos, que surcaban el cielo en aquel instante. 

Si supiera dibujar, juro que hubiera trazado sus facciones y todo el amor que sentía por él en un lienzo.

Poco a poco se dio la vuelta y me encontró mirándolo. Creo que por un momento se paró el tiempo. Sus ojos siguieron conectados a los míos y, poco a poco, fue bajando la mirada, posándola en la hoja llena de tinta. 

Over AgainDonde viven las historias. Descúbrelo ahora