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OO7

En el parque, JungKook corría atrás de su perro, este con energía iba de un lado a otro olfateando a las personas que pasaban, o simplemente se revolcaba en el césped para ser acariciado por niños. Ya cansado luego de tanto trotar, el joven se dejó caer en una banca, con la correa de Bam en su mano, tomó aire, tratando de relajarse y volver a su estado normal. Siendo Domingo, prefería estar en casa durmiendo, pero no podía decirle que no a esos enormes ojos de cachorro que le podían pasear. Era debil ante él.

De cualquier forma, la emoción seguía intacta en su pecho cada vez que recordaba los escenario vividos la noche anterior, pudo conocer más a fondo a la Veterinaria Im, una mujer que ni siquiera podía verlo a la cara. Por mucho tiempo llegó a pensar que ella era bastante fría por simple naturaleza, pero tal vez, solo necesitaba conocerla. Suspiró con una enorme sonrisa en sus labios, ¿Por qué está tan feliz? A penas cenaron una noche...

Debía pedirle otra cita, ¿Pero cómo? Olvidó pedirle su número.

—Hey, Bam.—cuando tuvo una idea bajo la vista a su travieso perro de cola larga— ¿Qué te parece ir al Veterinario mañana? —ladeo su cabeza, sin entender— Ah, mi pobre bebé que se enferma tan seguido...—negó con lástima— Tendremos que ir a la ver a la Señorita Im hasta que te sientas mejor.

Tenía suerte de tener a Bam.

( ... )

Al día siguiente, el chico llegó con nervios, se posicionó frente al Kim y dijo que el animal estaba con dolor en una de sus patas. TaeHyung arqueo su ceja, viéndolo.

—¿Ah, sí? —se burlo, escribiendo en la computadora del escritorio, el menor comienza a pensar que la recepción es algo juzgona— Apenas viniste la semana pasada, no creo que Bam ya este enfermo. Además, hay muchos clientes hoy, tendrás que esperar mínimo dos horas para ser atendido, y no creo que la Señorita Im pueda, tal vez te atienda el nuevo empleado.

—¿Nuevo empleado?

—Choi SooBin, recién recibido. Entro hoy y atiende en el cuarto número dos. —señaló el pasillo— Puede que consiga que él vea a Bam.

—No —negó rápidamente, la jugada no le salió bien—, vendré mañana, entonces.

—Mira —al querer marcharse, el joven lo detuvo con sus palabras— puedo darte su número si tanto quieres.

—¿E-En serio? —sus mejillas se volvieron rojas, avergonzado— No, digo, ¿Por qué querría eso? Yo no...

—Cierra la boca y toma.—de un papel cortado escribió unos números, le dio aquello con una mueca en su rostro— No lo arruines.

—Gracias.—dijo, inclinándose.

TaeHyung sabe que no es un mal chico, pero conoce a JiSul, a ella le exasperan las personas de ese estilo, ¿Sería el Jeon la gran diferencia en su vida? No lo sabía, pero se estaba volviendo interesante el drama entre aquellos dos. Vio como se marchaba con su mejor amigo de cuatro patas, yéndose con una sonrisa en sus labios que muestra unos dientes de conejo, rió enternecido.

—Quiero una ensalada.—la potente voz de su jefa lo hizo exaltar— ¿Qué estas haciendo, tonto?

—No, nada. ¿Por qué una ensalada? Pensé que irías a almorzar con SooBin.

—Hay muchos clientes, no tengo tiempo.—suspiró, tomando la lista de los que se encontraban alli esperando— Ahm... ¿Toby? —llamó.

—Aqui.—una niña con un cachorroro bebé en sus brazos se levanto.

Sonrió, volviendo a su asistente— La quiero en diez, y con aderezo.

—Lo que pidas.—asintió, observando como se marchaba con la niña y su madre.