Episodio 2

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Después de dos semanas Langa por fin pudo acomodar su horario para poder ir a cenar con la familia de Reki. Contactó a la madre del pelirrojo y esta dijo que se verían en su casa el sábado a las seis de la tarde.

El tan ansiado día llegó. Langa se presentó ahí con ropa formal y sus enormes ganas de volver a ver a Reki. Llegó y fué recibido por aquella dulce mujer que pudo haber sido su suegra, lo invitó a sentarse mientras esperaba a sus demás hijos.

Finalmente el resto de invitados se presentaron ahí, y lo que era más importante para Langa, Reki. El pelirrojo no tenía idea de que ahí estaría su antiguo amor de preparatoria, su primer amor y la persona que le dió su primer beso.

- ¿Langa? ¿Que haces aquí? - Reki estaba sorprendido, no esperaba verlo ahí

- ¿Tu que crees? - soltó una risa - tu madre me invitó. Nos encontramos casualmente, hablamos un rato y me invitó a venir. Me da mucho gusto verte después de tantos años.

- A mi también me alegra verte - Reki le regresó la sonrisa - no he hablado contigo desde que te dije que me iba a casar.

La cena transcurría con total normalidad, la comida era deliciosa y las risas sobraban en aquel lugar. Todo era alegre hasta que Langa decidió preguntar algo que, sin el quererlo, hizo que el ambiente se sintiera tenso.

- Y bueno, Reki... ¿Que has hecho estos años?

- Nada interesante. Terminé una carrera, me convertí en profesor de educación física y me casé con un hombre al que amo - sonrió y mostró su argolla dorada de matrimonio - encontré al alpha indicado y me casé con el. Es algo celoso pero sé que todo lo que hace es por mi bien.

- ¿Ah si? - Langa respondió sintiéndose mal por dentro. Parecía ser que Reki en serio amaba a ese tipo y que no podría hacer nada por cambiar eso.

- Si. Es bastante adinerado pero no debes fijarte sólo en eso, también es cariñoso, romántico y buena persona.

- Si, tan bueno que durante la celebración de su boda estuvo ignorándote por tratar de quedar bien con sus ejecutivos - la madre de Reki interrumpió, haciendo que todas las miradas de los ahí presentes se clavaran en cierto pelirrojo.

- Mamá, ya habíamos hablado de eso - suspiró con pesadez - aún tenía cosas pendientes en su trabajo y por eso actuó de esa manera. Agradezco que a pesar de eso se tomó el tiempo para festejar nuestro matrimonio

- ¿Y aquella vez que no quisite festejar navidad con nosotros por estar con ese sujeto, y al final te dejó plantado en el restaurante donde iban a cenar?

- Una junta suya se alargó y por eso regresó a casa hasta el día siguiente. Tenía mucho trabajo.

- Bueno, bueno... Cambiemos de tema, ¿les parece? - esta vez fué la hermana mayor la que intervino antes de desatar una discusión familiar.

El resto de la cena transcurrió de forma tranquila gracias a aquella intervención. Todo volvieron a ser risas y sonrisas, como una cena familiar debe de ser.

Parecía que sería una noche agradable, que los invitados se quedarían a tomar unas cuantas copas y hablar del paso del tiempo, de cuánto habían cambiado las cosas en tan sólo cinco años... Lástima que ese buen ambiente fué arruinado cuando Reki recibió una llamada telefónica. Se disculpó y salió un momento de la casa para poder contestar.

Regresó a los diez minutos, tomó su chaqueta y estaba a punto de irse cuando la voz de su madre lo detuvo.

- ¿A dónde vas? Pensé que te quedarías a beber un poco

- Lo siento mamá, ya me tengo que ir. Ainosuke llamó y dijo que ya estaba camino a casa, que me quería ahí antes de que el llegara. Me gustaría quedarme pero debo estar con el - al escuchar el nombre del esposo de Reki Langa quedó en shock... Conocía perfectamente ese nombre y sabía de quien se trataba...

Sin nada más por decir, Reki se puso su chaqueta y se fué, tenía que llegar rápidamente a casa por órdenes de su alpha. Al ver que el ya se había ido a su hermana tampoco le quedaron ganas de quedarse así que también decidió irse con la excusa de tener que cuidar a su esposo enfermo.

Langa también estaba a punto de regresar a casa al ver que los invitados de iban. Tomó su sueter dispuesto a salir hasta que una voz lo detuvo.

- Langa... ¿Puedes quedarte un rato más? Hay algo que necesito hablar contigo...





























































Rewrite the stars | Omegaverse Donde viven las historias. Descúbrelo ahora