It was always you [A¦Jaeyong]

Capítulo XXIV

La banda tocó con energía "Feeling Good" y el grupo de concursantes del programa de supervivencia kpop en turno traído por la administración de los Stars, formaron un túnel de pompones azules y dorados para que Taeyong pasara por el medio. Cuando pisó el campo para la final del campeonato de la AFC, resplandecía con un traje de satén azul, su chaqueta era corta llena de cristales que brillaban como estrellas bajón las luces del estadio y una tira de seda azul cruzando por la solapa que parecía se unía a la blusa del mismo material que traía por debajo y por su transparencia dejaba ver su estómago, sus pantalones de satén fluidos terminaban escondiéndose en sus botas de combate negras. La afición lo saludó con silbidos y aplausos mientras las chicas del concurso se metían por el túnel y él aparecía en todas las pantallas, mostrando su pelo con un tono violeta y su maquillaje más suave, resaltando en su ojo izquierdo un detalle con glitter que simulaba un par de lágrimas brillantes.

Mientras saludaba con las manos y lanzaba miles de besos, sentía que la tensión aumentaba entre los seguidores y se reflejaba en las expresiones sombrías de los jugadores arrodillados en los márgenes del campo. Evitó mirar a YoonOh mientras llegaba al final del banquillo para sus rituales de prejuego. Muchos de los jugadores creían que les traía buena suerte, y lo habían involucrado en un montón de rutinas como golpear cascos y hombreras o meterle monedas de buena suerte en los zapatos. Yuta, sin embargo, se negaba a perder su beso de buena suerte.

—Lo conseguiremos hoy, Yong—Él le dio un sonoro beso y lo bajó otra vez al terreno.

—Sé que lo harán. Buena suerte.

Observó como los Sabers se unían a los Stars en el campo. Su quarterback estaba listo para jugar el último partido, cosa que a los Stars no les gustaba nada, pero Taeil ya la había avisado de que, aún heridos, los Sabers eran un equipo muy bueno.

Cuando el kicker se colocó, ya no pudo evitar mirar a YoonOh. Vio los tendones tensos en su cuello mientras hablaba por el auricular del casco a sus ayudantes y luego le dijo algo Kim JongIn, que estaba a su lado. Sólo cuando los jugadores estaban colocados para empezar el partido se dirigió hacia él. Sus ojos estaban entrecerrados, pero su expresión estaba en blanco, sin revelar ninguno de sus sentimientos. Taeyong buscó el chicle en el bolsillo de su pantalón mientras venía hacia él.

Ya habían pasado los rituales previos al partido que tenían los Stars y los hinchas miraban hacia el campo, para no perderse el momento en que el kicker pusiera en juego la pelota, después miraban como Taeyong le pasaba los chicles. Cuando YoonOh se paró a su lado, trató de sonar normal.

—No olvidé tus chicles.

YoonOh lo estudió por un momento, su boca dibujaba una línea apretada y dura.

—Nakamoto te da un beso y yo sólo consigo un paquete de chicles. Me parece que no.

Sus ojos se abrieron cuando YoonOh se quitó el casco y el auricular. Antes de que pudiera reaccionar, él se inclinó y le dio un beso largo y castigador.

Las luces del campo brillaron intermitentemente y la multitud lo celebró con gritos, risas, bocinazos y aplausos. Cuando YoonOh se apartó, Taeyong se obligó a sonreír. Los hinchas pensaban que era un chiste, pero sabía que no lo era. Su beso había estado lleno de cólera y había tenido intención de hacerle daño. Le hacía saber que no le había perdonado por insultar su honor y tal vez este sería su último beso.

Jung se alejó abruptamente y fijó toda su atención en el campo mientras la pelota surcaba el aire. El hombre de los Sabers lo atrapó justo en la endzone 23 de los Stars.

A pesar de sus emociones turbulentas, Taeyong estuvo rápidamente absorto en la excitación del juego. Sabía por Taeil que parte de la estrategia de YoonOh era forzar a los Sabers a salir de sus posiciones, y que el juego agresivo de la defensa los engañaría al menos cuatro minutos del partido, cuando Kim Hyojong golpeó la pelota liberó el atasco del campo. Los Stars rápidamente tomaron el control y al final del primer cuarto, habían avanzado siete posiciones y los Sabers las habían retrocedido.