𝄞Días Para Enamorarte𝄞

𝄞Capitulo 21𝄞

_Primero una ducha?_ Comente.

_Una ducha?_ Ella frunció el seño.

_Sí, estuvimos fuera asique estamos sucios, vamos lo haremos juntos_ Bese sus labios y me pare de la cama con ella en brazos.

Entre al baño y la baje de mis brazos, me obcerve en el espejo, mi pelo estaba realmente desordenado.

_Petite, quitate la ropa_ Dije amablemente para depues levantar mi camiseta y deshacerme de ella dejándola por el suelo.

Cuando volví a verla ella no hacía nada, estaba cabizbajo muestras jugaba con sus dedos.

_¿Sucede algo?_ Frunci el seño.

_Es que, me da pena_ Los mechones de su pelo taparon su rostro.

Y está en todo el derecho de estarlo, siempre creí que una ducha en pareja era mucho más intima que el sexo.

La ducha es algo más personal, y en ese momento te das el tiempo de ver mejor su cuerpo, en el sexo igual, pero por todo el arboroto te distraes.

Lo seguiré diciendo, una ducha es mucho más intima que el sexo.

_Oye_Puse un mechon tras su oreja_ Te haré sentir muy bien, y si no estas segura, puedo salir, te duchas, y depues lo hago yo, no hay problema, no quiero que te sientas precionada...

Antes de poder continuar, tomo el extremo de su vestido y lo sacó por completo quedando solamente en bragas.

_Si quiero_ Susurró.

Sonreí feliz.

_Bien, ve entrando ahora te alcanzo

Ella asintió, se quito sus pequeñas bragas y entró a la ducha, poco después escuché el agua de la regadera caer.

Terminé de quitar mi ropa, la tomé del suelo y la puse en un canasto.

Abri un poco la regadera para obcervarla un poco bajo el agua, las gotas deslizandose por sus curvas, por su hermosa piel, su a cabello color ___ que se vuelve más oscuro bajo el agua.

Sus ojos cerrado dejando que el agua calera en su cara, sus pestañas contra sus pómulos levemente rosas, y sus labios rojos, que al impactar el agua, se resvalaba por las curbas de esto.

Ella era realmente perfecta, para mis ojos la más bella, la admirarla siempre que pudiera, podrá estar toda la vida así.

Entre a la ducha llamando su atención, ella escurrió su cabello y se apartó dejando el agua para mí.

_¿Por qué te apartas?, los dos cabellos perfectamente debajo_ La tomé de la cintura y nos metí bajo el agua.

El agua tivia caía por nuestros cuerpos, los cuales rozaban, la suavidad de su piel me hacia estremecer.

Ella se agachó para cojer el bote de shampoo, pero al hacerlo su trasero chocó contra mi polla.

Fue como si una corriente recorrerá todo mi cuerpo hasta llegar a mis ojos dilatando mis pupilas.

Por instinto puse mi mano en su trasero evitando que pueda incorporarse de nuevo.

_¿Qué pasa?_ Su voz tembló.

Joder, estaba contra la espada y la pared, ansiaba follarmela aquí mismo, pero también ansiaba tener una ducha formato con ella y hacerla sentir cómoda.

Era nuestras primera ducha solos, tenía que hacerla sentir bien, y no sólo follarmela.

Tal vez en otra ocasión muy cercana.