11. No es lo que piensas.

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¿Eh? ¿Matt? ¿Tommy? ¿Por qué están los dos juntos?

Vieron a Dante en la puerta del baño, no tenían idea de qué responder ante tal situación.

E... eh... Por casualidad nos encontramos -dijo Matt estando nervioso.

Pero... Éstos baños están más lejos que los otros, casi nadie viene por eso -empezaba a sospechar.

Es más tranquilo estar aquí -siguió con la excusa- si te llegas a tirar alguna flatulencia, nadie lo olerá y mucho menos escuchar -explicaba, mientras levantaba los brazos como demostrando que no le importaba.

"¡¿Pero qué rayos dices?!" Pensó Matt "¡¿En serio crees que Dante se lo creer..!?"

¡Oh!, ¡siempre dices cosas convenientes! -se acercó a Tommy, colocando su brazo alrededor de su cuello, riendo de la gran lógica que acababa de decir su amigo.

"¡¿En serio se lo creyó!?"

Bueno Dante, nosotros nos iremos adelantando al salón.

Ok, los veo allá.

Matt y Tommy salieron del baño, caminaron sin dirigir una sola palabra durante el corto trayecto, los minutos que tardaron en llegar, parecieron eternos.

Hora de salida
15H20pm

Ok estudiantes, recuerden que dentro de unos días, será el paseo escolar, varios aún no llenan la ficha, si no la entregan hasta el lunes, no irán, eso es todo, tengan un buen fin de semana.

Matt quién ya había recogido sus cosas, estaba por irse, hasta que Tommy se le acercó.

Entonces..., hoy en la noche iré a recogerte.

Se notó un pequeño sonrojo en las mejillas- si... en la puerta trasera como te indique.

Si si, como digas conejito -se retiró con una sonrisa en su rostro.

¡¿A quién le dices así?! -gritó.

Tommy corrió contento a su casa, dando pequeños saltos, aunque sabía que por cierta parte estaba mal lo que hacía, creyó que si no lo hacía en ese momento, posiblemente se arrepentiría en el futuro.

Llegó a casa, fue directo a ducharse, salió y fue a dormir un poco hasta que llegara la hora.

21H35pm

Suena una alarma por sexta vez, Tommy lentamente abre los ojos, seguido toma su celular para ver su celular.

Espantado por ver lo tarde que era, se cambió rápido, y salió corriendo.

Casi llegando al prostíbulo, se topó con un hombre, quien estaba forzando a una niña.

¡No! ¡Detente! ¡No quiero ir con usted! -gritaba la niña, pegando varias veces la mano del hombre.

Deja de ser necia, te dije que yo sé dónde está tú hermano -le respondió, su voz sonaba medio rara, al parecer había estado bebiendo.

¡No necesito que me lleves, viejo pervertido!

¡¿Qué!? ¡Verás como tienes que respetar a tus mayores! -el hombre cansado y enojado de los gritos de la niña, levantó su mano para pegarle, pero alguien lo detuvo.

¿Qué crees que haces? -preguntó Tommy, apretando la muñeca del hombre.

¿Ah? ¿Cómo te atreves? -soltó la mano de la niña, para encarar a Tommy.

Una Vida con mi Molesto EsposoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora