Rewrite the stars | Omegaverse

Episodio 24

Te protegeré y por ti iré contra el tiempo e iré hacia a ti.

La hora acordada había llegado, ambas madres estaban en aquella casa acompañando a la pareja en ese día tan especial. El ambiente durante la comida no era para nada tenso, hasta que llegó el momento de la verdad...

Reki se levantó y fué a la habitación rápidamente, regresó con una bolsa de regalo que le entregó a Langa.

- Me imagino que mueres por saber si tendremos una niña o un niño, ¿verdad? - Reki le regaló una radiante sonrisa y Langa asintió totalmente emocionado - bueno, si quieres saberlo de una vez sólo tienes que abrir el regalo...

Langa abrió aquella bolsa de regalo y al hacerlo vió un oso de peluche color rosado en su interior. Sacó el peluche, lo miró por unos segundos y luego volvió la mirada hacia Reki.

- Entonces...

- Será una niña - Reki sonrió tratando de contener las lágrimas de emoción pero fué imposible al ver que Langa también soltaba unas cuantas lágrimas de felicidad.

Langa dejó de lado el oso de peluche y se levantó para abrazar efusivamente a Reki, cuidando de no lastimar al bebé. Las dos mujeres los miraban con una sonrisa en sus rostros.

El chico de ojos azules tomó de la mano al pelirrojo y se acercaron a la madre del omega. Ninguno de los ahí presentes esperaban lo que Langa estaba a punto de decir, era una sorpresa inesperada que el había estado preparando durante un mes.

- Señora Kian - Langa habló cortésmente - usted sabe que amo muchísimo a su hijo y que por el haría lo que sea. Reki es una persona maravillosa que no merecía pasar por todo lo que ese idiota le hizo, pero estando a mi lado le juro que estará siempre a salvo, jamás me atrevería a tratarlo como su ex esposo lo trató. Señora Kian, ¿me permitiría casarme con su hijo?

Las lágrimas de emoción continuaron cayendo en el rostro del pelirrojo. La madre del omega también se emocionó por la propuesta que Langa acababa de hacer, inevitablemente las lágrimas de felicidad también comenzaron a acumularse en sus ojos y a caer por sus mejillas, mientras la madre de Langa documentaba el momento con su teléfono.

- No lo sé - respondió mirando a su hijo - no quiero que vuelva a sentirse obligado a casarse con alguien. Sé lo mucho que amas a mi hijo pero al final del día la decisión es de el.

Reki volvió a abrazar a Langa sin poder parar de llorar, el correspondió al abrazo y se separaron a los pocos segundos. Langa se arrodilló ante Reki y sacó de su bolsillo una caja de terciopelo azul que contenía un anillo de plata.

- Reki Kian, te amo muchísimo, más que a nada este mundo. Tu fuiste el que transformó mis noches en días y el que le da color a esos días nublados. Incluso si el mundo cambia mis sentimientos por ti no lo harán, mis recuerdos de amarte se convertirán en una historia sin final, nuestra historia sin final. Quiero mirar las estrellas y poder decir que en ellas hay una historia en la que tu y yo estamos juntos incluso en otras vidas, que nacimos para estar juntos. Mi amado Reki Kian  ¿me harías el honor de ser mi esposo?

- ¡Claro que sí! - ambos se miraban mutuamente. No pasó mucho tiempo para que se besaran tiernamente mientras sus madres se alegraban por ellos.

Langa colocó aquel anillo en el dedo anular de Reki, luego volvieron a besarse cariñosamente. Ambaa mujeres que estaban ahí estaban muy felices por la futura pareja de casados, felicitaban a sus hijos mientras seguían llorando de felicidad por aquel momento tan hermoso y conmovedor.

La felicidad se sentía en el ambiente pero sin duda la más feliz ahí era la madre de Reki. Su hijo había pasado por tantas cosas horribles y ver que al final estaba siendo feliz con alguien a quien realmente amaba la hacía sentirse muy contenta.

- Por favor, cuida mucho a mi hijo - la madre del pelirrojo habló dirigiéndose a su yerno - ha pasado por tantas cosas, ya es momento para que sea feliz, confío en que tú le darás ese amor que por años estuvo buscando en el hombre equivocado.

- Puede estar tranquila - Langa le regaló una dulce sonrisa a su suegra - sé lo maravilloso que es Reki, prometo cuidarlo como si fuera la joya más preciada del mundo. Además, aún continúa asistiendo a terapia para superar todo lo sucedido en el pasado, tal vez no lo supere del todo en poco tiempo pero en todo momento estaré a su lado, siempre podrá contar conmigo.

Esa noche la pareja estaba en la habitación que compartían, buscando en internet algunas ideas para el nombre de su futura hija e incluso le preguntaban a sus amigos (aunque era algo inútil preguntarle a Miya cuando este insistía en convencer a Reki para llamar "Lara" o "Bayoneta" a su hija, ganándose uno que otro regaño de Cherry por no poder tomarse las cosas en serio). Duraron algunas horas tratando de elegir un nombre hasta que Langa hizo una última propuesta.

- ¿Qué te parece si la llamamos Hiyori?

- No, ese nombre apesta - Miya se quejó - ya les dije, llámela Lara o Chun Li, al menos esa bebé tendrá un nombre genial.

- Miya, ya te dije que no le pondremos el nombre de un personaje de videojuegos - Langa rió haciendo que Reki también suelte unas cuantas carcajadas.

- Jodidos amargados - el menor  renegó.

- Hiyori suena bastante lindo - Hiromi habló con un tono alegre - Hiyori Hasegawa, incluso combina con el apellido.

A Reki le gustó bastante cómo suena, sonaba como el nombre de una niña dulce y hermosa además de sonar lindo al lado del apellido de Langa. Esto fué suficiente para convencerlo y hacerlo querer llamar así a su pequeña.

- Perfecto, entonces se llamará Hiyori - el pelirrojo habló en tono afirmativo, seguido de esto dejó un tierno beso en la mejilla de su prometido.

La llamada siguió por unos minutos más. Cuando cortaron la llamada Langa y Reki dejaron sus teléfonos de lado para abrazarse y acurrucarse entre los brazos del otro. La noche era algo fría así que el calor del otro (sumado a sus aromas que se mezclaban, creando una fragancia exquisita al olfato) era bastante reconfortante.

- Así que... Hiyori Hasegawa... Ese será el nombre de nuestra pequeña - Langa habló entre susurros y Reki asintió - es un nombre hermoso... Casi tan hermoso como tú...