Liam.
Cuando sentí el picaporte mi corazón estallo, no podía estar más nervioso. Era digno de morir de un infarto con la emoción que tenia.
Abrió la puerta, su cabello aun estaba húmedo y parecía más o igual de feliz que yo.
Sonreír fue lo primero que hice. Ella respondía a mis gestos a la perfección.
- Hola.
- Hola, pasa – me respondió.
- Gracias – dije y pase.
Ya conocía el lugar pero no sabía a dónde íbamos a ir.
- Vamos a mi habitación,¿ te parece?
- ¿A tu habitación? – le pregunte abriendo los ojos como platos.
- No seas baboso, es que ahí no nos va a molestar nadie, y es mas cómoda – sentencio con una pequeña risa.
- No no no, no había pensado nada malo – no sabía cómo salir de esta – es que a veces soy medio torpe – me rasque la nuca, la verdad es que la timidez me sacaba de contexto.
Ella solo siguió sonriendo y me enseño el camino por las escaleras, acomode mi guitarra al hombro y la seguí.
Intente no mirar su caminar, pero su cabello oscuro caía y se contorneaba de una manera tan sensual, lo único que era capaz de pensar es que no existía mujer más perfecta que ella.. o por lo menos no para mí.
Llegamos al descanso y nos dirigió a una de las habitaciones, abrió la puerta y me dejo pasar primero.
- Las visitas primero – sonrió.
Asentí y pase. Tenía un hermoso decorado en colores blanco y rojo, fotos de Londres y Paris, algunas pinturas, parlantes para iPod, una computadora sobre el escritorio que combinaba a la perfección con su color caoba claro. Estaba ordenada, y olía bastante bien. Pero lo que llamo mi atención perdidamente fue un cuadro de amplias dimensiones que se encontraba apoyado sobre una de las paredes traseras de la habitación, cerca de la ventana.
No dude en acercarme, a paso calmado claro está, me detuve frente a él. Se veía dibujado algo asi como una Riviera Francesa y un muchacho apoyado en un de los barandales mirando hacia el horizonte. Era hermoso, bellísimo, de eso no había duda.. pero por extraño que parezca tenía una conexión conmigo.
Nunca había sentido eso, no con una obra plástica.. Con canciones sí, pero a menudo las pinturas solo eran eso para mí.. Esta era como si fuese mía, como si fuese yo. Tenía que decirle mi inquietud, había pasado varios minutos observando la obra.
- ¿La hiciste tu? – pregunte.
- Si si – respondió dudosa – ¿Por qué?
- Es hermosa – le sonreí – pero me causa una sensación extraña, me resulta familiar – seguí aun mirando la obra.
Ella solo dijo gracias, y evadió el tema.
- ¿Te gusta mi habitación? – dijo sentándose en su cama.
- Si, es linda – volví a sonreírle.
Amy.
No encontraba la forma de desviar el tema de la pintura. Por Dior Liam, no te enteres que el de la pintura eres tú. ¿Qué haría si lo supiese? Seguramente pensar que soy una loca, psicópata y obsesionada con él. No se puede andar pintando a la gente sin su consentimiento, supongo. Es un tanto extraño. Lo peor de todo es que el fondo, el sabe de quién se trata, es inconfundible la forma en la que cae su cabello, su tan formado cuerpo y hasta su pose es idéntica a su forma de ser. Si Louis lo viese seguramente me mandaría urgente al psicólogo.
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I'm dying just to know your name.
FanfictionEsta es la historia de Amy, una joven inglesa, que en su sueño de ser alguien en el mundo del arte, conoce al chico más dulce y con la sonrisa más perfecta del mundo , Liam. ¿Qué les esperará? ¿Se enamorarán?... conoce esta historia prometedora llen...