Mi profesor es un Stripper ✅️ (EDITANDO)

Capítulo 15: ¿Le digo o me retracto?

"No sé si sea buena idea que sepas la verdad o me sigo guardando esta mentira".

HALIL YILDIZ

Ella se mueve un poco, sé que la duda ahora mismo la debe de estar carcomiendo viva, es por eso que no sé si deba decirle ahora o esperar a que ella misma se dé cuenta.

Algo que sí es seguro, que, si fuese muy curiosa, con el tatuaje que tengo ya lo hubiese notado, pero al parecer está demasiado empeñada en disfrutar el momento que tenemos juntos ahora mismo los dos.

—Lo que te iba a decir es que eres la chica más hermosa e increíble que he encontrado y haré que este sea un día inolvidable para ambos.

—Pues, adelante, colóqueme en la pose que más le guste y hágame suya profe, no quiero seguir con esas ganas, mi vagina lo pide a gritos.

Río un poco, no esperaba que ella se pusiera de esa forma conmigo tan caliente, es que la confianza ya superó los límites y eso es increíble, ahora quiero tenerla como mi niña pequeña, ella será la mejor chica con la que he estado íntimamente.

Mejor no le dije nada, quiero que se dé cuenta sola, no quiero dañar la curiosidad, así que creo que debo comportarme como dos personas diferentes después de esto.

La levanto tomándola de ese hermoso trasero que tiene y la acomodo un poco para mí, sencillamente estampando de la pared, esto apenas empieza.

—Quiero sentirte hasta el amanecer.

—Adelante, sin que nadie se entere, rico profesor.

Remojo mis labios ante la sensualidad de ella, cuando veo que se toquetea y acaricia ella misma.

Abro sus piernas de inmediato y entro sin aviso. Ella se quiere sujetar de algo ante el placer, pero solo provoca que la tome de ambas muñecas y sujete sus manos con una sola de las mías, mientras la otra la sostiene fuertemente, que rico se siente esto, ya que ando reprimiendo su placer un poco y convertirlo en algo celestial.

—Oh, que rico Halil, esto me está poniendo loca.

Está tan mojada, que rico se siente esto, espero un día poder hacerlo más libremente.

Cambiamos de pose, en este momento, aunque sé que es su primera vez y el cuerpo se está acostumbrando, debo aprovechar lo húmeda que está la situación, tanto dentro de este lugar como afuera con la lluvia.

Procedo a ponerla en cuatro, como mi perra que es y la penetro rápido, muevo mis caderas en un sensual baile, es que mi lado de stripper no puede faltar.

Sus gemidos, que canto más rico y sutil tiene ella para ponerme loco, sin duda esto es algo que imaginé, pero en vivo es mucho mejor de lo que pensé.

Leyla es una delicia, creer que soy el primero que la tocará y posiblemente el último en su lista, ya que cuando te entregas a la primera y esa persona te corresponde el gusto, es mucho más difícil de zafarse de ese lazo de amor.

Ahora gemimos juntos, no sé cómo esto vaya a terminar, me gusta cómo se ve su enorme trasero así, por lo que, como su culo me habla, me dice que lo azote bien fuerte, que rico, supongo que no voy a querer terminar hoy.

La giro de frente a mí y me acomodo cerca, tiernamente, acariciándola y besándola, quiero que su primera vez sea inolvidable, que ella recuerde siempre que su profesor de artes ha sido el que la ha nombrado la más perfecta escultura.

Y es que, aunque sea tímida por falta de conocimiento, poco a poco vamos a ver si ella me controla y va entendiendo más este asunto. —

Sigo penetrándola y se siente delicioso, no puedo suponer que sea tan genial follar con mi estudiante estrella. Justo ahora la ando llevando a las constelaciones en donde ella habitaba con este oportuno encuentro entre los dos.

—M-me encantas, Leyla —digo casi llegando a mis límites, ella entrelaza mis manos con las suya cuando digo esto mientras sus mejillas se ruborizan.

La beso, amo sus labios, son tan suaves, carnosos y dulces que me encantaría dormir en ellos y no despertar, es la chica más perfecta que he conocido para este tipo de momentos y para otros que denotan su persona.

Me termino corriendo y ella tiembla cuando ambos nos miramos fijamente y nos sumergimos en un último beso, que genial ha sido su primera vez y creo que, para mí, será la primera con una sola mujer a la vez.

Decido acomodarme a su lado, quiero que se sienta lo más cómoda posible y no sienta vergüenza, hay mujeres que después del acto, se sienten incómodas por lo que han hecho y no quiero que eso pase, quiero que ella lo recuerde con gozo y mucha felicidad.

—Halil —la miro fijamente mientras le acaricio su mejilla y su cuello.

—Dime, Leyla —las miradas son bien profundas, la lluvia no cesa, esto se pone cada vez mejor.

—Gracias, en serio por este momento tan especial, es algo que no voy a olvidar, solo quiero que nos entreguemos mutuamente.

—¿E-estás diciendo que quieres algo más serio? —asiente.

—Sí, eso es lo que digo —sonrío de lado, esto es algo que estaba esperando.

—Pues así será, por ahora relájate y tómalo con calma, como debe de ser será, pero quiero que sea de una forma bonita.

—¿Y por qué no ahora? —Su mirada es seria.

—Debo arreglar unas cuantas cosas primero, sabes que ahora esto debe permanecer secreto porque en la universidad, se enteran de esta cosa y nos jodemos —asiente nuevamente.

—Tiene razón, pero solo faltan unos meses para acabar la universidad, no es tanto, podemos mantener ese secreto.

—Si para mí fuese tan simple, tú no entiendes todavía, Leyla, pero te lo explicaré luego más despacio, vamos a disfrutar el momento.

—Como diga, profesor, mi profesor hermoso —besa mi mejilla, pero ahora mi garganta siente un nudo ante la presión y angustia que tengo en la mente.

Cálmate, ella no conoce lo sucedido ni sabe que algo anda mal... solo dale tiempo a que ella disfrute esto, hazle entender que le importas y que no es solo un tirón o una más del montón.