Confesiones

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Había un bebé dentro de las mantas que cargaba Marie, Jouta se aferraba a mi y su carita se escondía en mi cuello. Yo lo abrazaba con una fuerza que podría lastimarlo.

Jotaro me tomó de la mano y seguía mirando hacia ella, el bebé no dejaba de llorar, incluso lo hacía más fuerte. Sentí que mi corazón se hacía pequeño al escucharlo.

—Te dije que tenía algo que podía cambiar el rumbo de nuestra relación.

—Marie, por el amor de Dios, atiende al niño no puedes dejar que siga llorando de esa manera.

—No es niño, es niña. Y llora por que siente la cercanía de su padre.

Jotaro apretó aún más su agarre y me jaló hasta ponernos detrás suyo.

—La niña no puede ser mía, Marie hace más de un año que no estamos juntos.

—Claro que es tuya yo no estuve con nadie más que contigo.

Jouta estaba temblando, solté a Jotaro y decidí regresar a la casa para tratar de calmarlo. Antes de entrar le di un beso en la mejilla a Jotaro para garantizarle que todo estaría bien.
Después llevé a mi niño directamente a su habitación pero él aún se negaba a soltarme.

—Jouta, mientras yo esté aquí ella no podrá hacerte nada.

Noli, no quelo.

—Lo sé pequeño, necesito regresar con papá. ¿Podrías quedarte solo por unos minutos?, prometo regresar.

— Solito no.

—Cariño, será rápido. Solo necesitamos hablar con tu mamá. Te dejaré mi celular y si sientes miedo grita.

Jouta no parecía entender que estaba pasando, se negaba a soltarme y por más que traté de tranquilizarlo no podía.
Sus manos comenzaron a soltarme en cuanto el sonido del llanto sonaba cada vez más cerca.

—¿El bebé llola?.

—El también tiene miedo Jouta.

—¿Noli irá?.

—Claro mi amor, yo lo cuidaré también. No tardaré nada, recuerda si sientes miedo grita.

Jouta me soltó y dejó que me pudiera ir, antes de salir lo vi como abrazaba el delfín que Jotaro había comprado durante el viaje que hicimos juntos.

—...Jotaro, amor, no puedes dejar tu familia por un hombre, solo quiere tu dinero.

—Marie, tu no puedes opinar respecto a nuestra relación.

—¡POR DIOS, TENEMOS DOS HIJOS!

—¡Y A MI, ¿QUIÉN ME GARANTIZA QUE ESA MOCOSA SEA MÍA?.

—Jotaro, la niña no tiene la culpa—. Le dije después de ponerme a su lado. —Lo importante es que esa criatura deje de llorar.

—¿Esta zorra es la que está a tu lado Jotaro?.

—Señora le pido respeto, usted está en mi casa y no permito que sea irrespetuosa a mi hogar.

—¿Tú casa?, si yo he visto como todos los días te llevan a una pocilga.

—No, no es una pocilga, es la casa de mis padres y la puedo demandar por daño moral y por allanamiento de morada.

Por un momento se quedó callada, la niña dejó de llorar y Marie le quito la cobija de encima, se había quedado dormida de tanto llorar, era una bebé hermosa, de cabello tan negro como el de Jotaro.

—Nori, la niña no puede ser mía—. En un susurró Jotaro se quito la gorra y pasó con desespero la mano por su cabello. Él pensó lo mismo que yo.

—No te preocupes Jotaro, yo te creo.

—Marie, ¿Qué buscas?.— Jotaro hablo con más tranquilidad. —Yo ya no te amo, llevó mucho tiempo sin hacerlo, me quedaba a tu lado por Jouta pero ya no pude más.

Jotie, aún podemos salvar lo nuestro. Esta niña es la prueba de nuestro amor. Yo aún te amo.

—No te creo Marie, ya nos lastimaste lo suficiente.

Cada vez se acercaba más a nosotros y en un impulso me puse enfrente de mi prometido en espera de que ella no lo tocara.

—Quítate, no me dejas estar con mi esposo.

—Disculpa pero no, él no es nada tuyo. Déjame decirte que es mi prometido y será MI esposo.

—Niño por favor, no puedes ganarle al hecho de que tenemos dos hijos.

Y era cierto, yo no le podría dar hijos a Jotaro y posiblemente no seamos aceptados. Pero si podía darle amor y un cariño que iba más allá de los límites del universo. Yo los amaba más que a mi existencia y sabía que el cariño era totalmente recíproco.

—Marie, por favor vete de mi hogar. Me estoy viendo en la obligación de arrastrarte hasta la puerta—.Después Jotaro se aparto de mi lado y la tomó del brazo jalando con brusquedad.

—Si no me sueltas, yo soltaré a la niña.

—Estas loca.

Jotaro hizo caso omiso a la advertencia y vi el pequeño cuerpo de la bebé caer. Pensé que la iba a matar ahí mismo, la niña grito con tanto dolor que me apresuré a tomarla y tratar de revisar su pequeño cuerpo. Jotaro se puso a mi lado y marcó con desesperación el número de emergencias.

—Jotaro, saca a esta estúpida de la casa antes de que yo le haga algo mucho peor.

—Nori, me dicen que la única ambulancia del pueblo esta ocupada.

Me levanté con la niña en brazos, le grité a Jouta que viniera a mi lado. En cuanto llego corrí por las llaves del automóvil de Jotaro.
Nunca habíamos tenido la necesidad de ocuparlo, pero debía actuar.

Jotaro tomó del brazo a Marie y la sacó con fuerza de la casa. Después se puso a mi lado y nos subió a su carro. La niña aún lloraba, yo hacía lo posible por que no se durmiera. Incluso Jouta lloraba en el asiento trasero.

Pude divisar por el retrovisor como sonreía.

Esa estúpida de Marie estaría en la cárcel.

De mi cuenta corre.



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Aclaración;
Sé que en los Jojo's que conocemos se puede comprobar el linaje por medio de la estrella. Sin embargo en este caso quiero omitir esa parte para tratar de hacerlo más realista (aunqueque mi historia está llena de cliché).

Con esto concluyó el maratón 3 de 3, una disculpa por la demora. No sé por qué me fallaba la aplicación.
Nos vemos pronto.

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Tears (JotaKak)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora