Parte 5

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Draco sofocó un gemido desde su sitio en el sofá y se giró para ver como Harry entraba en la sala. Tenía el pelo profundamente negro, húmedo y despeinado, y una toalla le colgaba alrededor del cuello. Con su hermoso pecho desnudo y unos pantalones de deporte colgando de sus firmes caderas, Harry lucía exactamente como un idiota sexy.

Una descarga caliente de lujuria ascendió desde el vientre de Draco. Supuso que debería estar agradecido que no estuviera desnudo.

Oh, Dios, esa imagen...

Tres pares de ojos aterrizaron fijamente en Draco, y el rubor se extendió hasta su espalda. Después de pasarse meses ignorando las súplicas de Noah para que hablara con el especialista diciéndole que no quería tener nada que ver con su ex, ahora, por supuesto, tendría que ofrecer algunas explicaciones.

—El trabajo de hoy no salió como estaba planeado —dijo Draco

Genial, eso sonaba de lo más cojo. Ninguno dijo ni una palabra, y Draco se movió, incomodo, en su asiento, intentando hallar una posición más cómoda que sabía no existía.

Noah parecía aturdido, Alec miraba sorprendido, y Dylan observaba de forma divertida.

—¿Y qué paso? —preguntó finalmente Noah.

—Harry sufrió una leve conmoción cerebral.

Noah se puso de pie alarmado, estudió el corte en la nuca de Harry como si temiera que el chico colapsara. Y Draco no estaba seguro, de si su preocupación era por la salud de Harry, por la potencial mancha que dejaría su sangre sobre la alfombra gruesa o porque no pudiera terminar el contrato.

—¿Por qué no le llevaste a San Mungo? —le preguntó Noah a Draco.

—Porque se niega a ir —contestó intentando mantener oculta la preocupación y exasperación de su voz.

—¿Qué vas a hacer con él esta noche?

—Voy a cuidar de él —dijo fríamente Draco, e hizo una mueca mental.

Probablemente debería haber elegido mejor sus palabras.

Con el pulso golpeándole en el cuello, Draco bebió un sorbo de té y se negó a parecer incómodo. Era un medimago, maldita sea, ¿Qué se supone que debería hacer si su ex estaba herido? ¿Ignorarlo?

Las miradas de sus amigos continuaban clavadas en él.

—Estoy intentando ayudarle —Draco continuó.

—¿Le vas a ayudar verticalmente? —Noah barrió con su mirada, desde arriba hacia abajo por el pecho desnudo de Harry, antes de girar su atención nuevamente hacia Draco—. ¿U horizontalmente? —dijo mientras le enviaba a Draco una mirada conocedora—. Y a pesar de que sea tu amigo, si vosotros dos aún estáis discutiendo el pasado, no puedo tomar partido, porque aún lo necesitamos para los anuncios. Y lo juro.... —Noah se dio cuenta de que era un tópico—. Sus ojos son aún más adorables en persona.

Harry se rió. Obviamente la ducha le había hecho sentir un poco mejor. Cada vez parecía peor idea la decisión que tomó Draco al traerlo aquí. También se estaba disolviendo rápidamente su capacidad de pasar esta noche con una cierta compostura.

—¿Puedo tomar una copa mientras vosotros habláis de mí como si no estuviera aquí? —Harry dijo abiertamente, mientras apoyaba la cadera en la parte trasera del sofá donde Draco se encontraba sentado.

—Probablemente no deberías beber alcohol —dijo Draco—. No con una conmoción cerebral.

—Bienvenido a mi casa, celebridad —Noah le entregó uno de los vasos al moreno a pesar de la advertencia—. Te lo prepararé en un momento. Por cierto estás sangrando. —Entonces se levantó y le pasó una servilleta, y Harry, la utilizó para frenar el lento flujo de sangre que se extendía por su cuello.

CRÓNICA DE NOVIOS: el regreso de mi ex...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora