ᴄᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ ɪᴠ

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ADVERTENCIA: JaeTen

No diga que no se lo avisé. 🤗

ꟷNo hay que darle más vueltas, Hielo ꟷdijo Kangta, dirigiéndose a Jung YoonOh en susurros como si fueran espías aliados encontrándose en un bar para intercambiar secretos militares ꟷTe guste o no te guste, el niño bonito está al mando.

ꟷHyungSoo ha debido pensar con el culo ꟷYoonOh miró ceñudamente al camarero que estaba a punto de llegar con otra bandeja de champán y el hombre rápidamente dio vuelta. YoonOh odiaba el champán. No sólo por el afeminado sabor, sino por la manera en que sentía las estúpidas copas en sus grandes manos llenas de cicatrices. Incluso más que al champán, odiaba la idea que aquel twink tonto con cara de infarto poseyera su equipo de fútbol.

Los dos entrenadores estaban de pie en el espacioso mirador de uno de los edificios más altos y caros de Seúl, que había sido cerrado al público esta tarde en beneficio de una gala benéfica.
Del suelo al techo había ventanas que reflejaban los centros florales de todo el recinto, mientras un quinteto de viento tocaba música clásica. Los miembros de todo el equipo se mezclaban con figuras locales de la prensa, política y algunas estrellas de cine que estaban en la ciudad. YoonOh odiaba cualquier ocasión que requiriera esmoquin, pero cuando existía un motivo lo suficientemente importante, se obligaba a asistir.

Desde que había comenzado como quarterback en la universidad, hacia años, las luchas de Jung, dentro y fuera del campo, se habían convertido en algo legendario. Como argumento a su favor, él había sido un demonio sanguinario. Había sido un quarterback que se entregaba, no un niño mimado, incluso con el defensa más feroz intentando amenazarle, porque en cualquier enfrentamiento que YoonOh mantuviera, asumía que era el más fuerte y el más listo. De cualquier manera, tenía intención de ser el ganador.

Fuera del campo también era agresivo, algunas veces había llegado a ser arrestado por alterar el orden público, destrucción de la propiedad y, al principio de su carrera, poseer alguna sustancia ilegal.

El crecer, la madurez lo habían hecho más sabio en algunas cosas pero no en otras, y se encontró observando a la personalidad tailandesa del momento cuando se paró ante un grupo de personas de etiqueta detrás de Kangta. Llevaba puesto uno de esos trajes de seda que parecían simples pero que probablemente costaban más que un par de pendientes de diamantes. Su pelo oscuro estaba retirado de su frente con gel. Era hermoso y parecía sofisticado. Y además atraía una considerable cantidad de atención de hombres y mujeres, más aun siendo abiertamente homosexual y ser un activista en cuanto a los derechos de la comunidad LGTB.

Ahora se daba cuenta de que él era una de las pocas personas de la reunión que el tailandés no había saludado. En cambio, una atractiva morena con un ceñido vestido plateado se desvivía por él. Dándole la espalda a Kangta, ella pestañeó directamente a YoonOh con unas pestañas tan falsas y pesadas que le asombró que todavía las pudiera mover.

ꟷEstás muy solo, entrenador ꟷse relamió los labiosꟷ Te vi jugar contra los tigres antes de tu lesión. Eras un auténtico salvaje ese día.

ꟷEstoy bastante seguro de que soy salvaje todos los días cariño.

ꟷEso es lo que he oído ꟷ Él sintió la mano femenina se deslizaba en el bolsillo de su chaqueta y supo que le estaba dejando su número de teléfono. Intentó recordar si había vaciado sus bolsillos desde la última vez que se había puesto el esmoquin. Con una sonrisa húmeda que ofrecía todo y más, ella se marchó.

Kangta estaba tan acostumbrado a que sus conversaciones con YoonOh fueran entorpecidas por mujeres rapaces que siguió la conversación como si no los hubieran interrumpido.

It was always you [A¦Jaeyong]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora