12+1 ★ Herramientas de albañil y explosivos

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—Tú no hagas nada hasta que te diga —le indicó el del marro a su compañero, con su áspera y grave voz, mientras acariciaba el mango de madera de su arma.

—Sí —asintió el otro con su aguda voz.

Estos dos siguieron caminando. Sabían a qué venían, Daniel fue muy claro.

El Ex-45 y el Ex-75 acababan de llegar, dispuestos a pelear.

«ZAH»

Se detuvieron en seco, sorprendidos al ver aparecer frente a ellos a su objetivo: la Grosería estaba allá y ahora acá, muy cerca de ellos.

Desapareció y apareció de súbito.

—Buenas las tengan —dijo—, y las tardes también.

—Eres la Grosería, ¿verdad? —dijo el Ex-45 bajando su mazo.

—Sí, sí soy. ¿Pa' qué soy bueno? Bueno, pa' nada, pero ¿qué pasó?

—'Venemos' por ti —dijo el hombre, haciendo notar su marro.

—Ah —dijo la Grosería y luego hubo silencio—. ¿Te aplaudo o qué?

El Ex-45 no respondió, si acaso gruñó y sus ojos castaños adquirieron un aspecto feroz.

—Oiga —le dijo el Ex-75 a su compañero—, no nos vayan a atropellar, estamos a media calle y por aquí pasan carros.

Su compañero no dijo nada.

—No mames, sí cierto —exclamó la Grosería—, aquí nos van a hacer mierda.

Éste último se puso a hablar sobre el hecho de que una vez atropellaron al escritor Stephen King, habló y habló sobre ese hecho. Si bien, el Ex-75 lo escuchó atentamente, sin embargo, colmó la paciencia del Ex-45. Quien puso su mano sobre el hombro izquierdo de la Grosería. En ese momento, de improviso, lo arrojó hacia la esquina por donde él, el Ex-45, y su compañero hubieron doblado para llegar.

«DOZAZAZAH»

Arrastrándose y golpeándose contra el asfalto terminó tirado bocabajo con el trasero levantado. Quedó algo dolorido, y no le gustaba el dolor; si algún hueso se le dislocó se lo acomodó de inmediato entre crujidos desagradables.

—¡¿Me vieron cara de puta?! —gritó en lo que se levantaba—. No soy ninguna arrastrada. —Estando de pie levantó el dedo corazón de cada mano en una notoria seña obscena—. Qué, ¿su poder es aventar pendejos y tenerle miedo a los carros? ¡Yo le tengo un 'vergo' de miedo a los putos guajolotes y no por eso me creo con superpoderes! Na'más vienen a cagar el palo, culeros. ¿'Vea'?

—¡¡Ya cállate, cabrón!! —vociferó Ex-45, lanzándole su pesado marro.

«KAN»

Pero la Grosería logró detenerlo con la diestra —que apenas le tembló, sintiendo ardor en la palma—, asombrando a los demás y a sí mismo también, que hasta dio un grito de emoción.

—¡Uoooh! ¡Eh!, no andes pinche aventando esta mamada, Thor Dickson. Sí, "Dickson", ¡porque eres un hijo de la verga! Te pasas de 'riata', ni yo le aventaba la herramienta a mi tío Chupón cuando trabajaba como su chalán, no mames.

—¡¿Cómo?! —El Ex-45 estaba estupefacto.

—¡Verga! —gritó la Grosería—. ¿Qué eres, una clase de súper albañil mamado?

El Ex-45 se le acercó, irritado e incrédulo, con su perplejo compañero siguiéndole los pasos.

—Sí, soy como un súper albañil —respondió el Experimento-45 con tono despectivo.

ChTM -La Grosería- I. El antihéroe de Ciudad ManteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora