- Te has quedado como si necesitaras un trago, un trago fuerte.
Con asombrosa calma, Zayn se puso de pie y fue a servirle un coñac. Se lo puso enfrente, sobre la mesa y se fue hacia la chimenea.
- No es posible que hables en serio – le dijo Liam con la boca seca.
- Aparte de tu árbol genealógico, que deja bastante que desear, tú eres el Omega perfecto, lo que yo busco en un esposo.
- Perdóname, pero no puedo creer lo que dices.
- Eres guapo, atractivo, y ya eres mío desde antes – dijo sonriendo -. Y no he encontrado a otro Omega con la mitad de las cualidades que tú reúnes.
- Gracias, pero no, gracias – Liam no podía entender su sarcasmo, y su proposición lo dejaba perpleja.
- No he dicho que tuvieras derecho a rechazar mi proposición. Y estoy dispuesto
a ser razonable. Lo he demostrado anoche. Podría haberte tirada en la cama y...- ¡No! – Liam se puso rígido en la silla.
- Pero no lo he hecho. Te he dado tiempo como para que te hagas a la idea. No pretendo que te comportes como si los cinco pasados años no hubiesen existido.
- Amo a Paul.
- Y yo espero no volver a oír su nombre. Te lo advierto. Te tolero un error, pero no más.
- ¡No puedes hacerme eso! ¡No puedes amenazarme!
- No era una amenaza. Si te saltas las barreras que he trazado, tendrás que atenerte a las consecuencias. Y no digas que no te he avisado. No pienses que
porque he sido tolerante anoche lo volveré a ser.- No puedes obligarme a estar contigo.
- Intenta saltarte las barreras, y verás. Y no te engañes con que has encontrado el verdadero amor. Woods tiene una larga trayectoria en el arte de cazar Omegas adinerado.
- ¡Si ni siquiera sabía que yo era rico! – gritó Liam furioso.
- Hasta un ciego lo vería. Mira las joyas que llevas, la ropa que usas. ¿Por qué crees que vas con guardaespaldas? Eres una invitación para cualquier asaltante. La esclava que llevas puesta vale más de lo que cualquiera de ellos pudiera ganar en toda su vida. Y no creo que se imagine que vas a donar toda tu herencia.
- ¿De verdad?
- ¿Es que quieres conservarla? ¿Las ganancias de todo el dolor y amargura que causó a sus víctimas?
Liam estaba descompuesto por las palabras que oía. Con una mirada de desprecio se dio la vuelta y se alejó de Zayn.
- Volverás a Londres y harás el equipaje. Nos vamos a Grecia en cuarenta y ocho horas.
- ¿A Grecia?
- Sí. Ya es hora de que conozcas a mi familia.
- ¡De ningún modo seguiré casado contigo, y de ninguna manera me iré a Grecia!
- Ve a darte una buena ducha, y piensa mientras tanto cuáles son tus opciones – le aconsejó Zayn secamente -. Y cuando termines, piensa entonces cuánto has pensado en Woods anoche, cuando estabas en mis brazos.
- ¡Cerdo! – era una palabra que no le gustaba a Liam pero le salió
espontáneamente, sin pensarlo.- ¿Y por qué me llamas así?
El castaño se quedó paralizado ante la mirada de hielo del Alfa.
- ¿Por qué? – insistió él.