Las cosas a veces no salen como deseamos, al menos no para Leyla Oskan, una estudiante de la universidad que desea salir adelante y crear su propio imperio sin depender de nadie, pero eso cambia cuando alguien ofrece ayudarle a crecer: su profesor...
"Si pudiera tenerte encima de mí, sería un placer".
LEYLA OSKAN
Hoy es el cumpleaños de Sevda, es una de mis mejores amigas, la muy vieja va a cumplir sus veinticinco años, como pasa el tiempo.
Me siento demasiado emocionada, ando como loca buscando que es lo que me pondré para la noche, quiero ir bonita, bueno, más de lo que ya estoy.
Pero... Aún no puedo sacar de mi mente lo que viví con mi profesor de la universidad, sí, con Halil, él ha estado bastante cerca de mí estos últimos días y me parece un poco extraño que sea de ese modo.
Ese día en el restaurante fue genial, me sentí muy a gusto con su compañía, es una persona demasiado amable, sin embargo, por dentro siento que me esconde algo y que teme que lo sepa, es por eso que se exaltó cuando llegaron sus amigos.
No quiero ser impertinente, ni mucho menos una persona chismosa, no obstante, ahora mismo me mata de intriga saber que hace en sus tiempos libres, aparte de dibujar, ese cuarto secreto tan grande me ha causado curiosidad, parecía también como... algo para otros fines artísticos.
Miro en mi clóset lo que puedo usar en la noche, ya es de tarde y casi no tengo idea de lo que me pondré, ella llevará unos strippers enmascarados, creo que los mismos que vimos en aquella despedida de soltera.
Al parecer son demasiado famosos, pero ese que hizo el baile me puso loca, me dejó toda sonrojada y con la gran intriga de saber quién era, bueno, eso nunca nadie lo ha sabido por lo que se rumora de ellos.
Veo varios vestidos, eso es genial, pero ¿Cuál me pongo?, no tengo ni la más mínima idea de cuál me colocaré, pero creo que iré pensando en un color.
—Bueno, la decoración será azul, por lo que puede ser que como soy una de sus mejores amigas, me ponga un azul.
Decido llamar a Irem, ella es la mejor en esto de la moda, por lo que necesito un consejo.
Le marco por videollamada, veré si ella está disponible para venir.
De inmediato me contesta, ella siempre está para mí.
— ¡Hola, mi Leylita!
— ¡Deja ese apodo!, suena a que soy una bebé.
—Sí, lo eres, nuestra niña, mía, de Kerem y Sevda.
—Los adoro a todos.
— ¿En qué te ayudo?, justo voy camino a tu casa, Leyla, estaba en el estilismo arreglándome el pelo para lo de esta noche, tú ya sabes.
—Te necesito, realmente no encuentro qué ponerme para el cumpleaños de Sevda, ando en duda de toda la ropa que tengo y hay alguna que ni me he puesto.
—Tenemos que ir atractivas, te hablo cuando llegue allá, nos vemos en unos minutos que ya ando doblando en la cuadra.
—Vale, besos hermosa.
—Besos, Leylita.
—¡Para!
Ríe y me cuelga, espero un poco impaciente, pero mientras, para no estresarme, me voy a la cocina a buscar galletas y algo de jugo para merendar ella y yo en lo que llega.
Justo con mi bandeja en mano para dirigirme a mi habitación, que, gracias a Dios, no están mis padres, ni mi hermana Leyah, llega mi amiga.
—Perfecto, te estaba esperando.
Entra y subimos a mi habitación junto con la comida que busqué para merendar.
Ella se sienta en una silla de mi habitación y ríe.
— ¡Conquista, chicos!, ¡Allá vamos!
—Tonta, di eso más bajo, suenas como necesitada.
—No puedo fingir que no.
Reímos y nos ponemos a buscar lo que queremos, mi ropa.
Esos strippers nos bailarán una y otra vez... ya verán.
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Hora de la fiesta.
HALIL YILDIZ
Ya estamos en el cumpleaños y me siento tranquilo, sé que este baile con los dos locos de Burak y Faruk saldrá genial, como siempre.
En esta ocasión, por cortesía de la cumpleañera, invitaremos a varias chicas a bailar con nosotros, dijo que eran sus amigas, por lo que, haré que su cumpleaños sea como ella anhela de verdad.
Veo que van llegando más invitados, esto va a ser en grande según lo que noto.
Me acerco a la cumpleañera, para preguntarle por las chicas que les bailaremos.
—Sevda Cahn —llamo su atención, ríe cuando me ve con la máscara.
—Sí, dígame joven.
—Pues, ¿y las chicas que les bailaremos también?, ¿dónde están?
—Ya deben estar al llegar, no les falta mucho, ellas son mis mejores amigas, así que se dividen y la tratan bien. Somos tres y ustedes tres, una para cada uno, la pareja que haga el mejor baile, se lleva un premio.
—Oh, eso es genial, ¿de qué es el premio?
—Serán mil euros adicionales a su pago, en el caso de ustedes, para la chica ganadora son mil más y listo.
—Vamos a ganar esto, ya veremos cómo surge.
—Claro, gracias por asistir.
Me siento emocionado, este premio para mí, al menos como líder, será pan comido.
Un presentador ya empieza con la fiesta mientras siguen llegando más chicas.
Esto es increíble como me gustaría que...
Como me gustaría que ella estuviera aquí, para robarle ese beso que no le pude dar.
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