in the parks ➵ ʙᴛs;; jjk [✔]

O14

Exhausta JiSul limpió las lágrimas de sus ojos, debido al ruido del timbre siendo tocado más de dos veces no tuvo más opción que levantarse de la cama usando el pijama y avanzar hacia la entrada del lugar. Abrió la puerta, quiso volverla a cerrar rápidamente, sin embargo él se lo impidió, dando un paso adentro.

—¿Qué haces en mi casa? —preguntó sorprendida.

Le resultaba algo vergonzoso estar frente a JungKook en esas fachas, sin maquillaje, con unas enormes ojeras y el rostro rojo por tanto llorar, observando las fotos de su ex pareja aún en su teléfono. Se abrazó a si misma caminando al living.

—Lo siento por llegar de esta forma, pero TaeHyung-ssi me pidió asegurarme de tu estado. También me sentía preocupado, ¿Te encuentras bien? —tímidamente dejo la mochila a un costado en el suelo para posicionarse al lado de la mayor en el sofá.

Su departamento era muy diferente al suyo, el de JiSul es grande, monocromático y con una limpieza muy pulcra. Mientras que el de JungKook es más pequeño, con pelos por todos lados –además de ropa por doquier–. La observó fijamente, esperando a alguna palabra que le diga de su estado tan triste, pero no dijo nada, cubrió su rostro con ambas manos, esperando a que él no la viera llorar.

No puede creer que ahora llorara frente a un chico con el que intenta ligar, ¿Hasta que punto llegó?

—Soy tan lamentable. —sollozo— Debes pensar que actuo como una adolescente tonta.

—Ningún sentimiento que te duela es lamentable.—dijo, tomando sus manos para verla mejor, se las quito del medio— Esta bien a veces sentirse mal, no somos robots sin sentimientos.

—Quisiera ser uno, así no me dolería cada vez que lo veo. —las palabras habían salido sin pensar, provocando que se arrepintiera— Yo... no es lo que quise decir. Olvídalo, por favor. —JiSul tuvo la intención de levantarse, aunque las manos del pelinegro se lo impidieron.

La obligó a quedarse en su lugar, tomándola desprevenida.

—Podemos hablar de eso —le dijo—, estoy para escucharte.

«Estoy para escucharte.» Pequeñas acciones o palabras en momentos así le hace dar cuenta de porque es tan diferente a los demás, la hace arrepentirse de llorar por un idiota que jamas dio mierda por ella. En cambio JungKook, en el poco tiempo que lleva conociéndolo más a fondo le ha dicho cosas dulces, y le muestra sentimientos reales.

Suspiró.

—Mi ex pareja va a casarse con una chica más linda y joven, incluso me invito a la boda.

—Woah —parpadeo—. "Más linda" suena pretencioso, no creo que haya algo así, por lo que veo, eres la mujer más linda de Seúl. —abrió su boca sin creerlo, con sus mejillas volviéndose carmín.

—¿Solo Seúl? —quiso jugar un poco.

—Toda Corea.

—¿Únicamente Corea?

—¡El mundo, y más allá de eso! —abrió sus brazos a ambos lados, mostrando cuan grande quería que sea.

JiSul mordió su labio reteniendo lo que era su primera sonrisa en el día— Gracias, JungKook.

—¿Por qué? —ladeo su cabeza.

—Por más tonto que sea, siempre que hablo contigo me siento mejor. —su confesión hizo que un estallido de mariposas revoloteara en el interior del aludido— Me has pegado lo cursi, Jeon.

—¿Debería disculparme? —arqueo su ceja, divertido.

—Tengo una mejor idea. —su mano se extendió para tomarlo por el cuello, y de un suave movimiento lo acercó a sus labios.

Era un beso tímido, sin demasiado roce, pero que a JungKook le encantó. Los labios de JiSul eran suaves, con un leve sabor a bálsamo, podía volverse adictor a sus besos si obtenía uno diariamente.

Le encanta.