Episodio 20

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Reki se despertó después de no recordar nada de lo que había pasado, ahora se encontraba en un lugar un tanto oscuro y usando un traje formal color azul cielo. Estaba confundido y no sabía qué diablos hacía ahí; uno de los reflectores lo alumbró y cierto alpha que usaba un traje negro le tendió la mano, sus ojos lo miraban fijamente y mostraba una amplia sonrisa.

- ¿Bailamos, corazón? - el más alto preguntó y Reki aceptó.

En cuanto tomó la mano de Ainosuke una suave música compuesta por varios violines, violas y un piano sonó al fondo mientras la pareja se deslizaba delicadamente a través de aquel lugar y se miraban fijamente a los ojos. Cuando la canción acabó el mayor acarició suavemente el rostro de Reki y lo besó delicadamente para luego desaparecer frente a los hermosos ojos del pelirrojo.

- ¿Reki? ¿Estás aquí? - una voz que Reki conocía bien conocía bien se hizo presente, volteó la mirada y se dió cuenta de la presencia del dueño de aquella voz - aquí estás - el chico lo abrazó cariñosamente - te estuve buscando por un buen rato.

- ¿Langa? ¿Qué haces aquí? - Reki no podía quitarle la vista de encima a aquel alpha que lucía increíblemente apuesto con un traje azul marino.

- Vine a buscarte, me alegra saber que estás aquí - los dos se miraron a los ojos por unos segundos, comenzaron a acercar sus rostros y cerrar sus ojos lentamente para luego unir sus labios y perderse en un cariñoso y dulce beso.



















Reki... Reki... Reki, despierta




El pelirrojo comenzaba a despertarse, sus ojos se abrían de par dejando ver al apuesto chico que lo cuidaba.

- ¿L - Langa? - hablaba aún somnoliento - ¿Dónde estoy?

- En mi casa - Langa le dedicó una bella sonrisa - lloraste un rato hasta que te quedaste dormido. Hablé con tu madre sobre lo que te pasó y te traje hasta acá, hoy más que nunca sé que no debo dejarte solo.

- Muchas gracias Langa - Reki le regresó la sonrisa - en serio, no sé cómo agradecerte todo lo que has hecho por mi, eres casi como mi ángel guardián.

- No podía hacer menos por la persona que amo, ¿no crees?

Ambos chicos se miraron a los ojos por unos segundos, se sonrieron mutuamente y sin decir nada más se perdieron en un beso, corto pero dulce y lleno de amor. Reki sabía que a partir de ese día las cosas iban a cambiar para bien, estaba decidido a acabar con ese viejo amor de una vez y para siempre.

- ¿Tienes hambre? - Langa interrumpió ese silencio - puedo preparte algo de cenar.

- No gracias, por ahora sólo quiero enviar un mensaje a mi madre para avisarle que estoy contigo y que estoy bien.

- Tranquilo, ella ya sabe que estás en mi casa, pero si es lo que quieres - el más alto sacó el teléfono de Reki de su bolsillo y se lo dió - puedes hacerlo, sólo lo tomé para desinstalar esa aplicación de localización, no te preocupes.





Esa noche ambos chicos tomaron té y durmieron juntos en la habitación de Langa, abrazados y sintiendo la respiración del otro muy cercana.

- Reki, my love. I love you more than anything - Langa susurró suavemente antes de quedarse dormido.



Varios días habían pasado después de aquel incidente. Ainosuke buscaba desesperadamente a Reki sin tener éxito, ya no podía ver su ubicación desde su teléfono y su madre y amigos se negaban a decirle dónde estaba, bien pudo ir a casa de Langa y buscarlo por si mismo si tan sólo supiera en donde vivía. Se rindió pensando que eventualmente Reki regresaría a casa a buscarlo (ni siquiera notó que Reki si volvía para llevarse su ropa y algunas cosas suyas, estaba en planes de abandonarlo a el y no regresar a aquella casa llena de malos recuerdos que opacaban las pocas cosas lindas de aquel matrimonio roto)


Por otro lado, Langa insistió para que Reki continuara asistiendo a terapia y el aceptó sabiendo que aún lo necesitaba, al menos para superar lo que le dejó su matrimonio. Sus amigos se enteraron sobre lo que había pasado luego que Reki junto a Langa contaran todo durante una cena en casa de Langa; Kojiro y Kaoru estaban muy molestos por la manera en que Adam trató a Reki aquella noche mientras que Hiromi y Miya se alegraron por Reki al decidir abandonar a ese idiota. Sólo faltaba hablarles sobre aquel bebé que estaba en camino.

- No lo entiendo - Hiromi interrumpió la conversación - ¿cómo es que ese idiota se enteró que le fuiste infiel con Langa?

- B - bueno... Verán... - Langa titubeaba sin saber que responder.

- Porque le dije que yo llevaba dos semanas de embarazo - Reki interrumpió - por lo tanto era más que obvio que este bebé es de Langa y no suyo.

Hubo silencio después de que Reki pronuncie estas palabras, las miradas de los ahí presentes (exceptuando a Langa) apuntaban fijamente al pelirrojo, definitivamente eso era algo que ninguno se esperaba.

- En pocas palabras, tuvieron sexo salvajemente a espaldas de Adam y ahora van a tener un hijo - dijo Miya con su misma expresión de siempre, rompiendo el silencio y ganándose una mirada reprobatoria por parte de Kaoru - bueno, tal vez Langa lo haga mejor que ese idiota ¿no es así, Reki? - un sonrojo se hizo presente en el rostro de Reki, quien trató de desviar la mirada y disimular lo evidente.

- Creo que podemos tener una conversación normal sin preguntar demasiado por cosas que no necesitamos saber, ¿no? - Kaouru habló refiriéndose a Miya - me alegro por ustedes dos, espero sean muy felices en esta nueva vida que iniciarán.

- Si necesitan que les haga un favor no duden en pedirlo - Kojiro continuó la conversación - saben que siempre estaré dispuesto a ayudarlos.







Cinco días habían pasado desde esa cena, Langa había salido temprano de trabajar para ayudarle a Reki a sacar sus cosas de aquel penthouse mientras Ainosuke no estaba y poder comenzar a vivir con el de forma oficial. Junto a el iban Kojiro, Miya y Kaoru para ayudarle en esta tarea.

El día había llegado, Reki junto a Miya y Langa planearon todo para por fin dejar ese matrimonio. Comenzaron a empacar las cosas del pelirrojo, no sin antes dejar algo en la cama que solía compartir con el alpha...
































































Rewrite the stars | Omegaverse Donde viven las historias. Descúbrelo ahora