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Connor Carter.

[Dos horas antes]


Peyton se mueve con una facilidad que me impresiona. La manera en la que se contonea al ritmo de la música ha conseguido dejarme boquiabierto.

Mi corazón continúa acelerado después de ese intento de baile que tuvimos y aunque en realidad, la pisé más veces de las que puedo contar, fue un momento demasiado agradable entre ambos.

Peyton es agradable.

¡No. Tranqui. Yo perreo sola! —grita la chica de los ojos verdes antes de mover sus caderas de una forma tan rápida que casi ni puedo procesarlo.

Segundos después una chica mucho más alta que ella, de cabello oscuro—Blair, la mejor amiga de Tania—se coloca detrás de ella y juntas comienzan a bailar de una manera... exótica a mi parecer.

Ella parece consciente de todas las miradas que recibe en este momento, y en realidad no parece molestarle, está tan concentrada en lo suyo que parece pasarle desapercibido que medio gimnasio se la come con la mirada.

Quizás hasta yo...

Una sonrisa escapa de mis labios al verla guiñar un ojo en mi dirección, no sé por qué eso consigue que mi rostro arda de vergüenza... Sin embargo no aparto mi vista de ella.

—¿Qué miras? —escucho una voz a mi lado.

Desvío la mirada hacia aquella voz, encontrándome con el rostro de mi hermano mayor emerger de entre las luces neones.

—¿Yo? nada—me limito a responder sobre la música.

—No te hagas, Connor—sisea, está molesto.

—Bueno... no soy el único—me defiendo y señalo el entorno—Por si no te das cuenta, media preparatoria está viendo a Peyton.

Su rostro se contrae ante mis palabras y avanza unos pasos más para tener una mejor vista del escenario frente a nosotros.

—Mierda, ¿qué se supone que está haciendo? —inquiere fastidiado.

—¿No es obvio? Baila, Colton—respondo con un aire relajado.

—Yo sé, idiota—brama—Pero, ¿por qué se mueve como ramera? Ugh, no creí que fuera así.

¿Acaba de llamarla ramera?

—No tiene nada de malo que baile como quiera—expreso intentando mantenerme sereno—Peyton es diferente a tus otras conquistas por si no te has dado cuenta, hermano. Es... extrovertida, libre, es...

—Puede ser lo que sea—me corta de pronto—Pero no una cualquiera, no conmigo.

Y sin más pasa por mi lado, aproximándose hacia el círculo donde la chica castaña baila junto a su amiga.

¡Hey, Connor!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora