Capítulo 17: Dolor y sufrimiento.

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"Por eso es que nada puede salir bien, alguien siempre viene a interponerse".

LEYLA OSKAN

Con un mar de lágrimas en mis ojos, me siento vacía, desolada y, sobre todo, una estúpida. No sé cómo me confié tanto en las palabras de ese idiota y, sobre todo, que él me llama para restregarme todo en la cara.

Todo iba marchando bien, sin embargo, creo que me desesperé un poco, esto es algo que con él nunca debió suceder, en fin, ya está hecho.

Ahora solo me queda seguir con mi vida, no sé qué me vaya a pasar, pero debo detenerme ahora, no sé ni donde voy.

Me siento en uno de los bancos del parque, con mis cosas de la universidad, sin aliento, con lágrimas en los ojos.

Respiro un poco, miro a ambos lados y nadie me sigue, eso es bueno, no quiero que venga a darme súplicas como si no hubiese hecho nada, ya que lo vi, estos ojos vieron lo que no debían ver.

Ya recordé porque estaba sola, sin embargo, no debo rendirme al amor por eso. Quizá nunca quiso contármelo porque sabía que perdería, en fin, ahora tengo que pagar por el dolor de una traición de alguien que no es ni mi pareja.

¡Me entregué a él!, de una manera estúpida e ingenua, eso me duele bastante, no obstante, tengo que llamar a Sevda e Irem para que me ayuden a tomar algún tipo de decisión, siendo franca, ahora no sé qué puedo decidir.

Voy a casa, tenía más clases con él, sin embargo, no quiero verle la estúpida cara de que yo no fui, como si de verdad no hubiera hecho nada cuando lo vi tocándola de la cintura y besándola.

¿Será una amante?, o, ¿la amante siempre fui yo?, ¿su esposa?, ¡Ay!, no lo sé, solo sé que debo de olvidar todo esto.

Abro la puerta y veo a mis padres y mi hermana Leyah, es tan hermosa, tenía unos días sin ver a mi familia y es porque no coincidimos en los horarios.

—Buenas tardes, hija, ¿no ibas a comer en la universidad?, no entiendo que buscas aquí —miro al suelo, pienso una excusa.

Sí, mis padres me han estado tratando de una manera más dura últimamente, no sé que pasa, ni modo, ahora todo se pone en mi contra.

—Buenas a todos —mi hermana, aunque no es menor de edad, se comporta como tal y me abraza fuerte, es justo lo que necesitaba para notar que no estoy sola. —Iba a comer allá, pero surgió un percance y nos despacharon.

—Entiendo hija, hay un poco de pasta en el microondas, come con ella, si es que deseas, siempre haces lo que quieras.

—Gracias —le respondo a mi madre y tomo dicha comida para irme a mi habitación.

Les escribo a mis dos mejores amigas "código ds", esto quiere decir dolor y sufrimiento, esperaré a que ellas me respondan, ya que nada más ellas saben lo mucho que he pasado con dicho profesor y que no quiero sé que repita.

Veo que ambas me responden en un grupo que tenemos las tres, exclusivamente de chicas y uno que tenemos con Kerem, porque es que con los chicos no es la misma confianza, de todos modos, es nuestro hermano.

—Ya vamos a tu casa, me extrañó que no me dijiste nada cuando saliste —menciona Irem, sí estábamos juntas en la clase.

—Creo que ya me imagino de quién se trata el dolor y sufrimiento, no te preocupes, tus 911 irán a buscarle la solución a todo, mi hermosa —Sevda es una dulzura, como la adoro, es tierna y siempre sabe escuchar, a la vez es una completa loca.

Coloco un pijama y miro mi celular, tiene mensajes de Halil, los cuales ni loca pienso responder, es momento de ponerlo en su lugar y dejarlo con las ganas.

Miro todos los mensajes.

—Hola, Leyla.

—Por favor, cuando leas estos mensajes, quiero que hablemos, esto no ha sido lo que viste. Ella es mi ex, siempre viene a fastidiar en estas fechas y nunca entiende que no estamos juntos.

—Lo de ese beso, te juro que no fue adrede, no quería besarla.

Idiota, le diré una sola cosita que no me quedaré guardada.

—Hola, Halil. Varias cosas.

—Primero, no tenemos nada que hablar. Segundo, retiraré todas sus materias y es posible que me cambie de universidad.

¡Carajo!, eso lo va a matar.

—Tercero, no me interesa lo que sea, de todos modos, solamente fui una más con la que te tiraste, seguro así me tomas, ni te importo y me buscas para tirarme otra vez.

Me tiemblan las manos cuando mando este mensaje, que fuerte, sin embargo, eso es lo que hace el enojo.

—Lo último, pero no menos importante, es que no querías besarla, no obstante, ya lo hiciste, es una pena. Hasta luego, quizá después me recuerde hablarte.

Las lágrimas salen, esto duele, ya que, el daño está hecho.

Y es que lo lamento Halil, pero deberás luchar mucho para hacer que te escuche.

Mi profesor es un Stripper ✅️ (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora