Sobreviviendo a la primera noche

Parte 1

Siguiendo la tradición de que el novio debe cargar en brazos a la novia al pasar el umbral de la puerta Jesse cargó a Sam.

Entre risas entraron su habitación del hotel.
Era una habitación preciosa.

Aun teniendo en brazos a Sam, Jesse dio unos cuantos pasos hasta llegar a la cama  y  tumbó cuidadosamente a Sam en ella.
Soltaron unas risitas.

—Espera un segundo, esto te encantará —dijo él mientras sonreía. Metió la mano en el bolsillo de su pantalón y sacó algo que parecía un control remoto muy pequeño.  Presionó un botón y la luz de la habitación bajó de intensidad, presionó otro botón y empezó a sonar la música favorita de Sam.

—Esto es perfecto Jesse, pero es perfecto porque estoy contigo.

En cuestión de segundos él saltó a la cama y con sus brazos se mantuvo suspendido sobre Sam para no aplastarla.

Quedaron frente con frente.

—Hey, te amo –Susurró al oído de Sam.

—Y yo te amo a ti —Respondió y lo besó en los labios.    

—Entonces… ¿Me ayudas a quitarme este vestido? —Preguntó ella.

—Será un placer. —Mordió su labio y ladeó una sonrisa.

Pero creo que sería mejor si lo hacemos estando de pie.—Sugirió él.

—¡¿Qué?! —Exclamó Sam.

­—Claro, es más fácil si te quito el vestido estando de pie. ¿Por qué te asustaste?
¿A qué pensaste que me refería?

Sam bajó la mirada y se sonrojó.

En seguida Jesse entendió por qué el sobresalto de Sam.

—Ohhhhh, ¿pensaste que te estaba proponiendo “que lo hagamos de pie” —Hizo unas comillas con sus dedos para poner énfasis en aquellas palabras y luego echó a reír.

Pero su risa fue interrumpida por una almohada que aterrizó en su cara.

—No te rías. Pensé que tenías alguna afición extraña al estilo Christian Grey.

Ahora los dos rieron juntos.

—Bueno cariño, ponte ya de pie para que lo hagamos. —Él intentó contener la risa pero de nada sirvió.

—Jesse, eres un pervertido. *risas*