2 ★ Yo estoy loco...

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Jesús suspiró, apenas creyendo lo que sucedía. Incluso ChTM sabía lo dubitativo que estaba su compañero, al igual que él mismo, y no porque estuviera haciendo preguntas, sino que podía sentir las emociones y comportamientos de Jesús como si fuera él mismo, en parte eran el mismo.

Ninguno comprendía del todo lo que sucedía, y por qué... Sólo podían pensar en que estarían juntos en resto de su vida, ya estaba un poco claro, lo veían como un matrimonio sin posibilidad de divorciarse. Sin contar que tal vez ChTM lo llamaría "mi amor".

Hasta que la Muerte los separe. Ju, ¿será así?

—Entonces —comenzó Jesús—, ¿ese doctor es el único que sabe lo que pasa con nosotros y por qué estas en mi mente? ¡Hahh! —volvió a suspirar—. No me la creo.

—Yo lo que no creo —replicó ChTM— es cómo alguien como Sofía se hizo tu novia.

Jesús procuró ignorarlo, como lo haría de hoy en adelante cada vez que ChTM dijera algo desagradable u ofensivo, por más difícil que fuese.

—Pero no sabemos dónde está el Drexto, si en su Base Secreta o en la Central Ex.

—Me vale madres, mi amor, hay que buscarlo por eso, así vamos a saber.

—Tampoco sabemos en dónde está la Base Secreta —terció Jesús.

No 'preocupation', my son —dijo ChTM—. Nosotros ahora somos ¡súper!

Llevándose la mano derecha a rostro, Jesús resopló, algo angustiado.

—¿Pero cómo le vamos a hacer para buscarlo? —preguntó.

ChTM soltó una aguda risotada, sonriendo con aire burlón.

«Piensa poquito, chiquitín —le dijo en el pensamiento—. Todos piensan que estamos tiesos. ¡Ja, ni que fuéramos la Sofía!»

Un golpe bajo justo en el lúgubre corazón de Jesús.

Inmediatamente se retractó al sentir la gran ira de Jesús pulsante y violenta. Le pidió una sincera disculpa respecto a eso; entendía que se pasó por mucho.

«A quien no le va a gustar saber —dijo Jesús— que estoy vivo es a Daniel.»

«Pues le partimos su madre —exclamó el otro—. Un traje o al menos una máscara estarían buenos, hijo, ya con eso será más fácil que no te reconozcan hasta que podamos hallar al Drexto, o mínimo a uno de sus criados preguntarle: Where is the Drexto?»

El muchacho se detuvo estando ya en el camino de terracería, el cual se encontraba vació, sin contar a Jesús allí parado, un tanto desorientado.

Éste se volvió al cielo.

«¿Seríamos como superhéroes?», preguntó con entusiasmo.

«Tienes de héroe lo que yo de cuerdo—declaró ChTM—; pero sí... 'superpitudos'.»

—¿Cómo un superhéroe? —musitó Jesús—. Desde niño me gustó mucho Spider-Man, y quería ser como él, y tener un traje como el suyo. Bueno, aunque vamos a usar el traje nada más para que no me reconozcan.

—Ya con una máscara no enseñas tu pinche jeta —vaciló ChTM.

—¡Vamos enton's a la Central Eléctrica, allí puede estar el Drexto, dicen que a veces iba en secreto!

Jesús se sentía estúpido hablando con tanta emoción sin tener a nadie enfrente o cerca. Sin embargo, su excitación fue tal que esbozó una leve y feliz sonrisa.

Comenzó a caminar dando cada firme paso con entusiasmo, forzándose a no sonreír tanto.

«Eh, güey —dijo ChTM—, fíjate pa' dónde vamos, no 'váyamos' a terminar en El Abra, no mames, si vamos pa' Mante.»

ChTM -La Grosería- I. El antihéroe de Ciudad ManteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora