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Esa noche, a las diez, golpearon la puerta de la habitación del Omega. Cuando fue a abrir se encontró a Zayn. Intentó cerrar la puerta nuevamente, pero sus manos fuertes se lo impidieron, forzándolo a retroceder.

- ¿Cómo sabías dónde estaba?

- Boyce tuvo la brillante idea de seguirte – dijo Zayn cerrando la puerta y apoyándose en ella.

- No tiene derecho a hacerlo – dijo Liam amargamente.

- Él trabaja para mí. Y tú eres el objetivo número uno para cualquier secuestrador. Ha hecho lo que debía. Como yo, que voy a hacer lo que debo hacer.

- ¿Y qué se supone que es?

- No dejarte marchar.

Liam sintió un frío que le recorría de pies a cabeza.

- Eres como un perro que entierra un hueso y se olvida de él. ¡No tenías el más mínimo interés en ese hueso hasta que vino otro a desenterrarlo!

- Eres mi esposo.

- ¿Desde cuándo? ¿Crees que alimentándome y vistiéndome ya está todo cubierto? Bueno, puedes quedarte con tu ropa y tu comida y tu asqueroso dinero.
No quiero nada. Igual que no te quiero a ti.

- Tú siempre me has querido...

- Has perdido el tren. Te he olvidado hace mucho tiempo – dijo Liam con una alegría llena de resentimiento.

- Pero aún quieres que pague por mi actitud –dijo Zayn con rabia contenida—. Por eso te vas sin siquiera decírmelo. Ni siquiera una nota...

- ¿Y qué esperabas? Un «querido Zayn, han sido unos cinco años horribles, adiós»?

- Lo has traído a mi casa – murmuró el Alfa bruscamente.

Liam se puso pálido, y se quedó mudo ante la noticia de que Zayn sabía que Paul había estado en su casa.

- Y seguramente no te hubiese importado llevarlo a nuestra cama también.

Liam se rió cínicamente. Por fin tendría la oportunidad de decirle algunas cosas. —¡Jamás hemos tenido una cama nuestra!

- ¡Basta ya! Estoy tratando de no perder los estribos – dijo el Alfa tensando los músculos de la boca.

- ¡Me da igual! Quiero que te vayas.

- No me iré sin ti.

- ¿Por qué? ¿Qué tengo yo de especial? ¿Por qué no te vas con todas esas Omegas con las que andas? ¿O crees que no me entero del todo de lo que pasa
aquí? ¿O es que todas esas Omegas atractivas eran una tapadera como lo era nuestro
matrimonio? ¿Por qué quieres que me quede? ¿Es que eres un Alfa amanerado y te sirvo
para cubrir las formas?

En el mismo momento en que Liam pronunció esas palabras, se arrepintió de ellas. Los rasgos de la cara de Zayn parecían a punto de estallar de furia.

- No... Amanerado no – mientras lo decía se quitó la chaqueta y se aflojó la corbata -. Tal vez necesites una demostración...

Liam sabía que no había peor insulto para Zayn, y en cierto modo se sentía satisfecho por haberlo disgustado tanto como Zayn a él.

- ¿Qué estás haciendo?

- Algo que debí hacer hace años – el pelinegro se quitó la camisa dejándola junto a la chaqueta.

- ¿Puedes volver a ponerte la ropa, por favor? – dijo Liam titubeando, y sabía perfectamente que sus palabras sonaban ridículas, un hecho que poco lo ayudaba en esa situación.

Un Matrimonio DiferenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora