Capítulo 1: Día común.

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"A veces es necesario examinar más allá de lo que tenemos enfrente."

LEYLA OSKAN

Quiero pensar que mi vida no es complicada, pero a veces debo decir que es del asco, aun así, debo de continuar. Estambul es una ciudad muy bonita, pero a veces las personas que te rodean pueden ser muy molestas.

Vivo con mis padres y mi hermana menor, Leyah, tiene dieciocho años. En este momento, tengo veinticuatro años y estoy estudiando pinturas, artes, diseños de moda e interiores, y una especialidad en arquitectura, todos con técnicos y carreras afines.

Me siento en la sala a desayunar algo de frutas y agua mineral, me gusta mucho la vida saludable. Puedo ver a mis padres sonrientes, a la vez, mi madre me entrega el desayuno, y hermana menor está sentada a mi lado ya degustando de su plato.

—Buen día, familia, espero que se encuentren bien en este día—asienten esbozando una sonrisa y mi querida madre se sienta a comer con nosotros.

—Estamos bien hija. ¿Tú, cómo estás? —los observo seriamente, en especial a mi padre, que es quien pregunta.

—Bien, aunque algo nerviosa porque comienzo un nuevo ciclo y vienen los temas y asignaturas fuertes, pero no me impide seguir, sé que puedo con todo—ellos acarician mis manos para que me calme.

—Eso me gusta, positiva.

Mi padre es director general de una de las más grandes empresas de arquitectura en todo Estambul, de allí mi amor por el arte y diseño. Mi hermosa madre es profesional en Contabilidad, ella es buena en los números, aunque a mí en lo personal se me va más el arte. Leyah quiere ser cantante, es un hermoso sueño que puede cumplir con la hermosa voz que tiene, amo la familia talentosa que tengo.

—Sí, papá—los abrazo a los tres para irme—. Lo siento, tengo clase larga y debo irme, nos vemos en la tarde, ¡los amo! —grito mientras salgo como loca de casa.

—¡Adiós, hija!

Salgo literalmente corriendo, pero es que no es momento de detenerme. Me llevo la bicicleta de mi hermana, ya que mi vehículo está en el taller y no puedo usarlo hasta que lo reparen. No quiero ni recordar que unos niños necios les colocaron clavos a las llantas del vehículo y me lo han dejado todo rayado.

Por lo menos la universidad no está lejos, me toca clase de pinturas y tengo profesor nuevo en esta sección de clases, espero que no sea un tonto amargado, no quiero comenzar el ciclo universitario y saliéndome canas verdes.

Veo que ya estoy en la esquina de la universidad. Estaciono la bicicleta en el parqueo de afuera para poder entrar rápido. Miro mi reloj y es ¡Por Dios santo!, ando cinco minutos tarde.

Busco mi aula, soy nueva en este sitio, porque estaba en otro establecimiento y por cada grado debes de moverte de bloque, ahora me encuentro en el B.

Me muevo con rapidez y veo a toda la clase. Puedo observar algunas caras conocidas del otro ciclo, entre esas ¡Una de mis mejores amigas!

Ella me observa y sonríe, me aparta un lado, ya que hay una silla vacía en su mesa.

—¡Irem! —le dejo un abrazo, tenía unos días sin verla.

—Leyla, que bueno que estamos en la misma clase de pinturas, artes y diseño. Dicen que el profesor es un estúpido, pero que está buenísimo.

Iugh, que combinación ni más extraña.

Irem Kayah, de mi misma edad y mejores amigas desde la secundaria. Tenemos otra mejor amiga, pero debe estar en las clases de arquitectura, porque eso quiere ser, siempre nos hemos impulsado por lo mismo, ya que nuestros padres son unos colegas increíbles en el área de arquitectura y contabilidad.

Quien nos falta en esta clase es Sevda Cahn, es nuestra otra hermosa chica, pero nos veremos en los recesos que nos dan, al menos esto se acaba en algún momento.

Amo las clases que darán ahora lo que no amaré es que lo que haya dicho Irem del profesor sea real, que sea un estúpido guapo.

Veo que entra un joven, tiene que tener sus treinta años. En serio, sí que es guapo, para ser profesor entre tantas chicas y chicos, es demasiado apuesto.

—Buenos días, estudiantes.

Su camisa apretada color blanco y una corbata de color azul marino acorde con su pantalón, me deja con la vista nublada y centrada en sus pectorales, que bien se ve, no mintieron los rumores.

—Buenos días, profesor.

Tomo mi cuaderno de apuntes y dibujos.

—Me presento, mi nombre es Halil Yildiz, seré su profesor de artes, pintura y diseño, también puede ser que de otras asignaturas para algunos. Gracias por formar parte de esta clase.

Sonreímos, se ve amigable, no se nota tan estúpido como dijo Irem, pero lo de guapo, por supuesto que sí.

«¡Uy, uy, uy!, eso no se lo puede quitar nadie, pero si se deja con gusto le quitaría la ropa».

En estos momentos, necesito a Kerem Yilmaz, nuestro único amigo hombre en el grupo, es lo más acogedor y agradable que hay en la existencia de toda Turquía, me agrada su amistad.

—Bien, tomen sus apuntes, poco a poco nos iremos presentando uno por uno, conforme pase el tiempo estaré también mirando sus formas y comportamientos.

Asentimos y comenzamos a escribir el proyecto que nos va a enseñar. Sus clases se ven que son buenas y tiene una caligrafía sorprendente, eso es de admirar en un hombre. Aunque, usualmente, los que diseñan y pintan tienen una buena caligrafía, eso es por los trazos tan perfeccionados.

Siento una mirada fija en mí, cuando miro hacia arriba es el profesor que me está observando con detenimiento.

—¡El de allá atrás!, en vez de perder tu tiempo mirando el celular, deberías hacer como esta joven... ¿Tu nombre?

Me señala y asiente.

—Leyla Oskan.

—Como Leyla, lindo nombre, por cierto, joven.

—Gracias, profesor—no puedo evitar ruborizarme, es algo demasiado... inesperado, sin embargo, me gusta.

Mi mejor amiga me mira.

—Caramba, ni bien empieza el día y ya te andan diciendo piropos, creo que alguien será la favorita del profesor.

—No, nada que ver, solo hago lo que me gusta y por eso pongo atención, además, no dijo nada raro, solamente que mi nombre era lindo y que estaba tomando mis apuntes con concentración y delicadeza, es todo.

—Sí, sí, claro, ya te veo como la mejor del salón, Leyla—ruedo mis ojos en forma de desagrado.

—Será porque me lo ganaré, no por el profesor.

Este día me gusta, el sol afuera y las clases no son tan aburridas.

Seré una estudiante sobresaliente, solo es cuestión de preparación y atención.

Seré una estudiante sobresaliente, solo es cuestión de preparación y atención

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Mi profesor es un Stripper ✅️ (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora