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Narra Kurt.

Mi mente estaba en calma, ya no me dolía nada. Sentía como mi cuerpo podía frotar, pero en un parpadeo me encontraba en el cuarto de alguien más.  No recuerdo como llegué ni que estaba haciendo allí,  traté de no hacer ruido pero un trueno hizo que se despertara.
Al verme su piel se tornó pálida, como si hubiera visto un fantasma. Quizás drogado la había lastimado y no lo recordaba, y si así fuera no me lo perdonaría nunca. Odiaba esos tipos que con la excusa de las drogas golpeaban  a sus mujeres o hasta llegaban a violarlas.
Traté de calmarla hasta que dijo algo que me hizo largar una pequeña risa..

¡¿De verdad creía que yo había muerto ?!

Mi cabeza no dejaba de dar vueltas, ella me había enseñado una revista con mi supuesta muerte. Si era Real, ¿porqué me eligió a mi ?
Debía buscar más respuestas.

La convencí de salir a caminar, era de noche y nadie me reconocería. Ella no decía nada, sólo me seguía. La noche era bastante fría, iba fumando cuando por fin dijo algo...

Sarah- Me llamo Sarah...- sus pasos eran un poco más lentos que los míos así que se apresuró un poco-

Ya lo sabía. Lo había visto en su cadenita, no sé porque me decía esto.

Sarah- Espera... - Se interpuso en mi camino-  No creo que sea una buena idea...- Sabía a lo que se refería. Estábamos justo enfrente de mi casa-

Ya me estaba cansando que no me dejara hacer nada, no era un niño.

Kurt- Mira - la tomé de los hombros-  Esa es mi casa y ahí está mi esposa. No necesito que me estés cuidando como a un pequeño niño,  si vamos al caso soy bastante mayor que tú- arroje  el cigarro al suelo-

Sarah- Ya no es tuya ! Courtney la vendió....

Kurt- No te creo, ahí es donde hicimos nuestra familia... Ella no haría eso...

Sarah- Es que...-  Acomodó un mechón de su cabello detrás de la oreja-

Kurt- Que ?!

Sarah- Te mataste. Aquí fue...

No podía ser verdad. Estoy seguro de que nunca le haría eso a mi pequeña.
Intenté recuperar el aliento y fui directo a mi lugar preferido. Aquel banco estaba repleto de flores, velas y algunos mensajes de mis fanáticos. Me agache y comencé a leer cada uno de ellos, no sé porqué razón me invadió una angustia. Necesitaba drogarme.

Errantes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora