Nunca digas adiós porque tu y yo somos uno, porque debemos caminar juntos en el mismo sueño. Justo como ahora, contigo a mi lado me haces sonreír. Vayamos a un mañana más largo que la eternidad, te amo.
Dos meses habían pasado desde la elección del nombre para la pequeña niña que venía en camino. Reki se encontraba en la cama que compartía con su prometido, despertando con los rayos solares que les regalaba aquella mañana de sábado.
- Buenos días, mi bello durmiente - Reki comenzaba a despertarse y al oir esa suave voz que tanto le encantaba no puedo evitar sonreír - ¿dormiste bien? ¿la pequeña Hiyori te dejó dormir? - Langa traía consigo una charola en la que llevaba un vaso de leche, pan tostado y algo de fruta para comer después.
- Buenos días - el pelirrojo le regaló a su prometido una radiante sonrisa, hermosa y brillante - estuvo tranquila, al parecer será igual de dormilona que tú.
- ¿Dormilón yo?
- Si, cuando éramos adolescentes solías decir que dormir debería ser un deporte - los dos rieron, Langa sabía que Reki tenía razón pero no iba a admitirlo.
Era fin de semana y el día era muy lindo, pensaron que sería buena idea salir un rato a comprar algunas cosas para la llegada de su bebita. La habitación ya estaba amueblada pero algunas decoraciones no le vendrían mal.
Así pues, al terminar de desayunar ambos se cambiaron y subieron al auto de Langa, partiendo rumbo al centro comercial (no sin antes avisarle a sus madres por si alguna quería alcanzarlos ahí)
Llevaron un poco de todo; mamelucos, biberones, cobijas, peluches, juguetes y algunas decoraciones para la habitación. Langa estaba entusiasmado con el asunto de la bebé pero Reki se mostraba nervioso y se notaba, Langa aprovechó el camino de regreso a casa para preguntar al respecto.
- ¿Sucede algo? - Reki lo miró de reojo pero no respondió - ¿es otro de tus cambios emocionales? ¿hay algo que te preocupa?
- ¿Crees que estamos listos para esto? - habló con la voz entrecortada - no falta mucho para que la pequeña Hiyori nazca y me preocupa no ser suficiente para ella... Que me dejes de amar al ya no ser ese adolescente energético del que te enamoraste.Las palabras de Reki sorprendieron a Langa. Es verdad que a consecuencia del embarazo ha experimentado algunos cambios emocionales pero no lo había escuchado hablar de esa forma desde hace algún tiempo (al menos no desde que se divorció) aunque en parte lo entendía, tal vez Ainosuke le haya creado una inseguridad con respecto a si mismo.
- Reki, no digas eso. Ambos daremos lo mejor de nosotros para cuidar de Hiyori, y no te dejaré de amar jamás. Es verdad que el tiempo ya pasó pero sigues siendo el Reki del que me enamoré, tan perfectamente imperfecto.
Las palabras de Langa eran una caricia en el corazón de Reki, tan dulce y lindo como sólo el sabía ser. Aprovecharon la luz roja del semáforo para darse un corto y tierno beso en los labios, para luego seguir con su camino.
Encargarse de la habitación de una bebé no era tarea fácil y ellos lo sabían (en especial para Reki, los seis meses de embarazo lo estaban dejando agotado). A petición de Langa Reki no hizo casi nada para evitar sentirse cansado, el de verdad quería ayudar pero Langa le insistió para que descanse, finalmente se rindió ante la insistencia de su prometido.
Los dos se fueron a dormir temprano debido a que al día siguiente tendrían una cita con un médico que trabajaba en el mismo lugar que Langa para hacer unos ultrasonidos a Reki y verificar que su pequeña esté saludable. Reki se acurrucaba en el cálido pecho de Langa mientras este lo abrazaba, se besaron despacio y disfrutando de esa extraña pero agradable sensación que el otro les proporcionaba.
Los besos aumentaban de intensidad poco a poco, haciendo que se separen por falta de aire. Langa aprovechó los segundos en los que Reki recuperaba el aliento para dejar besos húmedos y leves mordidas repartidas en el cuello y clavícula del pelirrojo, haciendo que este comience a soltar gemidos y jadeos por las sensaciones tan placenteras que Langa le proporcionaba.
- L - Langa - a Reki le costaba hablar por todo lo que Langa estaba provocando en el - ahora no... ¿P - podemos dejar esto para después? No quiero lastimar a la bebé.
- Está bien - Langa se detuvo y nuevamente dejó que Reki se acurruque en su pecho hasta que se quede dormido - Reki, when the night gets dark let me be your fire, in a world full of lies my truth is you - susurró suavemente para luego quedarse dormido junto al omega que tanto amaba.
ESTÁS LEYENDO
Rewrite the stars | Omegaverse
FanfictionUna historia de amor que podría ser como cualquiera... Pero esta historia es sólo nuestra. Seremos los autores de nuestra propia novela, reescribiremos las estrellas juntos. Reki Kyan, un omega que se ve obligado a casarse con un alpha de nombre Ain...