Confesiones

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POV KAKYOIN

Había recogido al pequeño Jouta mientras su padre se quedaba como loco obseso revisando sus exámenes. Tenía su pequeña mano entre la mía y caminábamos directamente a su casa.
Lo notaba callado, la mayoría de las veces trataba de convencerme que lo llevara a la heladería pero hoy solamente caminaba con la mirada baja.

—Pequeñito, ¿No quieres un helado?.

—No Noli

¿Quieres alguna otra cosa?, hoy estoy dispuesto a comprar lo que tú quieras, solo no le digas nada a papá.

—No Noli.

Era extraño que Jouta se limitará a hablar con monosílabos, por lo general trataba de entablar una conversación conmigo. Al llegar a casa me entregó la llave que siempre guardaba en su mochila, llegó directamente al sillón y se recostó hasta que lo vi dormir tranquilamente.
Jouta no era nada mío pero me gustaba estar con él, era un niño muy dulce y con un corazón precioso.

Me senté a lado de él y acaricie sus suave cabellera negra, era igual a su padre. Sólo esperaba que no fuera igual de grosero cuando se convirtiera en adulto. Esperaba que fuera igual de tierno y buen niño.
Prendí el televisor y puse un programa que llamó mi atención, una hora después el pequeño cuerpo a mi lado comenzó a moverse.

—Buenos días pequeño. ¿Descansaste?.

Lo tomé en brazos y lo recosté sobre mis piernas, Jouta escondió su rostro en mi pecho.

—Pequeñito, me estas preocupando. ¿Que tienes?, ¿Te duele algo?.

Papa se enojala

—Te prometo que no diré nada.

—Con el colazón.

—Con el corazón.

Mama se fue pol mi.

Sentí un peso en mi pecho, como era posible que un niño de apenas cuatro años pensara de esa manera.

—Jouta, ¿Quien te dijo eso?.

Mama.

—Mi niño, los problemas entre tu mamá y papá son solamente de ellos. Nunca tendrás la culpa de ello.

Mama dolmia con sus amigos.

Fui capaz de comprender a que se refería Jouta con esa palabras, apreté su cuerpo aún más al mío.

—¿Donde estabas tú mi amor?

—En la puelta. Yo quelia dolmil con mis amigos, le dije a mi papa.

Llegué a la conclusión que Jotaro se había enterado por las inocencia de Jouta. Pero aún no encontraba el motivo de porque el pequeño venía triste de la escuela.
Decidí llamar a Jotaro y preguntarle si en la mañana no habían tenido ningún problema.
Saqué mi celular del bolsillo de mi chamarra sin soltar a Jouta que aún estaba aferrado a mi. Respondió al tercer tono.

—Profesor Kujo, cuando salió de casa por la mañana ¿Jouta se encontraba bien?.

—Claro, incluso iba riendo porque iba sobre mi hombro. ¿Le ha pasado algo?, en un momento voy.

—No, él esta bien. Solo si pudiera llamar a su maestra y preguntarle si pasó algo durante el día se lo agradecería. Jouta no quiere hablar de ello conmigo.

—En un momento estoy en casa, cuide bien de él.

Vi a Jouta aferrado a la tela de mi chamarra con los ojos cerrados y la respiración tranquila y acompasada. A la media hora Jotaro estaba entrando por la puerta de su casa dejando el montón de papeles sobre la mesa de la entrada y con la respiración agitada.

—¿Pudo hablar con la maestra?.

—Si, pero ese no es el problema. ¿Que le contó Jouta?.

—¿Qué le dijo a usted la maestra?

Jotaro aventó su gorra, comenzó a agarrar sus cabello y se sentó en sillón que estaba frente a mi.

—Me dijo que los niños más grandes comenzaron a preguntarle por qué su madre nunca iba por él. Jouta les dijo que no podía por que estaba ocupada, entonces los niños con toda maldad le dijeron que su mamá ya no lo quería. La maestra me dijo que eran cosas de niños...

—¿Cómo que cosas de niños?. Esas son cosas que un niño no debería decirle a otro, la maestra debió de poner más atención en sus alumnos.

—Entiendo profesor, también me molesta, tal vez a otro mocoso no le hubiera dolido tanto pero después de todo lo que Jouta ha vivido comprendo totalmente su actitud. ¿Que le dijo el monstruo a usted?.

Nunca había tenido una platica tan seria y sin gritos con Jotaro, sabía que tenía que decirle todo lo que Jouta me había comentado, no era momento para estar jugando.

—Me comentó que su madre le había dicho que se iba por él, también que ella llevaba "amigos" a dormir y que Jouta le dijó a usted que también  quería llevar a sus amigos a casa.

Jotaro suspiró y comenzó a contarme, algo que me tomó totalmente desprevenido.

—Cuando trabajaba para una revista de investigación marina tenía largos viajes por lo que dejaba a Jouta con su madre, esa vez llegué una semana antes de lo previsto, Jouta estaba dormido afuera de la puerta del que era nuestro cuarto, tiene la costumbre de moverse de habitación por las noches. Y me molestó verlo en el piso. Tomé al niño y traté de abrir la puerta pero estaba con llave. Regresé a Jouta a su cuarto y volví al mío para comenzar a patear la puerta y que la maldita abriera...

Abracé a Jouta y toqué su rostro con delicadeza, no creía todo lo que Jotaro me estaba contando. Jouta es apenas un niño que aún está en su primera infancia, no podía vivir con una culpa como esa.

—¿Jouta escuchó?.

—Claro, todo los vecinos escucharon. Cuando por fin logré abrir la puerta mi mujer estaba desnuda con mi compañero de trabajo a un lado. La muy cínica se puso a decir que yo tenía amantes durante mis viajes de investigación, todos se enteraron de nuestros problemas maritales. Cuando Jouta apareció por la puerta, ella comenzó a gritarle que era su culpa, que todo había pasado por que él había abierto la boca. Que su familia se había roto por culpa de él.

—Maldita zorra...

Jotaro sonrió por mi comentario y mis mejillas se sonrojaron un poco, dejé que continuará con su relato.

—Al final tomé a Jouta y lo llevé conmigo a la casa de mis abuelos, mi abuelo consiguió una plaza para mi en este pueblo, llevo un proceso de divorcio. Pedí la custodia completa, no quiero que mi hijo conviva con esa mujer, o por lo menos no por ahora que es todavía una niño.

—Profesor Kujo, no cree que Jouta necesite terapia.

—Probablemente, después de lo que pasó hoy me he puesto a pensar que Jouta esta guardando sus propios sentimientos.

—Creo que es la primera vez que hablamos sin gritarnos.

Jotaro sonrió y agachó la mirada antes de volver a hablar.

—Tiene razón, si mi hijo confía en usted por yo no he de hacerlo.

Supuse que nuestra relación iría bien a partir de ahora.

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Hola hola ❣💫

Espero que se encuentren bien, honestamente no tengo motivos para justificar mi ausencia. Simplemente no sabía que rumbo quería que tomara la historia.

En cuanto a los diálogos de Jouta, entenderán que es un niño de 4 años y aún batalla para pronunciar palabras.

Espero que continúen a mi lado e intentaré regresar a los días de actualización.

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Tears (JotaKak)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora