Adam tendió a la pequeña Elsa Elisabeth a su madrina. La pequeña se había comportado como una profesional, durante toda la celebración de su bautizo. Él y Philip estaban haciendo un buen trabajo criando a esa pequeña.
- ¿Estás lista para la foto?.-
Elsa alzó el rostro hacia Chris. No había sido tan duro con Adam como pensaba, en incluso le sorprendía lo bien que había tomado la noticia de su homosexualidad y de su paternidad compartida. Sí, podría haber mantenido el engaño por mucho más tiempo, pero pensó que ahora que habían dado el primer paso para formar su propia familia, necesitaba que él aceptara a todos los que formaban la suya. De momento sólo unos pocos, muy pocos lo sabía. Con el tiempo, lo revelaría al resto, pero de momento no, necesitaba mantener su carrera a flote, conseguir un buen respaldo económico para el futuro.
Seis increíbles meses, y Chirs no había podido esperar para ponerle un anillo de casada en el dedo. Tampoco es que ella se hubiese resistido, pero no le dio la misma importancia. Ella ya sabía que lo tenía en exclusiva, por tanto tiempo como deseara. Pero Chris quería que los demás supieran que le pertenecía, de una manera que mantuviera al resto de los hombres bien lejos. ¿Inseguro?, no lo creía. Lo que le pasaba a Chris era lo mismo que al resto de los hombres, les gustaba sacar pecho y restregar a los demás que él tenía lo que los demás soñaban con poseer.
El flash la hizo parpadear.
- Te queda muy bien, estás preciosa con un bebé en brazos.-
- ¿Estás insinuando algo?.-
- Sólo me preguntaba… que ya que hemos comprobado que con la práctica somos buenos… quizás abría llegado el momento de ponerse serios.-
- ¿Me estás pidiendo que tengamos un hijo?.-
- Sólo estoy pensando, que esta foto sería perfecta si el bebé que sostuvieses fuera el nuestro.-
Elsa no pudo evitar sonreírle, y Chris comprendió con aquel gesto que tenía su respuesta. Se inclinó hacia su recién estrenada esposa, y la besó con todo el cuidado de no aplastar a la pequeña.
- Será mejor que le devuelvas a la pequeña a su padre. Tenemos que irnos.-
- ¿De verdad que no podemos quedarnos media horita más?.-
- Vale, media hora más. Pero no sé si podré llegar hasta el coche sin meterte mano.-
- Pues sí que tienes ganas de ser padre.-
- No, de lo que tengo ganas es de….-
Chris se inclinó sobre su oído, para que sólo fuera ella la que oía sus palabras.
- ¡Adam!, tenemos que irnos. Te devuelvo a tu niña.- gritó Elsa.
Chris elevó una ceja y sonrió con malicia. Él había provocado todo aquello, pero que lo mataran si no estaba decidido a hacer todo lo que había sugerido al oído de aquella mujer.
Dejó que lo arrastrase de la mano hasta el ascensor, y antes de que este cerrara sus puertas, Elsa lo aferró por las solapas de su chaqueta y devoró su dispuesta boca.
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Una nueva cazadora
RomanceLa venganza puede ser un objetivo, pero nunca será un final. Elsa vio en la venganza una salida a su resentimiento, acabar con aquellos que se llevaron la vida de su mejor amiga. Pero el destino es caprichoso, y pone en tu camino lo que no estás bus...