Parte 16

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Siguieron caminando por el centro comercial y pasaron por una tienda de ropa para bebé, Sam miró un vestido rosa diminuto que parecía quedarle perfecto a su gatita, la extrañaba mucho pero sabía que estaba en buenas manos al cuidado de su tía mientras estaban fuera

—Sé lo que estás pensando—dijo Jesse arqueando una ceja

—Es una ternurita —respondió ella

—Cómpralo —dijo él sonriendo

Entraron a la tienda, Sam tomó el vestido y se dirigieron a la caja.

Había una larga fila de mujeres embarazadas comprando.

—Uh, al parecer la gente últimamente se ha dedicado a reproducirse— dijo Sam con cierto desagrado recordando su intolerancia a los bebés (humanos)

La mujer que estaba frente a ella en la fila, la miró feo en respuesta a aquel comentario.

Jesse le sonrió amablemente y dijo en voz alta:

—Estamos de luna de miel y mi querida esposa ya quiere que nos pongamos a hacer un bebé, bueno... una bebé, por eso el vestido.

Sam lo golpeó en el estómago y dijo:

—Ay, mi vida. Que gracioso eres.

Pagaron y salieron de aquella tienda.

—Lástima que no podamos poner en marcha el plan de hacer ese bebé porque ALGUIEN se lastimó con una bragueta —dijo Sam con ironía.

—Eso dolió, literalmente —dijo Jesse y ambos rieron.

Luego de ver otras tiendas más, salieron del centro comercial.

—¿Te parece si ahora vamos a caminar por la playa? —sugirió Jesse

—Me encantaría —respondió Sam con una sonrisa

De camino observaron las coloridas casas de los alrededor, a lo lejos se podía ver el mar.

Al irse acercando vieron unas pequeñas cabañas muy acogedoras, una tenía un letrero con un número para comunicarse con el dueño y rentarla.

Y allí estaban finalmente, frente al mar.

Eran las 6 de la tarde pero aun no oscurecía.

El cielo era de color violeta y el sol tornaba de rosa su unión, haciendo un degradado, violeta, rosa, amarillo.

Sam no parpadeaba al ver tal hermosa combinación, era hipnótica.

De pronto un destello de luz la hizo reaccionar.

Tras ella estaba Jesse con la cámara en una mano y en la otra una foto esperando a que se revelara. En ella estaba Sam de espaldas mirando hacia el horizonte.

Jesse le rodeó la cintura con un brazo y con la otra sostuvo la cámara y tomó una foto de ambos sonriendo con el atardecer de fondo, luego de un momento esta se reveló. Tomó otra, ahora besando a Sam.

Sobreviviendo a la primera nocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora