10

778 78 22
                                        

Liam no salía de su asombro. Zayn y Harry. Harry y Zayn. Hacía cinco años habían estado a punto de casarse. Hasta que el padre de Liam había intervenido en la elección. Sintió vértigo ante el significado de este hecho.

Harry y Zayn eran amantes. ¿Por qué el Alfa insistía en que él siguiera siendo su esposo? ¿Por qué había rechazado su propia libertad? ¿No quería casarse con Harry? ¿O estaba satisfecho con mantener al buen doctor como amante? Un amante que no se reprimía aún en presencia de su esposo...

Liam se estremeció. No había nada en el juramento hipocrático que impidiera semejante comportamiento. ¡Ahora comprendía por qué Zayn no había querido decirle todo lo que le había costado su boda con él!

El Alfa decía odiarle. No podía ser de otro modo. Y ahora se estaba vengando.

El castaño hundió su cara en la almohada, con la sensación de ser la persona más desgraciada y estar más solo que nunca. Del mismo modo que Max Payne
había manipulado la vida de Zayn forzándolo a una vida que él no había elegido, cinco años atrás, ahora Zayn quería que Liam sufriera el mismo destino
presionándolo para permanecer a su lado.

Zayn se había sentido atraído por Liam el día que éste le había dicho que estaba enamorada de otro Alfa. Hasta entonces había creído que el Omega aún lo amaba, y lo había estado castigando con su indiferencia para que pagase los pecados de su padre.

Zayn aún no sabía que Paul había desaparecido de su vida, pero estaba dispuesto a conseguir que así fuera. Tal vez por lo de «ojo por ojo, diente por diente». Él había sido privado de Harry, quizás ahora quisiera que Liam también perdiese a su amor.

Su padre siempre había sido inalcanzable a causa de su chantaje, pero Liam era un objeto fácil para la venganza. Y el Alfa era un sádico. Incluso había representado el papel de Alfa apasionado con él, cuando ahora quedaba claro que había sido
todo planeado para desquitarse. En su momento Liam había pensado que el Alfa le había querido demostrar que podían tener un matrimonio de verdad, y que quería hacerlo tambalear en su convencimiento de que amaba a Paul.

Pero ahora veía que el motivo por el que había hecho el amor con él era aún más humillante.

El Omega castaño había caído en las redes de su maestría sexual. Lo había seducido para dejarlo aún más confuso. Liam se sentía degradado por su propia vulnerabilidad.

[...]

El cansancio lo había llevado a un sueño intranquilo pero largo. Se despertó pasada la medianoche, y se dio cuenta de que llevaba durmiendo doce horas. Era evidente que físicamente le había hecho bien, si bien se sentía muy hambriento.

Se puso la bata y fue a buscar comida. Su mente vagaba por pensamientos oscuros y angustiosos cuando de pronto se encontró a Zayn, silencioso, a su paso hacia la suite. Se llevó el susto de su vida.

- ¿Buscas un teléfono, pequeño?

En la penumbra, los rasgos del Alfa parecían los de una escultura.

- ¿Un... teléfono?

- Por la duración de tus llamadas a Woods, pareciera que encuentras en ellas un buen sustituto del sexo – murmuró con insolencia -. Y llevas como cuarenta y ocho horas sin tu ración. De todos modos, si eso es lo que quieres, podría aceptar el
desafío y llamarte desde un teléfono interno. Estoy dispuesto a demostrarte que también eso lo hago mejor que él.

- ¡Eres perverso!

- Me estás empezando a dar pena, tu pobre Adonis. ¿Cuánto lleváis juntos? ¿Dos meses y medio de manitas, suspiros, y dulces conversaciones?

Un Matrimonio DiferenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora