⸻ 25. Peligro

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«¡Solo entren al maldito búnker, yo me encargo de él!».

Fue la última orden que dio la bruja antes de que los cuatro chicos se perdieran dentro de aquel lugar para buscar a Yeonjun y poder encontrar a celda donde las madres de los tres jóvenes estaban encerradas.

No sabían lo que estaba sucediendo afuera y tampoco querían saberlo.

La bruja estaba teniendo todo bajo control, pero tenía dudas: ¿cómo es que su padre fue capaz? ¿de dónde obtuvo tanto poder? ¿por qué se quiere desquitar con inocentes que no tienen culpa alguna sobre lo sucedido un siglo atrás? Hay demasiadas preguntas a las cuales les hace falta una respuesta concreta, clara y lógica, no hay mucho que saber sobre esto, quizás porque fue precipitado y Sowon no sabía exactamente a lo que se enfrentaba.

Pero era arriesgarse o perder todo.

Mientras todo estaba bajo control afuera, adentro el panorama pintaba distinto: por más que trataban de llamar a Yeonjun, éste no daba señales de vida, no sabían dónde estaba, solo Sean se había unido a ellos porque también perdió el rastro del chico pelirosa y también estaba desesperado por encontrarle.

Beomgyu: Oigan, vean esto.

Llamó al resto para que vieran lo mismo que él: libros antiguos que contenían ritos de la magia negra, perfeccionados y estudiados hasta en el mas mínimo punto. También había animales muertos en proceso de descomposición, unos eran pequeños y había uno más grande colgando frente a un espejo roto de piso, parecía un ciervo.

Taehyun: Esto no explica como jodidos resucito.

Soobin: ¿A qué quieres llegar?

Taehyun: ¿Acaso no se dan cuenta?

Miro a los chicos.

Taehyun: Alguien tuvo que ayudarlo a resucitar, pero ¿quién exactamente? Sowon dijo que nadie en este mundo está apto para usar magia de ese tipo.

Hueningkai: ¿Quién dice que fue magia lo que se empleó?

Por un momento, se olvidaron de Yeonjun.

Beomgyu: ¿Habrá sido capaz de hacer un pacto con...?

Un ruido les impidió dar sus respectivas respuestas, aunque ya están seguros de que dirían lo mismo.

Caminaron por un pasillo angosto y con un olor fuerte, como a azufre, sus fosas nasales no podían inhalarlo así que se cubrieron con su ante brazo mientras seguían caminando hasta toparte con el final del pasillo que llevaba a un pequeño cuarto oscuro de donde se emanaba mucho más fuerte el olor, un intenso e insoportable olor que ni siquiera sus brazos podían impedir el paso.

Taehyun, con mucho trabajo, se acercó hasta la reja de la celda para tratar de mirar lo que había dentro: un lago de azufre ardiente con una persona colgando arriba de éste, solo unos metros abajo y esa persona se consumiría en segundos. Abrió de nuevo sus ojos para echar un vistazo sobre quien era esa persona, temía que fuera su madre, pero en realidad no lo era.

Taehyun: ¡YEONJUN!

El pelirosa estaba atado de brazos extendidos a los lados y su cintura estaba rodeada de sogas gruesas que lo mantenía alzado en el aire. Escucho como el gancho se movió y el cuerpo de Yeonjun bajo unos tres centímetros más, había sangre escurriendo detrás de su nuca y sus brazos estaban arañados, parecía que habían sido hechos con garras.

Miro un reloj al lado suyo, parecía un cronómetro que se reiniciaba cada cinco minutos, ese mismo se había reiniciado cuando Yeonjun cayó más de aquella soga así que tenían el tiempo contado sin saber la cantidad en horas o tal vez minutos que tenían para salvarlo. Ahora un problema más se sumaba: ¿cómo lo salvarían? Aunque la celda es pequeña pero no estaba tan cerca como para simplemente jalarlo y hacerlo caer afuera.

