Parte 16

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—Joder, podrías haberme avisado idiota.

—Lo siento— dijo Harry con una sonrisa que definitivamente mostraba que no lo sentía.

El moreno de inmediato encerró la cintura de Draco entre sus brazos y lo apretó hacia la pared mas cercana. Draco no fue consciente de en qué momento las prendas de ropa desaparecieron de su cuerpo, pero si se estremeció fuertemente cuando unos dedos impacientes se acercaron a su trasero.

—¿Estás bien con todo esto? —preguntó Harry, su aliento se sentía caliente contra la sien de Draco.

Con la frente presionada contra la pared del hotel, Draco vaciló, su corazón trabajaba con dificultad. —¿Qué te hace preguntar eso?

Cristo, su respuesta se sentía monumentalmente estúpida.

—Porque la tensión en tu cuerpo es un poco obvia —dijo Harry secamente.

Draco parpadeó, la polla desnuda de Harry se hallaba gruesa y pesada contra su cadera. Harry ni siquiera le había dado tiempo para reaccionar, sí, un preludio increíblemente caliente para tener un sexo fenomenal.

Pero...

Con la camisa desabotonada, desnudo de cintura para abajo, cada vez que Draco se decía que se relajara, se volvía más difícil lograrlo. Su corazón palpitaba y su cuerpo se negaba a cooperar.

Tal vez si tuviera tiempo para prepararse mentalmente. Pero el comentario de Harry de bastardo dominante le había dejado con ciertas suposiciones y no había sido el pasivo en años.

Malditos roles de género.

Ser el receptor significaba estar expuesto, vulnerable y requería de cierta cantidad de confianza. Y después de que Harry se fuera, Draco descubrió que disfrutaba mucho estando a cargo, y ser el pasivo le recordaba mucho a su fallida relación.

Pensar que había algún tipo de relación en ello, lo inmovilizo. Lógicamente sabia que la realidad no era así, pero...

—Sólo... dame un segundo —dijo Draco.

—Esta bien. —Harry se estiró y ahuecó su rostro, acariciando con sus dedos a lo largo de las mejillas y la mandíbula de Draco, su pulgar descansaba junto a la esquina de su boca—. Tienes toda la noche —dijo, y luego giró la cabeza de Draco para un mejor acceso y se inclinó.

El pecho de Harry se sentía caliente, sólido y fuerte presionado contra la espalda de Draco. El beso no fue forzado, sólo firmes cepilleos que lentamente incrementaban su duración y desencadenó una ruidosa necesidad. Harry abrió y deslizó su lengua en su interior, y una llamarada de las que acelera el corazón y hacer zumbar la piel de deseo salió disparada directamente hacia la ingle de Draco.

El siguiente beso incluyó un mordisqueo. Cuando Harry rozó un dedo escurridizo por la entrada de Draco, el contacto incendió su cuerpo y arqueó su espalda, su jadeo se perdió en la boca del hombre.

Una y otra vez, Harry acarició la piel fruncida, sólo un poco y bañó el área sensible con lubricante. El placer le dio algo en qué enfocarse.

Quería esto.

Definitivamente quería esto.

Draco acercó su trasero a la mano de Harry, dándole paso para insertar un dedo. Draco inhaló con fuerza, y ambos se congelaron.

Dios, había pasado tanto tiempo, demasiado tiempo. En serio, sólo era un dedo. Pero aún así...

Pasaron varios segundos.

—¿Sabes lo que mejor recuerdo de nosotros? —preguntó Harry con la voz baja y profunda

Claramente había captado la lucha de Draco.

CRÓNICA DE NOVIOS: el regreso de mi ex...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora