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Maratón final 1/4

Lamento mucho la tardanza, estos capítulos han sido difíciles de escribir... Pero aquí estoy, prometan no odiarme :(

Durante mucho tiempo no entendí el por qué mamá parecía ser tan paranoica respecto a los hombres

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Durante mucho tiempo no entendí el por qué mamá parecía ser tan paranoica respecto a los hombres. Desde niña me enseñó acerca del consentimiento y lo importante que era tener claro que nadie podía sobrepasarse conmigo ni hacerme nada que yo no deseara.

Sin embargo, gran parte de mi vida creí que solo exageraba, que nada de lo que decía tenía sentido y nada más quería sobreprotegerme porque era una mamá controladora.

Ahora sé que no es así.

Mi madre fue abusada por casi un daño. Su hermanastro la sometió contra su voluntad a costa de chantajes y mentiras para tenerla.

Lamentablemente ella tuvo que ceder.

Y yo igual.

No sé cuánto tiempo ha pasado, si un mes o dos. Al inicio podía contar los días de mi encierro con la tenue luz que ingresa al sótano donde Zack me tiene secuestrada. Pero con el paso del tiempo perdí la noción de los días.

Y de las veces que él me ha lastimado.

Tenía razón, es mejor rendirse a ponerlo de mal humor y que me hiera más. Su fuerza es el triple de la mía, y cuando no quiero hacer lo que me pide, recurre a la agresión de todo tipo. Incluso me ha dejado sin comer durante días enteros por no querer tenerlo cerca.

Esta es una sensación que no le deseo a nadie, porque ninguna persona merece pasar por algo así. Él se está encargando de acabar con cada cosa buena que tengo y la absorbe para dejarme en tinieblas.

—Come —gruñe Charlie. O bueno, Emmily, quien verdaderamente es la hija loca de Zack, la misma que intentó asesinar a mi cuñada Ángeles hace más de 6 años—. No me importa si te mueres de hambre, por mi mejor. Pero papá te quiere viva mientras le sirvas, así que trágate lo que tienes en el plato.

Pero no tengo fuerzas siquiera para comer. Me encuentro hecha un ovillo en el colchón sucio extendido en el suelo de concreto que ha sido testigo de mis peores desgracias estos días.

—¿Qué hora es...?

—La hora de que te calles y comas. —Emmily empuja el plato con su pie para acercarlo a mi rostro. La cerámica me golpea el pómulo con fuerza, causando que un poco de la avena que hay en él me queme la cara—. Te lo buscaste.

—Como sea —refunfuño de mala gana, reincorporándome en mi lugar para probar aunque sea un poco de la avena, que en verdad parece un montón de papel licuado en vez de comida.

Alimentarme se ha vuelto... Algo horrible. Desde que estoy aquí me he enfermado varias veces porque no me dan los alimentos necesarios para mí, ni tampoco me suministran mi vitamina B12, que es crucial para cualquier persona que ejerza el estilo de vida vegano.

¡Hey, Connor!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora