Caminaron por las coloridas calles del lugar, pasaron por un lujoso restaurant cuyo nombre en francés no podían pronunciar.
Sam siguió caminando pero Jesse se detuvo frente al restaurant.
—¿Por qué te detienes? —preguntó ella
Jesse ladeó la cabeza indicando la bonita puerta del restaurant.
Sam caminó hacia el —Es muy bonito— dijo mientras observaba hacia el interior por la gran pared de cristal.
El lugar era hermoso, la iluminación estaba dos grados más abajo de lo acostumbrado por ello cada mesa tenía una vela mediana en el centro haciendo esto el ambiente más romántico, habían muchas parejas, todos se veían felices y enamorados.
—Es aquí donde vamos a cenar—dijo Jesse con una voz suave casi susurrando
—Creí que iríamos por pizza —dijo Sam sorprendida
—Pensé en algo más especial, pero si pizza es lo que quieres pizza será—Jesse le tomó la mano y sonrió.
—Hmm… ¿Cómo no aceptar tu invitación? Sería descortés de mi parte —bromeó —me encanta —lo besó en la mejilla.
Entraron al restaurant y seguida les asignaron una mesa (la única libre).
Jesse se dirigió al baño un momento mientras Sam lo esperaba en la mesa y veía la carta del menú de pronto alguien se sentó junto a ella, era una joven que no aparentaba más de 19 años, rubia de ojos color miel, piel bronceada y vestido rosa bastante corto
—Hola —dijo entusiasta la rubia mostrando su perfecta sonrisa
—Em... Hola —respondió Sam en un tono que sonaba más a pregunta —lo siento pero esta mesa está ocupada —continuó algo molesta por la intromisión de aquella rubia.
—Lo siento nena pero no hay otra mesa libre y el personal me dijo que podíamos compartir — respondió con su voz irritante, sonriendo y pestañeando varias veces mostrando sus largas pestañas postizas.
—Pero que ca... —la rubia la interrumpió —Me llamo Evony y tu? —preguntó la rubia mientras masticaba goma de mascar haciendo ruido.
Exhaló con disgusto —Samantha —respondió sin ganas.
—¿Eres la esposa de ese galán que está allí?
Sam vio hacia donde indicaba Evony, era Jesse que estaba en la recepción hablando con un encargado del restaurant, se veía molesto.
—Si —respondió mirándola
—¿Están aquí de luna de miel?
—Si —reafirmó.
—Nosotros también —chilló de alegría Evony.
—¿Estás casada? — Sam preguntó escéptica.
—¡Claro tontita! —dijo alegre —así que no tienes de qué preocuparte, he visto cómo te has puesto cuando saludé a tu esposo en el hotel, solo estaba siendo cortés —sonrió
Dos meseros trajeron dos sillas más, una frente a la de Sam y otra frente a la de Evony.
De pronto un hombre que no aparentaba menos de 40 años, tenía una barba corta, ojos oscuros, piel muy bronceada y vestía de traje se sentó en la silla frente a la de Evony, ambos se inclinaron y se dieron un beso muy apasionado.
Sam se sorprendió al ver esa escena, aquél hombre podría ser el padre de Evony, es más, le recordaba mucho a su padre cuando salía con jovencitas luego de que su madre muriera.
—Samy te presento a Bobby, él es mi esposito —dijo Evony.
Bob extendió la mano para saludar a Sam, ella respondió al gesto pero él no le dio el típico apretón de manos, no, él le dio un pequeño beso sobre la mano.
—Encantado señorita—dijo Bob alzando una ceja.
—Hey —interrumpió Jesse.
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Sobreviviendo a la primera noche
RomanceSam y Jesse son dos jóvenes que acaban de casarse. Deciden viajar a su luna de miel. Todo parece ir perfecto hasta que surgen ciertos inconvenientes. Esta historia relata su primera noche juntos, su luna de miel que no será tan perfecta como esperab...