—¿Lo sabes no?.
—¿Qué?.
—Qué me debes un beso.
Nos encontrábamos en la sala de mi casa, viendo una película infantil con Jouta sentado sobre una alfombra en el piso.
—Nori, ¿Cómo por qué te debería un beso?.
—Piénsalo Jotaro debemos prácticar, en cualquier momento puede venir solo es cuestión de que sepa donde estamos.
—¿Cómo sabrá donde estamos?.
— Mi sexto sentido me lo dice, además...
Lo tomé de la mano y uní sus dedos con los míos, su rostro se torno de un rojo tan intenso que nadie creería que hace apenas unos segundos él era quien me motivaba a besarle.
—Sabes que con simples besos en la mejilla no sería suficiente.
Su mano comenzó a temblar, la solté y pasé mi brazo por detrás de su cabeza para atraerlo a mi hombro. Él se acomodó sobre mí pecho cambiando totalmente mis planes.
—Así esta mejor, ¿No crees cariño?.
—¿Ahora soy cariño?. Hace tres meses era un grosero irresponsable.
—Las cosas cambian, puede que no sea real pero en un futuro puede cambiar. ¿No crees?.
—Noriaki no lo sé.
Se levantó de mi pecho y fijó sus ojos sobre los míos.
—Jotaro, creo que te has dado cuenta de que mis sentimientos hacia a ti han ido cambiando. No te pido que ahora seamos algo, ni tu ni yo estamos listos para ello.
—No me refiero a eso Nori...
—Lo haces, ambos somos adultos y tenemos responsabilidades muy diferentes. Entiendo tu posición al respecto y quiero decirte que yo tampoco estoy seguro, sé que tu relación no tiene mucho que acabo, sé que probablemente sea difícil para ti aceptarme.
—Nori, te acepto. Pero ahora no es momento.
Acaricié su mejilla y besé su frente. Sus ojos tenían un brillo hermoso, difícil de explicar.
—Ven conmigo, no hagas eso enfrente del niño.
Me jaló de la mano y me llevó a la cocina, Jouta ni siquiera notó nuestro cambio, estaba tan inmerso en la película que poco le importo. Noriaki me arrastró hasta la esquina más lejana de la sala y continuó hablando.
—No quiero que te sientas presionado, hasta hace poco comenzamos nuestra amistad, quiero que sigamos con ello y veamos si nos sentimos cómodos con la cercanía del otro.
—Entiendo que no quieras apresurar las cosas, lo entiendo muy bien. Por el momento sigamos con el tipo de relación que tenemos, con una amistad en posibilidad de llegar a algo más.
—Entonces... ¿Ensayamos?.
—Por el momento sigamos con los besos en la mejilla.
Un puchero infantil salió de sus labios, era tan tierno que no dude en tomarlo entre mis dedos y jalar su boca un poco. Se quejó por el dolor y a cambio recibí un manotazo en mi pecho, le solté.
—En ese caso, quiero uno cuando nos veamos, uno en la tarde cuando terminemos de lavar los platos y uno cuando me dejes en la puerta de mi casa.
—¿Y por que cuando terminemos de lavar los platos?.
—Por qué la cocina será desde ahora nuestro lugar especial de reuniones.
—Entendido, lo que mi prometido diga.
Río, sus emociones eran tan volubles que me sorprendía cada vez más todas las pequeñas cosas que no había notado, sus brazos se posaron alrededor de mi cuello, su cabeza se recargó sobre mi hombro y mis manos tomaron su cintura en un abrazo, nos separé un poco para darle el beso de la tarde.
Jouta estaba en la puerta de la cocina viéndonos, Noriaki me soltó y abrió los brazos, el pequeño no dudo y se abalanzó sobre él, yo tomé a ambos en los míos. El monstruo reía, me alegraba que fuera feliz. Lo amaba.
—Yo tambien quelo abrazo.
—Por supuesto que si Pequeñito.
Era una extraña escena familiar, algo que no habia esperado y que nunca había tenido la oportunidad de vivir, con mis padres había tenido un lazo fuerte pero es diferente vivirlo a lado de tus propios hijos y de la persona que se volvía importante para nuestras vidas.
Las mejillas se Noriaki se había tornado de un hermoso color, sus ojos se volvían brillantes, supongo que tuvo los mismos pensamientos que yo, estaba siendo aceptado por ambos.
—Jouta, ¿Me dejas darte un besito?.
—Mmmm... si Noli.
Mi pequeño monstruo estaba feliz, sin saber el porqué de los ojos llorosos de Noriaki, no sólo se dejó dar un beso si no que tomó con ambas manos el rostro de Kakyoin y besó su mejilla en un ataque de piquitos, he de admitir que me sentía un poco celoso.
—Muchas gracias Jouta, eres un niño hermoso.
—¿Soy papá?.
—Sabes que lo eres monstruo.
Noriaki aún con Jouta en brazos lo llevó de regreso a la sala en donde ambos se sentaron en el piso, me acomodé a su lado dejando que Jouta pusiera su pequeña cabeza sobre mis piernas y Noriaki se recargara en mi pecho nuevamente.
Me tomé la libertad de acariciar su hermoso cabello, fue una noche intensa pero hermosa.
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Banco de críticas aquí jasjajsjajsj
Oigan, no están para saberlo ni yo para contárselo pero me costo mucho escribir este capítulo. Considero que mi situación emocional no está bien y me he alejado de muchas cosas. No les prometo nada pero tratare de ser constante.
Muchas gracias por su apoyo ❣
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Tears (JotaKak)
FanfictionLa vida de Jotaro Kujo dio un cambio inesperado, pasó de estar en grandes investigaciones a dar clases en una pequeña escuela de un pueblo olvidado. Dentro de este lugar conocerá al insolente profesor de artes. Todo lo que Jotaro puede llegar a odi...