TIERRA 27

Capítulo 12

Después de la reconciliación, las chicas decidieron buscar a Alex y a Sam.

Me encontraba en el búnker donde pasé toda mi adolescencia... bueno, casi toda. Solía venir aquí a escribir, pero hoy no puedo concentrarme. No sé qué me pasa. Vine a Riverdale para volver a ser ese escritor famoso que alguna vez fui, pero entre los hombres búho, los extraterrestres y todo lo demás... no sé si estoy alucinando.

Creo que ya sé lo que tengo que hacer. Pero voy a necesitar la ayuda de una amiga. Mejor dicho, de mi jefa.

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En el restaurante

Se abre la puerta y entran Sam, Toni, Lena y Kara.

— ¡Tengo mucha hambre!
gritó la rubia, haciendo que todos en el lugar voltearan a verla.

— ¡Yo igual!
dijo su hermana siguiéndole el juego.

— No, definitivamente salen con niñas. Las entiendo.

— ¡Oye! No soy una niña... Kara sí lo es. Mejor dicho, es una bebé.

— ¡Oye! No soy una b—
Fue interrumpida por Lena, quien le susurró algo al oído.

— Bueno... sí, es verdad. Soy una bebé adorable.

— Par de calenturientas que son.
Rodó los ojos.

Iba a decir algo más, pero Lena le mostró una hamburguesa, logrando que se callara de inmediato. Todas estaban atentas a sus interacciones.

— ¿Por qué mejor no nos sentamos?

— Concuerdo... además, este bebé hace que se me antoje todo.

Las chicas se acomodaron en una mesa en la esquina del lugar.

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POV

Estaba sentado en una mesa cercana. Me acerqué a Tabitha para pedirle un favor, pero antes de hablar no pude evitar reírme por las tonterías que las chicas estaban diciendo. Me caen bien... aunque tengo la sensación de que ocultan algo. Lo averiguaré.

— Hey Tabitha, quería pedirte un favor, ¿sabes?

— ¿De qué se trata?

Justo cuando iba a responder, la puerta se abrió y entró Jessica... mi ex.

— Jughead Jones. Cuánto tiempo sin vernos.

— Ujum... lo mismo digo. ¿Trajiste lo que te pedí?

— Por supuesto. ¿Quieres un viaje por el cielo? Esto te ayudará. Eso sí... son cien dólares.

— Toma. Aquí tienes. Es lo único que tengo.

— ¿Y tú quién eres?
preguntó Tabitha, cruzada de brazos.

— Alguien muy querida por Jones, ¿verdad?
respondió Jessica, mirándome. Pero pronto su mirada se desvió hacia una rubia que peleaba con una máquina de chicles.

— Es... mi ex. Pero no tiene importancia.
Lo dije al ver que Jessica no quitaba los ojos de cierta rubia que forcejeaba con la máquina. Lo peor: una pelinegra irlandesa la miraba con una expresión que gritaba: "llegó tu hora, piruja".

— Creo que aquí va a haber sangre.

— ¿Por qué?

Tabitha solo se reía al ver mi cara de confusión.

— Nada, Jones, nada...

Solo la miré, sin entender.

— Ok... como te decía, quiero que me vigiles en el búnker. Voy a comer estos hongos mágicos para poder escribir. Solo así logro concentrarme y necesito inspiración para el libro sobre los alienígenas, los hombres búho y otras cosas raras. No tengo mucho tiempo. Esto me ayuda a ver las cosas con claridad. Tú sabes que tengo que descubrir la verdad.

— No creo que sea buena idea... puede ser peligroso.

— Nada será peligroso si estás conmigo, ¿de acuerdo?

Ella se sonrojó un poco.

— Está bien, pero si se sale de control, me la pagarás. Y llamaré a Betty para que te encierre en una celda, ¿entendido?

Asentí, sin dudarlo.

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Lo que no sabíamos era que cierta rubia kriptoniana, sin querer, nos había escuchado.

— ¿Alienígenas? ¿Hombres búho? Esto sí que es raro... tengo que contárselo a las chicas.
Dijo mientras intentaba sacar un chicle de la máquina, frustrada.

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¡Chicos, volví!
Espero que les guste este capítulo.
Con amor,
Dreamer
SUPERCORP siempre será endgame

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