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POV JOTARO.

El viaje había terminado y para mi buena suerte además de grandes experiencias terminé con un prometido y con un Jouta preguntando por nuestra relación.

Por la noche habíamos decidido que pasaríamos el mayor tiempo posible juntos. Solo por si Marie se presentaba, incluso me encontraba en el dilema de si tomar ventaja de la situación o no. También habíamos hablado un poco con Jouta respecto a nuestra supuesta "relación", fue un riesgo que tomamos por si Marie llegaba a preguntarle algo, contrario a lo que esperábamos se emocionó por nosotros, dijo que pasaríamos más tiempo junto a Nori.

En la escuela aún teníamos nuestra distancia, incluso nos negamos a decirle a Rohan sobre nuestras aventuras en el viaje, él supuso que nos había ido mal puesto que ninguno de los dos estaba dispuesto a hablar.

Mis sentimientos por Noriaki, comenzaban a cambiar lo había aceptado cuando lo vi con el ceño fruncido, la mueca de disgusto y el balbuceo de palabras altisonantes que con inconsciencia soltaba de vez en cuando. Ese enfrentamiento con Marie había sido un detonante para darme cuenta de ello. No quería que le hiciera nada, sabía que Marie era una persona capaz de hacer hasta lo imposible por cumplir sus metas, pero conmigo tenía un límite, estaba dispuesto a proteger a las personas que me importaban y dentro de esas personas se encontraba Nori. 

Esos pensamientos rondaban por mi cabeza incluso en la escuela, había perdido la noción de tiempo y ahora estaba sentado en el escritorio esperando a que el receso terminara mientras revisaba las libretas del grupo tres, encontraba todo tipo de apuntes desde el bonito, ordenado y entendible hasta el parecía que se hizo en apenas diez minutos.
No había ido a  la cafetería a comprar algo, necesitaba por lo menos una botella de agua o mi amado café de la maquina. Un toque en la puerta me hizo levantar la vista y encontrarme a Kakyoin con una lata de jugo y lo que parecía ser un pan en la otra.

—¿Puedo pasar?

—Por supuesto, dime ¿Necesitas algo?

—La realidad es que no, pero mi falso prometido no puede quedarse sin desayunar, ¿Qué diría mi falsa suegra sobre mi?.

Me causó gracia su comentario, incluso ya le decía suegra a mi madre.

—Ella no te diría nada, mi madre es muy amable.

—Necesitas ayuda? Tal vez pueda ayudarte a revisar los cuadernos, digo, solo es cuestión de revisar las firmas ¿No?...

—Noriaki no es necesario—. Interrumpí su platica, despues de todo era mi trabajo y él ya tenía suficiente con el suyo. —Muchas gracias por la comida, dejame pagarte.

—Así dejalo, no es necesario.

Puso la lata del jugo y el pan a un lado de las libretas ya revisadas, tomé la lata y despues de abrirla le di un trago, saqué mi cartera y traté de darle el dinero pero no quiso recibirlo, por más que le insistía en ningun momento lo tomo.

—Dejame ayudarte con la revisión, en verdad no me cuesta nada. Además también son mis alumnos, los conozco mejor que tú.

—Pero me dejarás regresarte el dinero.

—Solo si me permites ayudarte con todo esto, no creo que termines antes de que acabe el receso.

—Esta bien, pero primero toma el dinero.

—Trato.

Estiro su mano para sellar el trato que acabábamos de hacer, después de estrechar nuestras manos le di el dinero y un par de libretas. Después puse la lista en el centro y le dije que debía poner la cantidad de firmas a un lado del nombre y que revisara la última tarea.

Tomó una silla y se sentó frente a mi, me pidió una pluma y acomodó el mechón de cabello por detrás de su oreja, lo vi revisar las libretas con una velocidad extraordinaria, para la firma de la última tarea lo vi poner una cara feliz si estaba bien hecha o una triste si consideraba que estaba fea.
Lo único que me preocupaba de ello es el que pensarían los alumnos al abrir su libreta y ver que el profesor estricto (como yo me consideraba) estuviera firmando con caritas.

La cantidad de libretas iba en un notable descenso con la ayuda de Kakyoin, incluso se tomó la libertad de tomar jugo de mi lata, con otra persona me hubiera molestado pero con Nori extrañamente no sucedió.

—Si quieres en casa te puedo ayudar con los grupos que falten.

La frase "En casa" atrajo mi atención.

—No creo Nori, sería mucho trabajo llevarlas a casa, revisarlas y después regresar con ellas. Mejor me quedo en la sala de maestros a revisarlas, mejor te encargo a Jouta por unas horas más.

—Sin problema Jotaro, igual si necesitas ayuda dime.

El silencio regresó al salón, diez minutos después quedaban solo tres libretas por revisar.
Me tome la libertad de darle una mordida al pan y observar la concentración de Noriaki al revisar, incluso un pequeño puchero salía de sus labios. Su cabello estaba nuevamente sobre su rostro pero debido a la concentración que tenía no fue capaz de notarlo, mis manos se movieron sin permiso y fueron directamente a su cabello para ponerlo en su lugar. El solo levantó las comisuras de sus labios y continuó con la revisión, al final el termino con todas y me entregó la lista.

—Muy bien, esta por acabar el receso yo creo que ya iré a mi salón.

—En verdad muchas gracias Noriaki.

—No es nada, nos vemos más tarde.

Se levantó de la silla y la regresó a su lugar, antes de irse se acercó a mí y me dio un beso en la mejilla, antes de que pudiera decir algo se fue susurrando un pequeño "adiós".

Ya no sabia quien de los dos era el que estaba tomando ventaja del compromiso pero estaba muy feliz que no era el único que pensó sobre ello.

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Aunque no lo crean estaba escuchando a los Tigres del Norte mientras escribía jajajajajajaj

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Tears (JotaKak)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora