Parte 10

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Con sus miradas aún bloqueadas, Harry apenas pudo permanecer quieto mientras observaba como Draco cogía el auricular del teléfono conectado al panel del ascensor.

Después de una pausa de una fracción de segundo, Draco habló con el interlocutor: —El botón de emergencia acaba de atascarse accidentalmente.

En alguna parte del cuerpo de Harry, la válvula de liberación de presión se aflojó y su sangre se convirtió en vapor. Él se echó a reír, incapaz de concentrarse en la conversación, mientras Draco hablaba por teléfono. En su lugar, él se obligó a apoyarse contra la pared.

En todas sus experiencias con acción hombre a hombre -el noventa y nueve por ciento de las cuales implicaba al hombre ante él- Harry nunca consideró ser el de abajo.

Hasta ahora.

Tal vez había estado esperando este momento. Esperando por Draco hasta el día de hoy.

El hombre colgó, devolviéndole de nuevo a la realidad con el ruido que hizo al posar el teléfono.

—¿Qué dijo? —preguntó Harry.

—Dijo que estaremos atrapados aquí por unos cuarenta y cinco minutos.

—Durante cuarenta y cinco minutos ¿Eh?

—Sí —dijo—. Y luego se disculpó por los inconvenientes.

— ¿Qué vamos a hacer para pasar el tiempo? — dijo Harry con la mirada fija en Draco.

Draco se cruzó de brazos manteniendo la expresión impasible. —Todavía no lo he decidido.

Las palabras sonaron muy parecidas a un tal vez, que era un infierno mejor que la respuesta que Harry había obtenido la otra noche, un claro no voy a follarte.

En un intento de mirar como si su corazón no estuviera latiendo a noventa kilómetros por hora, Harry se apoyó ligeramente en el pasamanos que tenía tras él, asumiendo una postura relajada con los brazos.

La mirada de Draco nunca se movió, e hizo una pausa, como contemplando el siguiente movimiento, mientras distraídamente jugaba con el nudo de su corbata.

Merlín, ¿A qué se debió ese cambio?

La voz de Harry sonó ruda. —No vas a estrangularme ahora ¿Verdad?

—Lo he considerado. —Exhaló un suspiro—. Varias veces de hecho.

La imagen mental de Draco envolviendo las manos en el cuello de Harry hizo empeorar su nerviosismo.

—Especialmente hoy —dijo Draco con los hermosos ojos ardiendo—. Cuando tuve que ver como saltabas desde un lado del rascacielos después de que me avisaras con tan solo cinco segundos de antelación.

—Admítelo —Harry sonrió a pesar de su estado nervioso—. Eso fue genial.

—Qué lo admita —dijo con el ceño fruncido—. Saltaste para hacerme salir de mis casillas ¿Pensaste que si me volvías lo suficientemente loco explotaría?

¿Cómo el hombre podía decir todo eso sin ni siquiera coger aire? Harry sintió como si acabara de subir los cincuenta y cinco pisos del edificio Belfour.

Sin ningún cambio de expresión, Draco preguntó: —¿Por qué ahora?

La pregunta se dispersó en el aire entre ellos y pudo haberse referido a cualquier cosa con ella. Pero Harry sabía exactamente a lo que Draco se refería: Cambio de posiciones e inversiones de roles. El sutil y no tan sutil equilibrio de poder que había caracterizado su relación desde un principio.

CRÓNICA DE NOVIOS: el regreso de mi ex...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora