Las cosas a veces no salen como deseamos, al menos no para Leyla Oskan, una estudiante de la universidad que desea salir adelante y crear su propio imperio sin depender de nadie, pero eso cambia cuando alguien ofrece ayudarle a crecer: su profesor...
Ya están todos los invitados, lo que me tiene ansioso es a las personas que vamos a bailar.
Me gustaría que fuera ella, sí, la hermosa Leyla Oskan, pero no siempre podré estar cerca de ella para bailarle, me tocará en otra ocasión.
Amo mi máscara de ladrón, al menos tengo los ojos y la boca fuera de sí, eso es lo mejor que tenemos, solo que es algo dura y la mía es dorada, la de Burak azul rey y la de Faruk plateada, somos el mejor equipo de todos.
Se sientan tres chicas y estamos con unas vendas en los ojos, sin camisa, algo sudados por las prácticas que hicimos atrás, lo cual, sé que pone a las mujeres locas.
Nos llaman, ya elegí a quién voy a bailarle, me puse y listo.
—¡Quítense las vendas y pongan la música!
Al hacer eso, no puedo creer a quién mis ojos ven. Observo a mis dos alumnas, Irem Kayah y Leyla Oskan, esto es increíble, sin embargo, a quien le bailaré esta noche es a ella... a mí Leyla.
Cuando encendieron la música, me di cuenta de que esta es mi oportunidad para perrear como me gusta, sacar ese demonio que tengo entre las venas.
Me muevo lentamente y me subo, sus mejillas están rojas, esto es increíble, que rico todo. La música es lenta, le coloco en su cuello mi camiseta, la cual tiene algo de mi sudor, esto lo hace más sensual.
Las luces, de color rojo, congenian con este momento. Me muerdo mis labios cuando la tengo tan cerca.
Quisiera susurrarle algo al oído para provocar que sus bragas se mojen, pero me conocerá la voz en un instante, bueno, con lo excitado que me encuentro, le pondré una voz más gruesa.
—Me encanta bailarte, creo que ya van dos veces.
Su cara de asombro, es todo un enigma, es que me fascina verla de este modo.
—Pues sigue, es mucha casualidad que me elijas siempre a mí.
Río un poco y llegó la parte más sensual, cuando nos quitamos los pantalones y modelamos encima de ellas solo con los calzoncillos, ella se queda atónita con lo que ve, ya que solo se queda mirando fijamente al paquete que llevo.
Muerde su labio inferior y se pone de pie, sus movimientos lentos de sus caderas, con ese vestido tan corto, me dejan pensativo. Es tu estudiante Halil, lo es... ¡A la mierda eso!
Se mueve demasiado sensual y el público grita ante la emoción, ya que ellos deberán elegir el que ha bailado más sensual y mejor, eso es todo lo que hay para ganarnos ese premio.
La música está al terminar por lo que se me ocurrió algo. En un momento la giro y, como ella no sabe quién soy, nos besamos y lanzan humo al terminar.
No me desprendo de sus labios, aunque ella no se va a enterar de que soy yo quien la besó, se quedará con el gusto amargo de que soy un desconocido, dudo que ella averigüe quién seré en realidad.
Sus labios pedían a gritos un beso, pero no más que yo que sé quién es ella y ella no sabe quién es la persona que está detrás de esta máscara.
—¡Hey!, ya suéltala, le romperás los labios —escucho a Burak decirme eso, pero lo ignoro, ya ellos conocen mis intenciones con ella.
No digo absolutamente nada y le paso mi lengua por su boca. Siento esos ricos labios que me dan ganas de no despegarme y desnudarla para hacerle otros movimientos con mi miembro duro bien enterrado en ella.
Calma Halil, te estás emocionando.
Escucho un ligero gemido de su parte por estar pegados mientras todos nos van aplaudiendo de la felicidad que sienten por ese baile que hemos hecho.
—Wow, como que hay una pareja que sí la está pasando bien. ¿Qué dice el público?, ¿le damos el premio?
Todos gritan y dicen: "sí", hasta que ella me pide que la suelte y se queda atónita mirándome, le ha gustado y sé que esto jamás se le va a olvidar.
Por un lado, ando en desventaja, porque eso le despertará la curiosidad de querer seguir indagando de nuestras vidas, un día deberá saberlo y eso será cuando le haga el amor bien rico que jamás se olvide de que soy su profesor favorito y... soy un stripper.
— ¡Ya tenemos ganadores!, ¡Felicidades! —sonreímos y saltamos de felicidad.
Ella se acerca a mi oído y me mira.
—Un día voy a saber tu identidad y cuando lo haga, tendremos unas cuantas cosas pendientes, porque, por tus rasgos, te pareces a alguien...
Trago en seco y siento un escalofrío cuando dijo eso, sé que por lo que veo en ella y lo poco que conozco es una persona que no se rinde en lo que quiere lograr y ahora sé que no va a descansar hasta lograr ese objetivo.
Con que sepa la identidad de uno de los tres, ya estamos fritos, porque sabe que somos un trío dinámico.
—Y con gusto te pago lo pendiente, hermosa. Ojalá y conocernos fuera de esta máscara.
Dejo un suave beso en su mejilla y se sonrojó, es una chica espléndida, la mejor que he conocido en todo este tiempo, nunca había conectado tanto con una de mis estudiantes de la universidad.
Me siento de maravilla y es que no puedo perder mi tiempo, aproveché y sentí sus labios como el trago más dulce que he experimentado en mi vida.
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