Confesiones

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POV KAKYOIN

Tenía sobre mis manos las pulseras que había comprado, sobre mis piernas un Jouta que había decidido dormir conmigo.
Jotaro acababa de bajar a recepción por una frazada más, y mi mente se debatía si darle una de las pulseras.
Las quería ver como unas pulseras de amistad, de un acercamiento entre nosotros, me había encantado nuestro pequeño viaje, ambos eran muy buena compañía y sobretodo pude ser capaz de ver una nueva imagen de Jotaro, una de un padre aún más amoroso y preocupado por su hijo.
Ver como lo cargaba por todo el trayecto de Morioh a Sendai, las caricias contantes en sus cabellos, cuando tomaba su mano para cruzar la calles o para evitar que tocara las pinturas.

Jouta dormía plácidamente mientras abrazaba su delfin, Jotaro entraba nuevamente por la puerta con más cobijas bajo su brazo, cubrió las piernas de Jouta con una de las mantas  y después se sentó frente a mi, veía su celular con desespero, desviaba las llamadas entrantes y nuevamente lo apagaba. Un "me tiene harto"  salió de sus labios.

—¿Todo bien?.

—Recuerdas que íbamos a hablar sobre la madre de Jouta.

—¿Es ella?.

—Si, lleva toda la noche tratando de hablarme, no entiendo como consiguió mi número. Lo cambié después de que me dieran la custodia completa.

—Tal vez quiere ver a Jouta.

—Lo dudo, estuvo muy feliz cuando el juzgado me dio la custodia completa. Además cuando vi el número desconocido y contesté la primera vez me dijo que tenía que decirme algo, que arreglaría nuestra relación.

Un peso se sintió sobre mi corazón, un peso inexplicable. No hallaba la razón de ello, apreté entre mis manos las pulseras que aún estaban sobre mis palmas, después las escondí debajo de mi almohada.

—¿Piensas que su relación se pueda arreglar?.

—Honestamente yo no quiero saber más de ella, lo único que nos liga es Jouta y estoy muy consciente que ella no quiere formar parte de su vida. No hay nada de nuestra relación que se pueda arreglar.

—¿Y si ella quiere ver a Jouta?.

—No me quedará más opción que permitirlo, después de todo no puedo quitarle ese derecho.

—Me alegra que pienses eso Jotaro, pero también es importante el bienestar de Jouta. Es muy pequeño y ha pasado por muchas cosas, además...

—Lo sé Noriaki y no quiero que Jouta tenga una infancia jodida. Quiero verlo crecer como cualquier niño de su edad, ahora que estoy a su lado por completo me he dado cuenta que siempre me ha necesitado y hasta ahora le he prestado la atención como un padre.

—Jotaro, ¿Debo decirte más de una vez que eres un buen padre?.

—Es que yo no lo creo.

Se me hizo fácil tomarlo de las manos y verlo a los ojos, parecía querer apartar su mirada el constante desvío de mis ojos a nuestras manos unidas hacia que me arrepintiera de mis acciones.

—Debes comprender que Jouta te necesita por que aún es muy pequeño, yo considero que eres una excelente figura paterna. Lo he visto en todo este tiempo que hemos pasado juntos.

—Gracias Nori, pero aun estoy preocupado por las acciones de Marie, no me parece normal que este siendo así de insistente.

Una caricia en mis manos y un ligero apretón nos mantuvo unidos, yo con la mirada fija en ellas y él observando mi rostro tal vez en la espera de una respuesta.
El sonido de su celular rompió nuestro silencio, actúe, decidí en ese momento tomarlo y contestar por impulso, los ojos de Jotaro se abrieron de sorpresa, lo primero que escuché fue un grito diciéndome que no volviera a colgarle.

—¿Disculpa?.

—¡No te atrevas a colgarme Jotaro!.

—Estas equivocada, yo no soy Jotaro.

Jotaro negaba con la cabeza y me quería arrancar el celular de las manos, tomé la cabeza de Jouta que aún seguía sobre mis piernas y lo acomodé sobre la cama y me alejé de Jotaro para evitar que me quitara el teléfono.

—Pues no sé quien seas, necesito que Jotaro conteste el teléfono.

—Jotaro esta muy ocupado y no puede contestar.

—¿Ocupado en que?, es una emergencia.

—Lo lamento tanto, esta muy ocupado arropando a NUESTRO hijo.

En ese momento no quise ver a Jotaro, después lo arreglaríamos. Solo escuché como jadeaba por mi respuesta.

—¿Nuestro hijo?, discúlpame pero los únicos padres que tiene ese niño somos nosotros. No sé quien seas pero...

—Yo tampoco sé quien seas y honestamente no estoy interesado en saberlo, solo deja de meterte en nuestra familia. Mi prometido no quiero saber más de ti, y mi hijo ha estado muy bien sin ti.

—No es TÚ hijo, al que llamas prometido fue mi esposo. No te metas tú en nuestra relación.

—¿Relación?, yo que sepa ustedes ya no tienen nada, puede que Jouta no sea mi hijo pero lo quiero y considero como uno.

—Llegaré hasta donde estén y les diré aquello que no quieren escuchar. No quiero arruinarle su relación.

El sarcasmo en sus palabras me hizo temblar, pero mi enojo era mucho mayor. Me arme de valor y dije las últimas palabras antes de colgarle.

—Si llegas a venir a nuestra casa no me haré responsable de lo que pase.

El sonido que se produjo al cortar la llamada me hizo suspirar, por fin crucé mirada con Jotaro.

—Hola prometido—. Una sonrisa cruzó los labios de Jotaro al decir una simple frase.

—Hablemos de eso después.

Simplemente me fui directo a la cama y me acosté a un lado de Jouta pude dormir hasta que el calor de mis mejillas bajó.


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Tears (JotaKak)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora