11- ¿ Una locura?

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Me encuentro recorriendo los desolados  pasillos del instituto, mi corazón y pensamientos hechos un completo lío.

Desde lo que sucedido en los vestidores desde que Jacob me hizo sentir la chica más especial del mundo con unas simples palabras y miradas , nuestra relación de
“amistad”, ha ido cuesta arriba, incluso se puede decir más abiertamente que antes, como si nos conociéramos de siempre, lo cual no hace si no aumentar mi confusión, sobre como me siento con respecto ha ello.

Cada vez que comparto más con él, que me acerco un poco más, y lo conozco, a pesar de que no hable mucho sobre su vida personal , estoy más segura  que no quiero solo ser  su amiga, pero tengo miedo de arruinarlo, y  que al decirlo él no sienta lo mismo. A veces pienso cuando es amable o más atento de lo normal, que tal vez tenga otro interés en mi más que el de amistad,  pero en otros momentos ya no estoy del todo segura. Desde que Jacob apareció todos mis pensamientos se han vuelto un completo caos, que hasta incluso no estoy del todo segura de cómo me siento, solo espero poder para la otra vez que nos veamos tener algo de claridad, por qué si pienso seguir viendolo no hay duda de ello.

En cuanto a lo que pasó en la cafetería, después de que Linda me pasó a recoger en la dirección, y luego de recibir varios regaños de ella y de mi padre apenas cruzar la entrada de la casa, fuí castigada sin celular, ni televisión, durante unas semanas, en las cuales después de rogarle a Linda, y ella apiadandose de mi, convenció a mi padre para que me levantará el castigo, con una advertencia de que no volvería a pelearme. No he vuelto a hablar con la chica Barbie que me molestó ni con su grupo de amigas, y la realidad es que espero no hacerlo,no quiero más problemas, con los que tengo ahora son suficientes.

No falta mucho  para que sea la hora de la salida así que decido tomar la última hora para adelantar un poco los trabajos acumulados, caminando a la biblioteca a paso tranquilo, un poco nerviosa ante la posibilidad de encontrar a Jacob allí, ya que ese se ha convertido en nuestro lugar idóneo para encontrarnos, así que a pesar de estar en horario de clases no descarto la posibilidad.

A veces llegar tarde la mayoría del tiempo no ayuda — pienso lamentándome internamente, revisando mis apuntes en mi libreta con fastidio , mientras continuo mi recorrido.

Pero me detengo de golpe a medio camino al observar a un chico que se encuentra oculto tras un pared que da a la salida  del instituto, su vista fija cerca de una de las jardineras, pareciendo hipnotizado por lo que ve , su apariencia se me hace vagamente familiar...

Me  acerco sin poder evitarlo atraída por la curiosidad, logrando detallar unos mechones azules en su cabello al estar lo bastante cerca que reconozco de inmediato, “Trevor”.

— ¿A quién espiamos? – pregunto a su espalda, provocando que él pegara un pequeño salto del susto en su sitio dándose la vuelta exaltado colocándose una mano en su pecho en un gesto exagerado.

— Deberías cuidarte las espaldas, yo no te contrataría como espía —  comento divertida al ver su expresión de apuro por ser descubierto.

—  En primer lugar no espió a nadie, y en segundo creo que no deberías asustar a las personas así, podrías provocar un infarto a alguien —  declara con dramatismo, intentando desviar el tema.

— Pues tú deberías dejar de esconderte y vigilar a la gente, a algunas personas les parece raro – contesto en su lugar burlona  soltando unas risitas.

— Cállate que te va a oír – Expresa  él de repente tapándome la boca con una mano.

— Si claro porque déjame decirte que la ropa que llevas no llama la atención de nadie – comento irónica señalando su camiseta rosa intenso con una ceja enarcada y quitándome su mano de mi boca de un manotazo —  Además ¿no es que no espiabas a nadie? — Repuse enarcando un ceja.

Simplemente túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora