Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ X

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TaeYong permaneció en las sombras, fuera de la iluminación de los focos que se habían colocados alrededor de la piscina de la mansión Lee y observó cómo cinco mujeres, que reían tontamente, rodeaban a Nakamoto Yuta. Ninguna de las gestiones de los Stars, ni el consejo administrativo que gestionaba el patrimonio tras la muerte de HyungSoo, ni el hecho de que TaeYong pronto se mudaría de la casa habían servido como excusa para cancelar la fiesta que se celebraba allí cada año para celebrar el comienzo de temporada. Mientras TaeYong había acudido al partido, su secretara había supervisado el catering de todo el acontecimiento. TaeYong había reemplazado su atuendo por otro más conservador y que caía un poco más en su estilo, un par de jeans oscuros, una camisa blanca y un sweater negro con un pequeño bordado.

La pérdida del partido había empañado la reunión al principio, pero como el alcohol había empezado a fluir libremente, el humor había mejorado. Era casi media noche y las bandejas de carne, jamón y colas de langosta se habían agotado. TaeYong había sido presentado a todos los jugadores, sus esposas y sus parejas fueron llegando. Los jugadores fueron escrupulosamente educados con su nuevo dueño, pero tener alrededor a tantos deportistas le había traído malos recuerdos, así que se había alejado a un banco de madera oculto por unos arbustos de rosales japoneses adecuadamente alejados de la piscina.

Oyó una voz familiar y sintió un extraño estremecimiento cuando miró hacia el patio y vio a YoonOh. Taeil le había contado que la noche de los domingos era una de las más ocupadas para los entrenadores, ya que calificaban a los jugadores según su trayectoria durante el partido y preparaban el plan de juego para la semana entrante. Pero aun así, se había encontrado buscándole toda la tarde.

Él observó desde las sombras como se movía de un grupo a otro. Gradualmente, se dio cuenta de que estaba cada vez más cerca. Vio que él llevaba puestas un par de gafas de montura metálica y el contraste entre esas gafas de estudioso y su ruda y buena presencia hicieron cosas extrañas en sus entrañas.

TaeYong cruzó las piernas cuando se le acercó.

ꟷNunca te había visto con gafas.

ꟷUtilizo lentillas la mayor parte del tiempo, pero me molestan después de catorce horas ꟷbebió un sorbo de la lata de cerveza que llevaba en la mano y puso el pie en el banco a su lado.

Este hombre era realmente como un involuntario orgasmo nocturno, pensó, mientras lentamente imaginaba una película en su cabeza. Lo podía ver en una envejecida biblioteca de una decadente casa de campo, con la camisa blanca humedecida por el sudor provocado por un lujurioso encuentro con un chico en una cama que rechinaba a cada movimiento. Sujetaba un cigarro entre los dientes al tiempo que examinaba impaciente y rápidamente un diario para intentar descubrir dónde había enterrado su bisabuela la plata de la familia.

Sentía su cuerpo caliente y lánguido y tuvo que reprimir el deseo de rozarse contra él como un gato.

Una carcajada procedente de la piscina lo trajo de vuelta a la realidad. Miró hacia allí a tiempo de ver como una de las cinco mujeres que rodeaban a Yuta lo empujaba al agua completamente vestido. Cuando él no subió inmediatamente para tomar aire, rechinó los dientes.

ꟷEstoy esforzándome para no tirarme a salvarlo.

YoonOh se rió entre dientes y bajó su pie del banco.

ꟷRelájate, tienes aún más dinero invertido en Kim JongIn que en Yuta, y JongIn acaba de echar un cabo a una de las chimeneas de la casa para ponerse a escalarla.

ꟷDefinitivamente no valgo para este trabajo.

Nakamoto Yuta salió de la piscina, resopló y empujó a dos de las mujeres que estaban con él, al parecer nadie estaba molesto o muy impresionado por el beso que le dio antes del partido.

It was always you [A¦Jaeyong]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora