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Después de un rato, Mauro se llevó a Matías a descansar a su habitación, solo después de que aquel llorara un poco y le diera las infinitas gracias al ojiverde por ser tan bueno con él y no haberlo devuelto cuando empezó a darle "problemas", o haber pensado en desecharlo como un trapo viejo que ya no servía.
Palabras que hicieron que el corazón de Monzón se estrujara demasiado, hasta el punto de desear ocultar al morocho en una cajita para que nadie más le fuera a hacer daño jamás en toda su vida...
— ¿Matías se durmió? — Paulo le consulta a Monzón, una vez que éste regresa a la sala sin la compañía de Vinscontti. — ¿O cómo está?
— Si se durmió, dijo que se sentía bastante cansado por llorar y por todo lo que hicieron el día de hoy. — el ojiverde le comenta, suspirando con cierto cansancio a la misma vez. — ¿Pero antes de ir con la psicóloga se tomó sus pastillas? — pregunta, mencionando los medicamentos que aquel seguía tomando para combatir la anemia que tenía y controlar sus ataques de epilepsia, para que fueran lo menos frecuentes posibles. — Es que la doctora me dijo que tenía que tomarlas a la hora exacta.
— Si, si, se las tomó, no te preocupes por eso. — el cordobés responde con tranquilidad, esperando a que aquel le dijera algo más.
— De acuerdo. — Monzón habla, para después quedarse en silencio por un par de minutos. — Paulo... — lo llama. — Para la próxima me avisas si te vas a llevar a Matías de paseo, por favor. — pide, no queriendo ser grosero y mal desagradecido con el contrario. — Es que me asusté demasiado al ver que no me respondías y bueno... pensé que...
— Lit, ya... — Londra interrumpe al peliblanco, quien se calla de inmediato. — No tenés porque decir todo eso, porque sé que hice mal en no haberte dicho nada. — agrega. — Así que no te preocupes, que sería el último en querer hacerle daño a Matías. — dice, habiendo captado lo que el otro quería decirle, pero que no se atrevía hacerlo.
— Gracias, posta que muchas gracias Pau. — Monzón le agradece de inmediato, al ver que lo había entendido y que no lo había mandado a la mierda por lo que quería decirle. — Matías se siente muy cómodo con vos, le agradas demasiado y siento que de alguna manera lo estás ayudando al momento de cuidarlo. — agrega sonriente.
— A mí también me agrada, casi lo siento como un pequeño hermano al que quiero cuidar de todos. — Londra le responde con la misma tranquilidad que tenía, a pesar de que antes había pensado lo peor acerca del morocho y todo por la extraña relación que estaba llevando con su novio.
— Si, eso lo noto demasiado y es simplemente magnífico. Porque le estás ayudando a qué se le vaya el miedo a estar con otras personas que no sea yo. — el peliblanco se muestra sumamente emocionado y feliz por ese ligero cambio que el morocho estaba demostrando lentamente.
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|| 𝖲𝗈𝗎𝗅𝗆𝖺𝗍𝖾 : ᒪITᑕKO ||
Fanfiction"Amar es complicado, pero lo es más cuando el corazón de uno de los involucrados, se encuentra demasiado lastimado y no está dispuesto a sanar para empezar desde cero"