Un mal movimiento al cortar las cuerdas y la mitad de las piernas de Yeonjun terminarían quemadas y sin movilidad alguna de por vida.

Taehyun: Tenemos que salvarlo.

Se dirigió al resto cuando se alejó de allí.

Soobin: ¿Cómo haremos eso? Está atado, cortamos mal la soga de arriba y morirá.

Hueningkai: Solo Sowon nos podrá ayudar.

Beomgyu: No dependamos siempre de su magia, debemos arreglárnosla solos para salvarlo.

Tenía razón, no podían dejarle todo el trabajo a la bruja. Ahora se enfrentaba a una amenaza inimaginable: a su padre. Ellos debían actuar juntos y pensar con claridad para que Yeonjun salga intacto de allí, pero no negarían tampoco que una ayuda mágica no les caería mal.

De tanto pensar y mantenerse en silencio, el cronómetro se detuvo, el gancho volvió a moverse y de nuevo se reinició el conteo, Taehyun volvió a correr para mirar que tanto no debían perder; el cuerpo de Yeonjun estaba un poco más abajo de la puerta, sus pies rebasaban el límite, considerando el tiempo que se les da entre cada movimiento de gancho, solo tenían diez minutos para sacarlo de allí antes de que la soga lo tire por completo.

Una vez que los pies toquen el azufre, Yeonjun será arrojado dándole muerte instantánea.

Beomgyu: ¿Qué haría Yeonjun si alguno de nosotros estuviéramos en su situación?

Hueningkai: ¿Alterarse y salir corriendo mientras grita que todos vamos a morir?

El de cabello largo le soltó un golpe en la nuca al rubio mientras negaba.

Beomgyu: Tomemos en cuenta que la puerta es del mismo tamaño que la celda, inclusive más grande.

Soobin: ¿Y eso que?

Beomgyu: Si la derribamos y la hacemos caer contra la pared servirá como inclinación para que Yeonjun no caiga.

Hueningkai: La puerta es de madera.

Beomgyu: Entonces valimos todos. El fuego consumirá rápido la madera, de igual manera tendríamos el tiempo contado.

Antes de que siguieran hablando para armar un plan eficiente, escucharon algo caer de las escaleras, todos voltearon a ver que era encontrándose con una cabellera blanca perteneciente a un cuerpo femenino, Taehyun corrió hasta donde estaba la bruja: débil, pálida, labios resecos y aun lúcida.

Taehyun: ¿Tu papá te hizo esto?

Ella negó.

Taehyun: Yeonjun está encerrado, no sabemos qué hacer, Sowon por favor no hagas esto.

Con la respiración acelerada y la poca voz que le quedaba, dijo:

Sowon: A-acércame a l-la ce-cel-da.

La cargo sosteniéndola de la cintura, la llevo hasta la celda abriendo la puerta para que viera a Yeonjun, ella cerraba sus ojos al no tener las fuerzas suficientes para mantenerse viva. Había sido pésima idea entrar al búnker sin saber lo que su padre hizo, pero tenía que hacerlo, algo le decía que uno de los chicos estaba en peligro y no se equivocaba.

Lo siguiente que paso fue demasiado rápido: la bruja se soltó de Taehyun, alzó su mano derecha y utilizando magia ejerció presión sobre las sogas para romperlas mientras sostenía el cuerpo del pelirosa con su mano izquierda, lo llevo hacia ellos y Soobin lo sostuvo para que no resbalara hasta tenerlo con ellos.

La bruja respiro hondo, se sentía demasiado mal como para continuar y salir de allí así que, aprovechando que el cuarteto estaba distraído con Yeonjun aun inconsciente, recordó las palabras que venían en el grimorio que le pertenecía y con esas mismas, inclino su cuerpo hacia el lado derecho.

Para cuando Taehyun volteó, ella ya no estaba.

ᴀʙʏꜱꜱᴜꜱ | ᴛᴏᴍᴏʀʀᴏᴡ x ᴛᴏɢᴇᴛʜᴇʀDonde viven las historias. Descúbrelo ahora