El calor del día es sofocante y no es uno de esos que se puedan catalogar como “normal”o más bien tolerable ,si uno en el que sientes que te vas a derretir de un momento a otro si no te cuidas, como un helado expuesto al sol“Verano bienvenido”
Me encuentro caminando por el corredor del instituto con gran pereza, buscando a los chicos con la mirada por los pasillos un poco perdida en mis pensamientos, aún ronda en mi cabeza el juego del otro día con Jacob, su risa burlona, sus bromas, la cercanía de su cuerpo, la forma en que me miraba, sus labios tan cerca de los míos.
No puedo evitar sonrojarme yo misma al pensar en ello, lo cual me parece hasta patético, yo nunca he sido de esas chicas que se fijan en esas cosas ni mucho menos gasta pensamientos en algún chico, menos después de lo que sucedió con mamá, simplemente he dejado ese aspecto de mi vida paralizado, pero no puedo evitar hacerlo con Jacob nunca me había sentido de esta manera, lo cual lo admito me da algo de miedo, no quiero volver a ser lastimada, no otra vez....Tampoco puedo evitar pensar en su forma de actuar, después de que “casi” paso lo que pasó, es algo que me carcome la cabeza, y que me hace sentir cierta desconfianza, aunque él no me allá dado razones para hacerlo, es como una método de defensa que hay en mi, que se enciende cuando detecta un movimiento extraño, o tal vez solo sea algo paranoica
Los encontré cerca de los casilleros, Zoe gesticulando rápidamente con la mano, pareciendo exasperada, en dirección de Trevor que la miraba sin mucho interés recostado de uno de los casilleros.
— De verdad ¿piensas dejarme sola?, Eso va contra las reglas de los amigos — reclama Zoe negando con la cabeza
— No estarás sola, estarás con muchas personas más a tu alrededor, que no conoces, ni te conocen, pero sola no — rectifica Trevor divertido, por la reacción de Zoe que le dedica una mirada de pocos amigos.
— ¿De que hablan? — Pregunto acercándome con curiosidad, sin entender nada
— Hoy es el partido de los chicos, y pues hay que ir — contesta Zoe con simpleza, dejándome aún más perdida que antes.
— Si no te has dado cuenta tenemos un equipo de basquetbol, lo cual implica que cada cierto tiempo irán a competencias con otros colegios, ya sea internamente o fuera, y pues hoy es aquí en la tarde — aclara Zoe obviamente.
— Okey entiendo... Pero entonces ¿cuál es el problema?— pregunto asimilando la nueva información arrugando las cejas
— El problema es que este teletubi colorido que tengo al lado, no quiere acompañarme — lo acuso Zoe, mientras Trevor le lanzaba una mirada ofendida por el apelativo
contuve una risa.
— No me malinterpretes, no es que no quiera acompañarte, solo prefiero ahorrarme el aburrimiento, los deportes nunca han sido lo mío, se puede decir que soy más original — se defendió Trevor con pomposidad
— Querrás decir imbécil — riñó Zoe — ¿dónde está tú espíritu deportivo?
— Ese se fué el día que mi papá me llevó a un juego de béisbol y me pegaron un pelotazo en la cabeza— contó Trevor haciendo que soltará un breve carcajada divertida.
— ¿Sabes que?, Olvídalo no te necesitamos, Dakota y yo podremos arreglárnoslas perfectamente nosotras solas ¿no es así? — preguntó Zoe en mi dirección.
Yo inmediatamente di un paso atrás.
— ¿Tu tampoco piensas dejarme sola verdad? — preguntó Zoe ofendida.
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Simplemente tú
Teen FictionDakota a sus 17 años, después de ser abandonada por su madre a una corta edad , vive con la seguridad de que el hecho de entregar tu confianza a alguien significa dar un pase libre para que te lastimen, que confiar ciegamente no te traerá más que pe...