I'm dying just to know your name.

Capítulo 11: Starbucks.

Amy.

¿Te parece si vamos por un café a Starbucks? – pregunto una vez a mi lado. Lo mire y no pude no perderme en sus ojos.

Amo el Café. – dije y baje mi mirada.

Sonrió y seguimos caminando. Las calles estaban semivacías y solo se podía escuchar el cantar de las aves. Nos dedicamos a caminar e intercambiar alguna que otra mirada.

Mi mamá inoportunamente interrumpió mis pensamientos, a través de mi celular.

Amy, ¿a dónde estas? – escuché. – Por ir a tomar un café con los chicos –  seguí. – ya sabes mamá, con Rubí, Harry.. y los demás. – dije intentando que Liam no escuchara. No llegues muy tarde Amanda – finalizó mi madre con voz amenazante.

¿Por qué no dijiste mi nombre? – escuche la voz de Liam.

¿Qué? – lo miré sorprendida.

¿Que por que no le dijiste a tu mamá que también ibas conmigo? – miro al suelo un poco triste.

Yo.. em.. yo .. – Intentaba encontrar una respuesta – hay cosas que no le cuento a mi madre, es que no sé, no iba a saber quien eras – dije haciendo que las palabras se amontonaran en mis labios.

Áh.. – fue lo único capaz de decir. ¿Que piensas de mi Amy? – y con esto me mató.

Bueno, no se .. la verdad es que te conozco hace poco tiempo – lo mire – pero sé que eres muy mal dibujante – ambos reímos.

Acepto que necesito unas cuantas clases, muchas mejor dicho – se corrigió. Reímos, como si nos leyéramos la mente.

Puedo ayudarte si quieres, digo como para que no repruebes – vacile con mi respuesta.

Eso sería grandioso – me dedico una risita una vez más.

Y llegamos al café. En todo el trayecto la verdad que no se qué habrá sido de Rubí y Harry. Nos giramos para buscarlos y ya no estaban ahí, resolvimos entrar e hicimos los pedidos. Mientras esperábamos que nos trajeran a él un Frapuccino Chocolate Cremé y a mí un Caramel Frapuccino, el cual adoraba, nos sentamos en una mesa para cuatro cerca del largo ventanal.

Comenzamos a mirar a través del vidrio. Di algo pensaba, el silencio desespera. Inició  preguntándome por Lou, y otros intereses.

Sus ojos se iluminaban cada vez que comentaba algo acerca de la música, al igual que mis ojos los hacían por ver un pincel. Tenemos tanto en común de una manera tan ambigua que asusta. Nada es perfecto y si aparenta perfecto se destruye. Tengo miedo, miedo de enamorarme y que esto no sea lo que promete.

Mire a mi alrededor y Rubí y Harry no parecerían asomarse. Lo hicieron adrede, supuse y achine los ojos.

¿Dije algo malo? – sonrió Liam.

No, no.. solo me preguntaba donde estarán los demás. – sonreí.

-Quizá lo hicieron a propósito.

-¿A propósito de qué? ¿Tú y yo? ¿Solos?

No- rió- ellos querían estar solos.

Ah – confieso que me había ilusionado el hecho de que planeara esto como una especia de “cita”, si se puede llamar así.

Zayn.

Hacia frio, ideal para tomar un café. Para mi suerte Starbucks quedaba solo a unas cuantas cuadras de mi casa. Caminé rápidamente. Llegue a la esquina donde se encontraba el café y no pude evitar mirar por la ventana, aunque hubiese preferido que asi no fuera.